Aveledo

Para no ser obstáculo Aveledo renunció a su cargo en la Mesa

Ayer en la mañana notificó a los partidos aliados antes de decirlo en El Hatillo

Ramón Guillermo Aveledo sorprendió a las autoridades y al público reunido en sesión especial de la cámara municipal con su dimisión NICOLA ROCCO

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ELVIA GÓMEZ | EL UNIVERSAL

jueves 31 de julio de 2014 12:00 AM

En el marco de la conmemoración del natalicio 231 del Libertador en el Concejo Municipal de El Hatillo, Ramón Guillermo Aveledo anunció ayer al mediodía su renuncia al cargo que, como secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, venía desempeñando desde marzo de 2009.

"No quiero que mi nombre y la polémica que pueda suscitar, sigan siendo excusa para que se dispare por mampuesto cobardemente a la Unidad. No me voy de la Unidad, solamente cambio mi puesto de lucha. De la Secretaria Ejecutiva que he ejercido estos cinco años y que hoy entrego, asumo con la frente en alto la condición de militante de la Unidad. Dejo de ser el primero y paso a ser el último de la fila". El público, tras recuperarse de la perplejidad causada por el anuncio, le respondió con un prolongado aplauso.

Entre las autoridades sorprendidas destacó el alcalde local, David Smolansky, militante de Voluntad Popular, organización que ha generado buena parte de las discrepancias internas en la MUD.

Consultado al término del acto sobre si su renuncia era irrevocable, Aveledo dijo: "las renuncias son renuncias, no tienen calificación".

Mazamorra asamblearia

Aveledo, quien estuvo acompañado por su esposa y una de sus hijas, cumplió con un discurso relativo a Bolívar, como correspondía a la ocasión. También dedicó duras críticas al Gobierno que "vive un tránsito de la legitimidad carismática a la burocrática" y que está "condenado a muerte por enfermedad congénita" y no puede "sobrevivir sin su líder y sin la capacidad de gastar a manos llenas". Pero más de la mitad de su discurso, de 48 minutos, lo dedicó a la unidad.

Denunció la "campaña artera y sañuda" que la ha tomado a él para dañar a la alianza. Pidió "sinceridad" para evaluar "lo logrado, lo puesto en riesgo y lo perdido" y dijo que la Mesa no puede paralizarse "en discusiones eternas, ni pretender arrastrarnos unos a otros con chantajes emocionales". "No estoy aquí como obstáculo para nadie. Mi trabajo no es ganar discusiones, sino ayudar a generar

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