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Cartas De Un Anciano A Un Joven Abogado


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2013  •  2.571 Palabras (11 Páginas)  •  2.992 Visitas

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CARTAS DE UN ANCIANO A UN JOVEN ABOGADO

En el primer capítulo el saludo, éste personaje hace referencia a que el a pesar

de conocer bastante acerca del derecho cree en la justicia, la cual es el valor

principal de los abogados y cree en la abogacía. Habla del concepto que tiene

acerca de ésta profesión, ya que muchas personas creen que es una profesión de

rateros, falsos y corruptos, mientras él la considera como la profesión más noble

de la tierra, y cree que quienes la hubiesen elegido y no piensen del mismo modo

deben abandonarla, ya que significa deslealtad para la profesión y para ellos

mismos. Se mencionan las cuatro virtudes que según Cicerón se deben tener para

ejercer la profesión y hacen al hombre honesto, estas son: justicia, prudencia,

fortaleza y templanza.

Acerca de saber si la decisión de estudiar derecho es la más apropiada comenta

que eso sólo se podría saber con el tiempo y las vivencias, es decir, a través de la

experiencia, aunque para esto no se tiene que hablar del éxito o del fracaso como

elemento esencial de saber si fue la decisión correcta o no, e igualmente tampoco

la llamada vocación depende de alguno de estos dos factores, se dice que quien

ve el éxito como el estímulo de su vocación podría ver su sueño frustrado y

confunda la vocación con los beneficios que puede dar el ejercicio de la profesión.

En encrucijadas del abogado comenta que hay dos caminos principales que

puede seguir un abogado egresado; uno puede ser buscar entre los abogados ya

instalados y con experiencia y otra arriesgarse por su cuenta a abrir su propia

oficina; esos son los caminos de un abogado, pues los demás, quienes trabajan

en una dependencia pública o en una empresa privada no conocerán de las

hieles ni de las mieles que experimenta el alma de quien fue defendiendo las

causas de sus clientes, en la primera opción, un abogado encontrará ya todo

hecho para que pueda realizar su trabajo cómodamente, pero a cambio tendrá que

escalar poco a poco y cuando al fin le den un caso para el solo, para que lo

defienda, si no defiende su criterio como debe de ser, lo más probable es que se

convierta en un mediocre más incapaz de gozar de independencia de espíritu ni

libertad profesional, son las encrucijadas por las que pasa un abogado como para

probar día a día si está realmente hecho para esa profesión.

En litigar, camino del abogado el remitente ya decidió ir por cuenta propia a

defender las causas de sus clientes. El abogado experimentado en su respuesta

le comenta acerca de los puestos públicos, que está mal que sean ocupados

porque poseen una recomendación o por personas que no han pisado los

tribunales para aclamar justicia para sus clientes, debería de ser requisito que

hubiesen ido a estos en defensa de algún caso; describe la actitud que tienen los

empleados judiciales, desde el archivista hasta el juez; además de soportar esto

también tendrá resoluciones que no estén a su favor y casos en donde no

obtendrá mucha remuneración por la situación económica de sus clientes, habrá

obstáculos para sostener su oficina, pero al final valdrá la pena, y como los

funcionarios públicos no saben nada de esto ya que tienen un ingreso seguro es la

razón por la que son injustos e indolentes.

En el alma al litigio, el alma al juicio se dice que la abogacía no tiene como fin la

riqueza económica como otras profesiones y que no debe verse como una escala

social o económica; entre tomar un gran número de asuntos y llevarlos al

resultado pero sin darles mucha importancia o atender pocos pero con mayor

cuidado aunque no se tenga la misma remuneración económica, es decisión de

cada abogado, pero la respuesta es que no deben tomarse más asuntos de los

que material y temporalmente se pueden atender con la misma dedicación. Se

compara en el derecho con artes, ya que en el proceso el abogado va

transmitiendo partes de su alma; y para resolver un caso debe tener paciencia.

En los caminos del abogado habla de las decisiones que se toman deben

hacerse con cuidado y previendo el futuro, sin importar lo que los demás digan,

para tomar una decisión nada más importante que hacerlo con calma, prudencia y

tranquilidad, aunque otros lleguen más rápido a la meta, éstos ya no tendrán

animo o fuerzas de disfrutar porque estarán agotados del camino, por no actuar

con la paciencia adecuada. Lo que se debe pensar en el camino es que se es

único y se debe procurar ser el mejor, se debe ser compartido, pero no olvidarnos

de nosotros mismos y nuestras necesidades, ya que dar todo de uno no siempre

es bien correspondido. No hay que juzgar por cómo es la mayoría, hay que darse

la oportunidad

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