Ciencia.

La ciencia tiene dos modos en el los científicos pueden tomarla, el primero es aceptar el merito por aquellas aplicaciones de la ciencia que enriquecen nuestras vidas o introducirse en los instrumentos de muerte tanto intencionados como inadvertidos que también se derivan de esta disciplina.

Por tal motivo la ciencia tiene total responsabilidad hacia sus descubrimientos, y es cada ves mas profunda cuanto mas poderosos sean sus productos, tal y como no lo explica la lectura “Cuando los científicos conocen el pecado”, donde nos presentanun caso histórico importante: la carrera del físico Edward Teller.

Teller quedo marcado de joven por la revolución comunista de Bela Kun en Hungría, en la que se expropiaron las propiedades de familias de clase media como la suya, y por la pérdida de una pierna en un accidente de tránsito, que le produciría un dolor permanente. Sus primeras contribuciones iban de las reglas de selección de la mecánica cuántica y la física de estado sólido a la cosmología. Fue él quien acompañó al científico Leo Szilard a ver a Albert Einstein cuando se encontraba de vacaciones en Long Island en Julio de 1939. Una reunión que llevo a la carta histórica de Einstein al presidente Roosevelt en la que apremiaba, a la vista de los acontecimientos científicos y políticos de la Alemania nazi, a desarrollar una bomba de fisión o "atómica". Reclutado para trabajar en el "proyecto Manhattan", Teller llegó a Los Álamos y poco después se negó a colaborar... no porque le desesperara lo que podría llegar a ser una bomba atómica, sino por el contrario: porque quería trabajar en un arma mucho más destructiva, la bomba de fusión, termonuclear o de hidrógeno. (Si bien la bomba atómica tiene un límite superior práctico en su rendimiento o energía destructiva

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