Conocimiento y conducta, disminución en la propagación del VIH

Conocimiento y conducta

La manera en la que es concebido el VIH en la actualidad es completamente diferente a la manera que se le veía cuando recién empezó a propagarse, surge la pregunta, ¿ha cambiado algo desde entonces más allá de la percepción?, la enfermedad como tal, sigue siendo la misma, solo que ahora la comprendemos mejor, comprendemos la manera en la que se contagia, la manera en que actúa en el cuerpo, y más importante aún, conocemos como puede prevenirse, incluso después de un riesgo de contagio, existen métodos si el tratamiento es próximo a la conducta de riesgo.

Regresando, ¿Realmente ha cambiado algo?, yo creo que sí, se ha visto un avance en cuanto a la concientización de la misma, más gente tiene la información y el acceso a la misma, más gente sabe las posibles consecuencias del virus y cada vez más gente sabe cómo prevenir su contagio, y realmente se ha visto una disminución en la propagación del VIH, sin embargo, aún existen bastantes prejuicios e ideas erróneas respecto al mismo, pero lo que es más peligroso, hay un grupo de gente que está decidiendo directamente no hacer nada para prevenirlo.

Gente que tiene acceso a la información, de hecho y para ser más preciso, gente que me atrevería a decir que ha sido bombardeada con la información desde que la educación sexual paso a formar parte de la educación pública, ha decidido de manera consciente no protegerse, mientras que por otro lado, los tabús, los prejuicios y la falta de información (o lo que en lo que a mi concierne es más peligroso: la información errónea), ha provocado que la enfermedad se siga propagando, en una suerte de contagio no necesariamente del VIH, sino de ideas y conductas de riesgo, de una cultura, que, ha decidido no hacer nada pese a toda la información que está a su disposición o que directamente, no poseen información alguna (o información errónea).

Estos dos ejes, son para mi fundamentales a resolver si queremos detener el VIH, tenemos que diseñar estrategias preventivas (como se ha venido haciendo todo este tiempo) para el segundo grupo que describo (que no tiene un acceso idóneo a la información), siendo lo más difícil, encarar al primer grupo descrito (que tiene la información pero directamente la ignora), ¿será que tenemos que cambiar de enfoque?, ¿la información dada no es suficiente para provocar un cambio en la persona?, no lo sé, nuestro reto como psicólogos será afrontar este problema y darle solución.

                                                                Mauricio Hernández Gálvez

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