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BIPEDOS EN DESVENTAJA


Enviado por   •  18 de Septiembre de 2012  •  594 Palabras (3 Páginas)  •  432 Visitas

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Bípedos en desventaja

por: Jennifer Ackerman

Fuente: National Geographic

Y sin embargo, la evolución tiene su precio

Los seres humanos somos criaturas extrañas: bípedos sin cola, con sinuosas columnas vertebrales, largas extremidades, pies arqueados, manos ágiles y enormes cerebros. Nuestro cuerpo, poseedor de capacidades exquisitas y enormes defectos, es un intrincado muestrario de características adquiridas por selección natural a lo largo de milenios. Podemos ponernos de pie, caminar y correr con gallardía y resistencia, pero sufrimos de pies adoloridos y lesiones de rodilla; somos capaces de flexionar y girar nuestra columna vertebral, pero casi todos enfrentaremos problemas de espalda en algún momento de la vida; damos a luz bebés que tienen un cerebro grande, pero no sin riesgos e intenso dolor. Los científicos llevan mucho tiempo tratando de entender cómo nuestros cuerpos llegaron a ser como son. Y están descubriendo que muchos de los defectos de nuestro “diseño” tienen un origen común: las concesiones evolutivas que nuestros ancestros tuvieron que hacer cuando empezaron a andar erguidos y dieron el primer paso del largo camino de la evolución humana.

Un parto accidentado

En el laboratorio de Karen Rosenberg, lleno de moldes de cráneos y huesos de chimpancés, gibones y otros primates, destaca una réplica de tamaño natural de los huesos pélvicos de una mujer, acompañada por un cráneo fetal unido a una varilla flexible. La idea es simular el proceso del parto humano moviendo manualmente la cabeza del feto a través de la pelvis. Parece fácil. –Inténtelo–, dice Rosenberg.

Al girar el pequeño cráneo ovalado de manera que vea hacia delante, este cabe justo en el anillo pélvico, donde inicia el canal de parto. Pero después se atora en las protuberancias de los huesos isquiones. Luego de más forcejeos y giros, es evidente que el cráneo debe pasar por un conducto que parece más pequeño que él; le impiden el paso no sólo los isquiones sino también el cóccix, la parte inferior de la columna vertebral, que se curva hacia dentro de la parte baja de la cavidad pélvica. Es necesario maniobrar con el cráneo a la mitad del canal para que vea hacia un lado, y después darle un fuerte empujón para lograr moverlo uno o dos centímetros, antes de que se vuelva a atorar. Más giros, unas sacudidas: no avanza. Rosenberg guía mi mano para que gire el cráneo de modo que vuelva a ver hacia atrás y, luego de otro firme empujón, el terco cráneo, al fin, sale del canal de parto.

“Para la mayoría de nosotros, nacer será probablemente el mayor alarde gimnástico de toda nuestra vida”, dice Rosenberg. Es una tarea difícil, sobre todo si no hay una mano que

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