Cazadores E Microbios

ANTONIO VAN LEEUWENHOEK

I

La inquietud de este célebre personaje comenzó cuando este aún estaba terminando el colegio, y tenía que elegir una carrera a estudiar.

Pero este hombre estaba lleno de preguntas y dudas que nadie podía explicarle, en ese entonces el padecía un problema de paperas, lo cual le causaba inquietud por saber a qué se debía eso que a él le estaba sucediendo. Impaciente por encontrar una respuesta lógica que le explicara dicho suceso, recurrió a su padre para que lo orientara, llevándose a si una gran decepción ya que él no respondió como Leeuwenhoek lo esperaba. Su respuesta fue un tanto supersticiosa porque le dijo que se debía al espíritu maligno de las paperas dejando al chico con las mismas dudas.

Años más tarde cuando Leeuwenhoek tenía 21 años de edad despertó en él una afición por tallar lentes de cristal transparente. Así pues comenzó a crear estos lentes con la ayuda de lupas para que estos reflejaran una vista más grande de aquel objeto que se quería apreciar. Poco a poco fue perfeccionando la técnica para crear las lentes e iba aprendiendo en sus visitas ópticas, la gente lo tomaba a loco e ignorante ya que no lo consideraban sabio. Leeuwenhoek tomaba muestras de todo lo que el anhelaba conocer y descifrar sus componentes, observaba pelos de ovejas castores, troncos e insectos, eran muestras pequeñas pero aun visibles para el ojo humano aunque no de manera detallada pero podía distinguir la presencia de la muestra. Aun así este iba redactando todas sus observaciones y se quedaba maravillado con todo lo que podía analizar, decidió enviar cartas a La Real Sociedad, pero las redactaba en idioma holandés explicando a los integrantes de la real sociedad que debajo de las estrellas se encontraba un mundo aún más pequeño del que los humanos podían percibir a simple vista, pues les decía lo que en sus lentes (fabricados por el mismo) había observado en sus muestras.

En su afán de querer observar todo su alrededor un día, coloco de muestra una pequeña gota de agua de lluvia y fue ahí en donde comenzó su hermosa experiencia y que, en su ignorancia no creía que iba a ser tan trascendente. Descubrió algo a lo que el llamo “bichitos”, admirado y eufórico por lo que observaba le conto a su hija todo lo que esa pequeña gota de agua contenía. En verdad Leeuwenhoek había descubierto un mundo tan pero tan pequeño que no era perceptible al ojo humano y él había abierto la puerta a ese mundo tan pequeñísimo. Observaba distintas especies unos largos otros en forma redonda, unos con patas y otros no; lo que más le sorprendía era el hecho de que eran organismos vivos, tenían movimiento. Después de observar por un largo tiempo estos pequeños seres, surgieron en Leeuwenhoek nuevas dudas, ¿De dónde provenían estos seres?

Este hombre incansable para la sabiduría continuo haciendo observaciones y para darse una idea de la procedencia de estos seres hizo un par de recolección más de gotas una del agua limpia y gota de agua sucia a lo que concluyo que cuando el agua cae sobre un recipiente limpio viene libre de “bichitos” y cuando esta cae sobre una superficie expuesta a polvo y otras cosas es cuando encuentras este tipo de seres. Manifestando que estos seres no caían del cielo como lo imaginaba al inicio sino que vivían en distintas superficies.

Después de observar distintas clases de agua comenzó a probar con algo más y fue como llego a tomar una pequeña muestra de residuo en sus dientes y la puso al microscopio su sorpresa fue al ver la gran cantidad de bichitos que se encontraban en ella, lo curioso es que por su mente no pasaba la idea de que estos bichitos eran los causantes de las explicaciones a las enfermedades o incluso de su primordial duda que fue lo que lo llevo a adentrarse en ese mundo pequeño que eran los Causantes de su caso de paperas, en fin el hombre continuo sus investigaciones hasta su lecho de muerte y envió sus cartas a la real sociedad, esto abrió las puertas hacia el mundo pequeño; digamos que Leeuwenhoek fue la llave de la humanidad al mundo de las células ya que después de su muerte los miembros de la real sociedad continuaron con las investigaciones y fue así como se realizaron los diferentes descubrimientos.

LAZZARO SPALLANZANI

II

En este pequeño paso por la vida de spallanzani relata que fue un joven el cual tenía una gran afición a la ciencia y todo de lo que ella venia, fue un seguidor de Leeuwenhoek ya que guiado por los escritos de este y de otros sabios más, fue descubriendo y desmintiendo algunas teorías.

Su padre quería enviarlo a la universidad para estudiar las leyes y él accedió para complacerlo, con la ayuda de un maestro de la universidad de leyes pudo convencer a sus padres de no estudiar para abogado. Logrando así estudiar los misterios de la ciencia.

Años después se consagro como sacerdote pero sin abandonar su afición por la ciencia y los experimentos, spallanzani fue nombrado profesor de la universidad de Reggio en donde explicaba sus lecciones y fue allí cuando comenzó sus estudios con los llamados “animalitos”. Su mayor duda era el origen de la vida, ¿realmente la vida se originaba de manera espontánea?, sus estudios de sacerdote lo inclinaban hacia una idea de que dios había creado todo lo que podíamos percibir pero, realmente como la naturaleza podía trascender y seguir creciendo y reproduciéndose.

Hombres de ciencia presentaban teorías y experimentos que para spallanzani no tenían mucho sentido y se encargaba de hacer el mismo tipo de experimento pero con algunos detalles mejor pensados a manera de perfeccionar la técnica de este, al finalizar cada uno siempre obtenía lo que el en realidad esperaba desmintiendo así a los demás hombres quedaban admirados por su afán de desmentir y llegar hasta los últimos detalles de sus experimentos en donde no solo los llevaba a cabo una vez sino varias veces para así comprobar que sus resultados no eran por casualidad sino a base de hechos y aseguraba que cuantas veces lo repitiera obtenía siempre al final el mismo resultado de un inicio.

Una de sus comprobaciones más fantásticas fue cuando desmintió la teoría de un hombre llamado Ellis quien aseguraba que los animalillos no se reproducían sino que al estar tan juntos y en constante movimiento se golpeaban causando su ruptura y es por esto que en cada vista al microscopio se observaban más. Spallanzani pensó que esta era una teoría realmente absurda y opto por separar a tan solo “un pequeñísimo animalillo” y observarlo para así salir de

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