CONTAMINACION POR RUIDO

Los ruidos, y no los sonidos, se han convertido en un componente omnipresente y habitual de la convivencia en las sociedades modernas. A pesar que en tiempos remotos el ruido denotaba a una sociedad “viva” y se aceptaba como un fenómeno natural, ha dejado de serlo, para convertirse en algo indeseado y en cierto punto perturbador para la tranquilidad de los seres vivos. La población está en crecimiento y con ello el anhelo de satisfacer sus necesidades de transporte y comodidad ha provocado un incremento considerable de la cantidad de ruido por las actividades que llevan a cabo. Así, el ruido, considerado como una sensación desagradable y molesta, es causa de preocupación, por sus efectos sobre la salud y el comportamiento humano.

En el año 1972 debido a sus consecuencias negativas, el ruido fue reconocido oficialmente como agente contaminante por Naciones Unidas. En nuestros días, el ruido es considerado como una forma importante de contaminación y una clara manifestación de una baja calidad de vida. Además, esta situación es confirmada, percibida y tenida muy en cuenta por el ciudadano urbano, cada vez más exigente, concienciado y comprometido con el medio ambiente y el desarrollo sostenible.

Este trabajo presenta los resultados obtenidos de las mediciones realizadas durante 1 mes de muestreo (2 veces por semana), cuya finalidad principal ha sido evaluar y dar a conocer la preocupante situación acústica existente en la ciudad de Poza Rica Veracruz, México. Las mediciones se llevaron a cabo empleando los métodos tradicionales de medición de la contaminación por ruido, basados en el uso de variables físicas (decibeles), y un dispositivo sensible al ruido (sonómetro). Se midieron 3 puntos representativos del primer cuadro de la ciudad y en cada punto se tomaron 10 muestras del ruido generado por las fuentes móviles y fijas.

El promedio total de decibeles en los puntos de muestreo fue de 78.75202778 dB. El máximo nivel encontrado fue de 95.1dB y el mínimo de 66.0 dB. Los resultados demuestran que el número de decibeles emitidos por las fuentes móviles, sobrepasan los límites máximos permitidos que establecen las NOM’S 080 y 081 SEMARNAT-1994.

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