Armas Químicas

Armas Químicas

Sarín

El Sarín se describe por la fórmula C4H10FO2P, bajo condiciones normales es un líquido incoloro e inodoro. Es miscible en solventes polares y no polares. Este compuesto inhibe la esterase neurotóxica (NTE). La inhibición de la NTE es responsable de la aparición de la neuropatía retardada inducida por organofosforados que afecta a los nervios periféricos.

El primer acto terrorista en el que se usó un agente nervioso, involucraba al sarín, este ocurrió en Matsumoto, Japón en Junio de 1994. Alrededor de 12 litros de sarín fueron liberados usando calor de un camión. Este ataque tenía el objetivo de matar 4 jueces involucrados en una disputa con el culto Aum Shinriko.

Tabún

El tabún fue el primer agente nervioso desarrollado como arma química, su nombre científico es ácido dimetilfosforamidocianato. Este compuesto fue sintetizado en 1936. En condiciones normales es un líquido incoloro con olor a fruta. Si el tabún es inhalado los síntomas aparecen en 10 minutos, si es absorbido a través de la piel aparecen después de 30 minutos. Los síntomas de una baja exposición de tabún son pupilas dilatadas, visión borrosa, dolores de pecho y dificultad al respirar. Los síntomas ante una exposición alta son sudoración, babeo, nausea, vómito.

Soman

El somán es un arma química extremadamente tóxica que se emplea como agente nervioso. Su nombre científico es el metilfosfonofluoridato de pinacolilo, es un líquido volátil, corrosivo, incoloro e inodoro. Este compuesto actúa en el sistema nervioso, alterando su funcionamiento, inhibiendo la enzima colinesterasa.

Lewisitas

Su nombre científico es 2-cloroetenildicloroarsina, En estado puro se presenta en forma de un líquido incoloro e inodoro. Al contacto con la piel causa dolor inmediato y sarpullido eccematoso. Las ampollas se desarrollan 12 horas tras el contacto. La inhalación de la lewisita causa quemazón dolorosa, moqueo nasal, tos, vómito y posiblemente edema pulmonar. Esta arma química no se usó durante la Primera Guerra Mundial, se experimentó con la lewisita durante los años 1920, con el apodo de "rocío de la muerte".

Bibliografía

Cobb, Allan. Biological and Chemical Weapons: The Debate Over Modern Warfare. The Rosen Publishing Group. New York, 2000.

Marrs, Timothy y otros. Chemical Warfare Toxicology and Treatment. WILEY. San Francisco, 2007

Page, Williams y otros. Long-Term Health Effects of Participation in Project SHAD. Institute of medicine of the national academies. Washington DC, 2007.

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