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Polìtica Cambiarira En México


Enviado por   •  21 de Noviembre de 2011  •  1.645 Palabras (7 Páginas)  •  331 Visitas

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Régimen de flotación del peso en respuesta a choques de carácter externo e interno; política monetaria como ancla nominal de la economía; intervención del Banco Central en el mercado de cambios; volatilidad del tipo de cambio ... un compendio para entender los procesos del mercado de cambios en México.

E1 esquema de libre flotación del valor externo del peso (donde la paridad cambiaria se mueve libremente en el mercado de divisas), adoptado a finales de 1994, ha permitido que el tipo de cambio del peso refleje adecuadamente la existencia de "perturbaciones" de ambos signos.

El nivel del tipo de cambio, de enero de 1993 a abril de 2004, permite las siguientes observaciones:

Es fácil apreciar la diferencia entre la trayectoria casi horizontal de la paridad peso-dólar durante 1993 y 1994 (cuando el tipo de cambio era un "precio oficial", fijo o semifijo) y el curso de altibajos del resto del periodo (cuando la paridad ha sido flotante).

Como era de esperarse, el valor externo del peso cayó abruptamente a lo largo de 1995, en medio de la incertidumbre asociada a la crisis de pagos.

De principios de 1996 al otoño de 1998 se observó una tendencia depreciatoria del peso, influida sin duda por factores externos de mucha gravedad, como la crisis asiática (1997) y la rusa (1998), que generaron una salida de capitales de las economías emergentes en general.

En contraste, de finales de 1998 a principios de 2002 se detectó una dirección revaluatoria del tipo de cambio. A este respecto, cabe mencionar que elementos tales como el fortalecimiento de las cuentas externas de México y la consolidación de la estabilidad económica contribuyeron a mejorar las expectativas económicas de mediano plazo, y a propiciar entonces un aumento significativo de los flujos de recursos externos hacia el país.

Finalmente, a partir del segundo trimestre de 2002 y hasta el momento se ha observado de nuevo una tendencia a la depreciación de la paridad. Ello ha obedecido quizá a la influencia combinada de factores de diversa índole, entre los que destacan los siguientes, en orden temporal: la desaceleración inicial de la economía estadounidense (mayor a la prevista); los riesgos geopolíticos derivados del conflicto Estados Unidos-Irak; el deterioro de las perspectivas de mediano plazo de México, vinculado a la pérdida de competitividad atribuible al rezago del proceso de modernización económica (reformas estructurales), y, desde luego, la incertidumbre reciente sobre el tiempo y la intensidad del ciclo de alza de las tasas de interés internacionales.

Parece claro que de 1995 al presente la paridad se ha movido mayormente en respuesta a las alteraciones, negativas y positivas, percibidas por los oferentes y demandantes de divisas. En otras palabras, el tipo de cambio ha sido un precio de mercado.

Política cambiaria

Un régimen de tipo de cambio fijo implica la subordinación de la política monetaria. Si se pretende mantener inalterada la paridad, es preciso limitar el crecimiento de la oferta monetaria sólo a lo que el público demanda. En tal sentido, si el crecimiento monetario resulta demasiado rápido, los agentes económicos se deshacen del "exceso", adquiriendo divisas extranjeras, que la autoridad tiene que proveer (de las reservas oficiales) para evitar una variación del "precio oficial" (una devaluación). Esto es, al parecer, lo que tenía en mente un distinguido Director General del Banco de México cuando señalaba que "del Banco salen primero pesos.. . y luego dólares". Si el proceso continúa, las reservas llegan eventualmente a un punto crítico, donde se desata una "corrida" irrefrenable contra la divisa, que culmina con el colapso de su precio.

La instauración del esquema de flotación, a partir de 1995, permitió al Banco de México utilizar libremente la política monetaria con el objetivo primordial de estabilizar los precios. Y asi ha sido en la práctica: el Banco de México ha concebido y operado su política monetaria con la intención de reducir sistemáticamente la inflación.

Es oportuno apuntar que bajo el esquema anterior el tipo de cambio cumplía con la función de "anclar" (acotar) las expectativas del público con respecto a la inflación. Al desaparecer la paridad fija, la política monetaria ha servido, paulatinamente, conforme ha ganado credibilidad, como "amarre" de los pronósticos inflacionarios.

La política monetaria actual no intenta determinar el nivel ni la trayectoria del tipo de cambio. Sin embargo, es obvio que ejerce una influencia sobre la paridad, dado que afecta las tasas de interés internas. Por ejemplo, cuando se anticipan presiones inflacionarias incongruentes con la meta de inflación, el Banco de México endurece su postura monetaria, a través de un incremento del "corto".

Ello induce un alza de las tasas de interés de corto plazo que, a su vez, puede ocasionar una apreciación del tipo de cambio, dado que el aumento del rendimiento de los valores denominados en moneda nacional propicia su adquisición. A este respecto, conviene recordar que las variaciones del "corton tienen únicamente efectos transitorios sobre las tasas de interés, las cuales se determinan por las fuerzas del mercado.

Desde luego, la realidad es bastante más compleja. Por ejemplo, durante el lapso reciente caracterizado por la revaluación del peso (finales de 1998, principios de 2002) las tasas de interés mantuvieron una clara

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