Contaminación en Quintero y Puchuncaví

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Contaminación en Quintero y Puchuncaví

Integrantes: Renata Castro

Franco Cavagnaro

Profesor: Guillermo Rivera

Ayudantes: Francisco Cáceres

Anne Marie Huber

Contaminación en Quintero-Puchuncaví

Ambas comunas en tan solo 500 hectáreas sobre su bahía cuentan con unas 15 fuentes contaminantes dedicadas a la refinación de cobre, generación de energía, almacenamiento y distribución de combustible y sustancias químicas. Formándose un cordón industrial que destierra las actividades pesqueras y agrícolas de la zona, también generando que tanto Quintero como Puchuncaví se conviertan en una de las cinco zonas de sacrificio del país. Esta última provocando un descontento en los habitantes ya que en temas de salud se han visto afectados, como por ejemplo en el año 2018 ocurrió un suceso grave en donde más de 1000 personas necesitaron asistencia médica debido a intoxicaciones. Ante esto, no hubo mucho interés por parte de las autoridades para solucionar el problema, el día de hoy no hay medidas que aseguren que este evento no vuelva a ocurrir. Esta situación se puede analizar a partir del libro “El Fausto de Goethe” del autor Marshall Berman, ya que en el encontramos un personaje que, a pesar de ser un sabio en la medicina, filosofía, teología, etc. No se conforma y desea el conocimiento absoluto.  [pic 2]

Profundizando un poco lo vivido en 2018, ocurrió en el mes de Agosto, la mayoría de los afectados fueron menores de edad que habitaban a una corta distancia del Complejo Industrial Ventanas que están expuestos a altas concentraciones de contaminantes respirables como arsénico, material particulado (MP), dióxido de azufre (So2), los cuales son emitidos a la atmósfera por la fundición de cobre de Codelco, las termoeléctricas a carbón de AES Gener, el terminal de petróleos de ENAP, y por las actividades portuarias e industriales ligadas a estas. Estos menores de edad que se mencionan debieron ser trasladados hasta el hospital para ser atendidos, en donde se dan las cifras de 30 alumnos del Liceo Politécnico, 5 asistentes de Educación, 5 niños de la Escuela Valle de Narau, 2 estudiantes del Colegio Artístico Costa Mauco, entre otros. Todos ellos han sido llevados hasta un centro de salud. Si bien se dice que lo que causó esto fue el dióxido de azufre (SO2), no está definido totalmente ya que en Chile no existe una normativa ambiental para compuestos orgánicos volátiles, por lo tanto, al no haber mediciones constantes es imposible contar con un registro de los compuestos que se encuentran en el aire ni el grado de toxicidad que representan para la población local.

Las medidas tomadas por las autoridades respecto a la contaminación y a las demandas de los habitantes no fueron las mejores, ya que en ese momento el Ministerio del Medio Ambiente presentó un retraso en los procesos de dictación y actualización de normas. Incluso, no ha cumplido con los plazos legales para la revisión de normas para contaminantes respirables aplicable en la zona, como son los casos de la norma de termoeléctricas, la de las funciones de cobre o en la norma primaria para material particulado MP2,5, etc. Todo lo anterior da cuenta a la nula preocupación y acción por parte del Ministerio del Medio Ambiente por garantizar una reducción de la contaminación para vivir en un ambiente más limpio. También, en febrero de 2019, a seis meses de las intoxicaciones, la Corte de apelaciones de Valparaíso decidió rechazar los 12 recursos de protección interpuestos en representación de los habitantes de la zona. Sin embargo, unos meses más tarde la Corte Suprema acoge estos recursos, estableciendo responsabilidades de los servicios públicos en su acción frente a las intoxicaciones. Aún así, estas medidas no son suficientes y no aseguran que no vuelva a ocurrir lo mismo e incluso, proponen que, en vez del cierre de las empresas contaminantes, se cierren los establecimientos cercanos a estas para trasladarse a otro lugar con aire más limpio.

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