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Balistica


Enviado por   •  28 de Agosto de 2013  •  2.264 Palabras (10 Páginas)  •  647 Visitas

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1.1 Balística Interior

Un arma de fuego, sobre todo las semiautomáticas y automáticas, es una máquina o artificio térmico, tal como lo es un motor de combustión interna, una caldera, etc. Todas ellas se caracterizan por el hecho de que, a partir de la liberación de la energía concentrada, por la naturaleza o por medios artificiales, debidamente encauzada, es transformada en otra forma de energía capaz de realizar un trabajo . (Guzman, 2000)

En todos los casos la transformación de una energía en otra es realizada con desprendimiento de calor. Llegando a este punto definimos al arma de fuego como un artificio mecánico, en el cual el calor liberado por la combustión de un propulsante es transformado en energía cinética útil de un proyectil, siendo su función la de propulsar proyectiles hacia blancos específicos para producir efectos previstos.

Aquí, esta combustión del propulsante se le llama deflagración de gases. La deflagración es parte del estudio de la Balística interior, y está contemplada dentro de lo que ocurre en el periodo de estudio de la Balística interior, por eso la razón de primero mencionarla.

La Balística interior cuenta, por asi decirlo, con 3 pasos que son:

a) accionamiento del disparador y percusión;

b) ignición, y

c) recorrido del proyectil en el ánima.

Aquí vemos como la Deflagración es la parte vital, y más importante al accionar un arma de fuego, de la Balística interior, ya que dos de sus puntos de estudio que son la ignición y el recorrido del proyectil en el ánima , son producto de la deflagración de gases.

Deflagración es la acción y el efecto de deflagrar, vale decir, arder súbitamente una sustancia,

con llama y sin explosión. Cuando se produce la acción del percutor de un arma de fuego sobre la cápsula detonante (en cuyo interior se encuentra la carga fulminante) de un cartucho de bala o de munición múltiple, el encendido del fulminante se propaga al interior de la vaina (a través de los oídos cuando se tratare de cartuchos de fuego central), produciendo el encendido de la carga impulsora (pólvora).

La combustión de esta carga genera un gran volumen de gases dentro de la cápsula (vaina), que ocasiona el desprendimiento de la bala integrante del cartucho, a la cual empuja a lo largo del ánima del cañón (interior del mismo) expulsándola en definitiva al exterior. (Guzman, 2000).

1.1.1 Deflagración.

El fenómeno de la deflagración de la pólvora, en el interior del arma, engloba tres fases que son: La ignición, la inflamación y la combustión.

La ignición

Es la iniciación del fenómeno balístico en el interior de las armas de fuego. Consiste en la comunicación del fuego a una parte de la carga de proyección. Comienza precisamente cuando al oprimir el disparador, el percutor golpea sobre la cápsula. Este golpe produce la explosión en el fulminante y a través del orificio o de los orificios llamados oídos lanza las flamas, como punta de lanza, sobre la carga de proyección comunicándole el fuego. Cuando el fulminante explota produciendo la ignición de la pólvora. Si la ignición es normal, el tiempo que tarda este acontecimiento es extremadamente corto, de aproximadamente 0.0002 segundos, por lo que es ésta fase la más importante dentro de la balística interior.

La inflamación

Consiste en la comunicación del fuego a la superficie de todos los granos. En las pólvoras modernas es instantánea y se sucede apenas ha ocurrido la ignición. La llama debe tener un volumen y una potencia tal que pueda entremeterse en todos los espacios que ocupan los granos de pólvora, para llenar así la totalidad de la cámara contenida dentro del casquillo, y propagar simultáneamente su fuego a todos los granos que comprenden la carga de proyección. Esto significa que la llama no debe quemar solamente los granos más próximos a el o a los oídos y de allí propagarse al resto de los granos, sino que el fuego debe ser adquirido simultáneamente por todos los granos.

Es en esta fase, cuando la producción de gases aumenta y crecen las presiones, elevándose además la temperatura del interior de la recámara del arma; pero no alcanza todavía la suficiente fuerza para hacer que la bala se desplace. Este fenómeno está confinado al interior de la recámara.

La combustión.

Es la transformación de los granos de pólvora en gases, por la acción del fuego. Una vez que todos los granos de pólvora se han inflamado en toda su superficie, se van quemando simultáneamente, en capas concéntricas, de la periferia al centro disminuyendo el volumen de cada grano, hasta consumirlos todos.

En el desarrollo de la combustión, la velocidad a que se acelera por la elevación de temperatura y el aumento de las presiones, se forma así una aceleración en cadena en la que la pólvora se transforma en gases a elevada temperatura, aumentando las presiones; la alta presión creciente eleva más la temperatura y a la vez aumentan la velocidad de la combustión. Cuando la ignición es correcta, la recámara se llena casi instantáneamente de gases calientes generados por la combustión de la carga de proyección.

1.1.2 Acción de los gases

Propulsores Balísticos.

Son sustancias o mezclas capaces de reaccionar en un tiempo brevísimo en un régimen exotérmico (proporcionan gran temperatura), que dan gran cantidad de calor. Los productos finales de esta reacción casi en su totalidad son gaseosos, de manera que el calor se acumula sobre el gas en un estado de energía cinética molecular capaz de transformarse en trabajo mecánico.

Esa fuerza liberada se puede usar con fines balísticos, es decir los explosivos “propulsores”, o bien para la destrucción del medio que lo rodea es decir los explosivos “rompedores”. Cuando el explosivo es propulsor la reacción que se produce se llama deflagración, y cuando el explosivo es rompedor se denomina detonación.

La deflagración

Es un proceso relativamente rápido o lento. Es superficial y químico. Este proceso consume los grados de pólvora en capas paralelas a la superficie y conformación del grano, de forma tal que van conservando su forma original.

A medida que se van consumiendo se van achicando pero conservan la forma. Caso de las pólvoras de tipo degresivas, cuyo máximo nivel de

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