Aspectos de la vida sexual

Ningún científico serio va a confirmar que las ostras, las fresas o el chocolate son alimentos afrodisiacos. Lo que sí es cierto es que muchas personas aún siguen creyendo en la efectividad de estos productos, que incrementarían el deseo sexual. Incluso, hay quienes se arriesgan a probar exóticos pero peligrosos potajes a fin de elevar la libido, tales como el venenoso pez globo o las poco apetitosas heces de ballena (en serio, se cree que podrían servir). Mucho cuidado.

No estar en forma

La vida sexual no es una burbuja independiente. Es una dimensión del ser humano que está conectada con otras más. Por ejemplo, no hacer ejercicio, comer sin control o andar estresado son factores que impactan de manera negativa en el rendimiento sexual.

Ojo, no hay que someterse al entrenamiento de un atleta olímpico para disfrutar bien el sexo. Lo que planteamos es: tener hábitos saludables ayuda a ser un mejor amante.

Disfraz sin personal

¿De qué sirve ponerse un disfraz erótico y travieso si no se conjuga con una actitud propicia para la ocasión? En otras palabras, hay que meterse en el personaje. No basta con ponerse el disfraz. Hay que jugar un rato y divertirse con la pareja. “Fui a un sex shop, muy emocionada, para comprar mi disfraz de bombera sensual. Pero, a la hora de usarlo frente a mi esposo, me dio vergüenza. No sabía cómo actuar”, cuenta Giuliana. La actitud, para ser honestos, puede ser un potente afrodisiaco.

Programas digitales

Existen miles de aplicaciones sexuales para teléfonos inteligentes. Sin embargo, la pregunta que muchos se hacen es: ¿funcionan? En realidad, solo un puñado de ellas resulta útil. La mayoría es, simplemente, chatarra digital.

Datos

En diversos países asiáticos, el cuerno de rinoceronte es pulverizado y consumido. Se dice que es un poderoso vigorizante sexual.

Estudios científicos han demostrado que la presencia de televisores, computadoras y celulares en el dormitorio hace que las parejas tengan menos sexo. Prefieren estar conectados a sus aparatos

Algunas mujeres tienen la mala costumbre de contarle su vida con lujo de detalles, malos hábitos y romances anteriores, a cada hombre con quien inician una relación. Unas lo hacen voluntariamente; otras contestan las preguntas que el hombre les hace, inclusive en las primeras citas. ¡Error! De igual manera que se dice que “los caballeros no tienen memoria”, las damas se guardan sus memorias y muchos hábitos de vida porque:Al hombre le gusta el misterio, la conquista y el descubrimiento. El exceso de información resta encanto al romance.La discreción es una de las mejores virtudes.Si el hombre te interesa, dale tiempo a enamorarse antes de que descubra los hábitos

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