DESARROLLO HUMANO. El desarrollo multidireccional

DESARROLLO HUMANO

El enfoque del desarrollo de Paul Baltes establece siete principios para delimitar el desarrollo humano. Tres de estos son:

1. El desarrollo multidireccional: Cuando una persona avanza en un área, puede perder en otra, a veces, al mismo tiempo.  Los niños crecen por lo general en una dirección (hacia arriba) tanto en estatura como en capacidades.  Luego, de manera paulatina, el equilibrio sufre modificaciones.  Por lo común los adolescentes refuerzan sus capacidades físicas, pero pierden facilidad para aprender un idioma.  Algunas capacidades, como la de enriquecer el léxico, aumentan durante toda la etapa adulta; otras disminuyen, como la habilidad para resolver problemas desconocidos. Es posible que con la edad se incrementen algunos atributos nuevos, como la competencia.  Las personas tratan de llevar al máximo sus ganancias concentrándose en lo que hacen bien y de reducir las pérdidas aprendiendo a manejarlas o compensarlas.

Interpretación: El autor nos plantea que podemos hacer muchas cosas pero que vamos perdiendo otras. A medida que vamos creciendo tenemos más capacidad intelectual de aprender nuevas cosa, también trae con esto los cambios en el desarrollo físico de la persona.

Ejemplo: Bryan crece físicamente y su capacidad ha aumentado significativamente a medida.  El idioma principal de Pedro ha sido el español y durante todas sus etapas hasta la adulta el seguirá enriqueciendo su idioma; como ya está acostumbrado a dicho idioma la capacidad de aprender otro va disminuyendo.

2. El desarrollo implica modificar la distribución de recursos: Los individuos invierten de diversas maneras sus recursos de tiempo, energía, talento, dinero y apoyo social.  Los recursos pueden usarse para el crecimiento (por ejemplo, aprender a tocar un instrumento o mejorar una habilidad), para mantenimiento o recuperación (practicar para conservar o recuperar un dominio) o para enfrentar una pérdida cuando el mantenimiento o la recuperación no son posibles.  La asignación de recursos a esas funciones cambia durante la vida a medida que se reduce el fondo de recursos disponibles.  En la niñez y a adultez temprana, el grueso de los recursos se destina al crecimiento; en la vejez, a regular las pérdidas.  A mitad de la vida, la asignación se reparte equilibradamente entre las tres funciones.

Interpretación: Tenemos distintos tipos de recursos que podemos utilizar, estos recursos pueden utilizarse para nuestro propio crecimiento. También nos ayudan a enfrentar alguna pérdida como nos indica el autor.  Se habla que en la niñez temprana mientras más fuertes sean nuestros recursos esos nos llevará al crecimiento en la vejez y poder controlarnos ante alguna pérdida.

Ejemplo: Bryan ya ha madurado en su desarrollo y ha sabido como manejar y distribuir sus recursos.  Él se acuesta temprano y cuando se levanta tiene más energía.  Cuando trabaja sabe en que invertir su dinero.

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