DEL “REALISMO MAGICO” A LA “MAGIA REAL

Mucho hemos oído hablar en los últimos días sobre “Colombia Realismo Mágico” una campaña adelantada  por entidades del Gobierno nacional en donde se busca mostrar las riquezas paisajísticas naturales del país con la finalidad de reactivar el turismo en zonas como Ciudad Perdida, Caño Cristales o los parques naturales. Como campaña publicitaria ofrece un atractivo interesante, pero para quienes habitamos este país de hermosos contrastes ¿será que el  “Realismo Mágico” colombiano se limita a territorios donde la naturaleza aflora como reina y señora del paisaje sin ninguna intervención del hombre? [pic 1]

“En Colombia la conservación de la naturaleza se ha centrado en áreas  silvestres consideradas libres de “interferencias humanas”, en un concepto de naturaleza protegida como construcción social en las  fronteras de ocupación del territorio” (Andrade & Vásquez, Inedito). Sin embargo, existen  “territorios que se han conformado en medio de procesos de resistencia cultural” donde se establecen implícitamente Acuerdos Sociales entre la naturaleza y las comunidades que toman como espacio de habitación determinado territorio. Allí se realiza un proceso de sinergia y construcción como lo define Andrade (2009). “Culturas Vivas”, donde la sociedad civil desarrolla un estilo de vida comprometido con la  promoción de la relación armónica del ser humano con el ambiente.

En la sabana de Bogotá, a  tan solo 45 km de la capital, encontramos el territorio de Subachoque, un municipio donde el paisaje natural se combina con la cultura histórica de  la sociedad que lo habita. En el municipio de Subachoque, ubicado en el valle del río Subachoque, es un claro el ejemplo de lo que se entiende por paisaje protegido, esto es, “un concepto renovado de paisaje, como expresión integrada y estable de la relación entre el ser humano y la naturaleza” (Phillips, 1998, citado por (Andrade & Vásquez, Inedito)).

La comunidad de Subachoque por medio las ONG, Prosubachoque, Jeymar  y Amigos de Subachoque, han contribuido en forma integral y permanente en la construcción y conservación del paisaje protegido del municipio. Raúl Londoño director de Prosubachoque comento que la labor de conservación se remonta al año 2000 donde por medio de una participación activa con las entidades locales de gobierno se estableció el estatuto de ordenamiento territorial, EOT,  el cual se reglamentó el uso del suelo,  normalizo la subdivisión de los predios en lotes mayores de 2 ha; prohibió la explotación minera, limito el uso suelo rural, impide  el establecimiento de industrias que generen contaminación, impide la construcción de espacios residenciales de alta densidad y el establecimiento de cultivos bajo cubierta.

La acción de la sociedad no se limita  al establecimiento de normatividad, en el 2009 el municipio compró  200 has y  las reforestó  para proteger el Pantano de Arce en el Tablazo, Páramo  de Guerrero “terrenos con vocación forestal y propios de ecosistemas de bosques andinos con especies nativas, pertenecientes a la microcuenca del Río Subachoque ” (Alcaldía de Subachoque Cundinamarca, 2009); Se creó y reglamentó el Distrito de Manejo integrado de Guamal, en el nacimiento del rio Subachoque, y de los 18 acueductos verdales que de allí se alimentan, adicionalmente la comunidad  se ha organizado con el apoyo de las ONG municipales para convertirse en  veedores sociales en el programa de la Controlaría General de la República, para la protección de la cuenca alta del río Bogotá.

La estrategia de conservación del paisaje protegido que los subachoqueños han establecido van más allá del “Realismo Mágico” y se convierten en “Magia Real” que permiten  a los pobladores y visitantes del municipio disfrutar de un paisaje en donde Confluyen armónicamente la Historia, la Cultura, la Sociedad y la Naturaleza.  

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