Carta A Un Joven Profesor
Enviado por annabeatlegirl • 10 de Noviembre de 2013 • 697 Palabras (3 Páginas) • 802 Visitas
CARTA A UN JOVEN PROFESOR
EN EL CENTRO DE NUESTRA PROFESIÓN: LA EXIGENCIA
El centro del sistema
Demuestra sentido común en una sociedad laica y democrática que desea transmitir a todos sus hijos los fundamentos de la ciudadanía.
El trabajo debe anteceder a la MOTIVACIÓN y no a la inversa. Porque es donde se encuentra la raíz de las dificultades pedagógicas.
A partir del momento en que se trabaja con la máxima EXIGENCIA, cualquier actividad humana lleva en sí toda la INTELIGENCIA HUMANA.
La exigencia lo trasciende todo. Basta con ser exigente con todo y con el menor detalle, consigo mismo igual que con los alumnos, tanto como para las tareas más insignificantes y cotidianas como los momentos más excepcionales y con el trabajo con el cual intentamos motivar a los alumnos.
LA EXIGENCIA DE CALIDAD –LLEVADA POR EL DESEO DE ALCANZAR LA PERFECCIÓN HUMANA- ES LA QUE DISTINGUE LO QUE VALE.LO QUE VALE ES JUSTO LO QUE NUESTRO OFICIO NOS OBLIGA A ENSEÑAR.
UNA PREOCUPACIÓN QUE NO TIENE POR QUÉ RUBORIZARNOS: LA DISCIPLINA EN CLASE
No se trata de la disciplina que enseñamos, sino de la disciplina que somos capaces de imponer, las condiciones de trabajo que podemos instaurar durante las clases y que hacen posible la transmisión del conocimiento.
Mantener el orden no puede dejarse únicamente en manos de la administración; la disciplina es el aprendizaje de la escuela.
SEA CUAL SEA NUESTRO ESTATUS SEAN CUAL SEAN NUESTRAS DISCIPLINAS DE ENSEÑANZA, TODOS SOMOS <<PROFESORES DE ESCUELA>>
Enseñemos donde enseñemos y enseñemos lo que enseñemos, a partir del momento en que formamos parte del sistema escolar, somos, antes todo <<Profesores de escuela>>.
Una clase no es un grupo de personas que se han elegido entre sí en función de sus afinidades. Tampoco de personas que comparten las mismas convicciones ideológicas o religiosas. Es un espacio y un tiempo estructurados por un proyecto específico encargada de la transmisión de los conocimientos y la formación de los ciudadanos.
La escuela como institución del encuentro de la alteridad.
Efectivamente la escuela es una institución en la que uno no se elige y en la que debemos, sin embargo, trabajar y aprender juntos.
Es en la escuela en donde descubren que hay otros niños que viven de manera distinta. Donde aprenden que no todos los padres reaccionan del mismo modo. Donde la gente no cree en los mismos dioses.
Ahora
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