Circulación Oceánica en Golfos

Factores que influyen en la circulación oceánica al interior de los golfos

Carlos   Mario Doria Martínez.   Universidad de Antioquia.

El océano es uno de los determinantes ambientales globales más importantes del planeta y sus procesos se encargan de regular diferentes condiciones tanto a nivel marino como en tierra firme. La circulación oceánica permite la distribución planetaria de grandes flujos de materia y energía que influyen de forma directa en el desarrollo de la vida como la conocemos en el planeta, ya que permite la conexión constante entre diferentes latitudes y longitudes influyendo en los patrones climáticos, biológicos y energéticos de La Tierra.

La dinámica de circulación oceánica está determinada de manera general por factores de gran escala como los vientos y las mareas, pero en los golfos esta dinámica se puede ver alterada por otros factores de escala regional o local. Un golfo es un accidente geográfico en la línea costera que se puede considerar como una cuenca oceánica semicerrada (Jiménez et. al, 2005). En estos lugares los factores oceánicos como las corrientes, la salinidad y las mareas se ven alterados por factores provenientes desde las masas continentales generando particularidades en los patrones de circulación que afectan aspectos como el transporte de sustancias, el desarrollo de la vida marina y por supuesto las actividades humanas.  

La alteración que los fenómenos locales pueden representar para la circulación oceánica en los golfos depende de las características de este último. El golfo de México por ejemplo es un golfo amplio en el que “las corrientes son forzadas por la marea, el viento y la Corriente de Yucatán”, (Martínez & Pares, 1998). En los golfos estrechos los factores locales cobran mayor relevancia el generar cambios en los patrones de circulación. La investigación de Soto-Mardones (1999) en el Golfo de California establece que al ser un golfo estrecho alargado y ubicado en una zona extratropical en el cual la distribución de salinidad y temperatura están determinados por flujos estacionales de calor y humedad; de igual forma las variaciones de temperaturas generadas por los cambios estacionales pueden generar cambios de vorticidad que alteran la circulación por las diferencias de los flujos de calor entre el océano y el continente.( Jiménez et. al, 2005).

Otro de los fenómenos que pueden alterar la circulación marina en los golfos son los flujos de agua dulces provenientes desde tierra firme, en este caso uno de los golfos más representativos es el Golfo de Urabá, debido al aporte de grandes masas de agua dulce que hace el río Atrato. En el extremo sur occidental del golfo se localiza el delta del río Atrato, considerado uno de los más caudalosos del mundo en relación con su cuenca aportando un caudal medio de 2740 m3/s. (Bernal et. al, 2005).

La llegada de los altos caudales del río Atrato al Golfo genera una circulación de tipo estuarino, con aguas dulces saliendo a nivel superficial y aguas saladas entrando a nivel profundo (Bernal et. al, 2005), otros ríos de menor magnitud también aportan sus caudales al golfo de Urabá de tal forma que “las aguas dulces provenientes de los ríos permanecen sólo en los niveles superficiales y durante la época húmeda la salinidad aumenta con respecto a la época de estiaje, debido a que los fuertes vientos de la época de estiaje confinan las aguas dulces dentro del Golfo, mientras que durante la época húmeda los vientos y caudales ayudan al flujo de agua hacia el Norte permitiendo mayor intercambio con el océano abierto” (Molina et al. 1992, Chevillot et al. 1993, citados por Bernal et al., 2005).

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