Deshidratacion

Explicaremos a continuación casa uno de los reflejos del ser humano, con sus respuestas y vías de integración, además se estableció una comparación entre la teoría y práctica para determinar si los reflejos fueron positivos en la compañera estudiada.

Como primera medida se encuentran los reflejos superficiales, cutáneos o mucosos Jendrassik los ubicaba en el grupo de los reflejos cerebrales, es decir que se trataba de reflejos más bien complicados, cuyo centro no está en la médula, sino en el encéfalo y que presentan un período latente largo. Estos se obtienen por estímulos que actúan a nivel superficial, son polisinápticos, multineuronales y se les considera reflejos de defensa.

Los receptores sensitivos de la piel y tejido subcutáneo responden al tacto, presión, calor, frio y daño. Estos receptores producen señales que dan como resultado a un nivel de las motoneuronas espinales y sus interneuronas, estos se encargan de hacer llegar la información a centros superiores para que se emita una respuesta específica. (Gerhard Thews, Ernst Mutschler, Peter Vaupel, 1983)

En estos reflejos se puede mencionar el consultival o corneano, el palatino, el faríngeo, el nasal, el papilar fotomotor, el epigástrico o abdominal y el plantar los cuales se sometieron a ciertos estímulos para producir su respuesta.

Al estimular al consultival o corneano, con un copito de algodón la respuesta que se produjo en la compañera fue el cierre de los párpados, siendo la vía aferente el trigémino y la eferente o motor el facial VII par. Es un reflejo consensual, por lo que la estimulación en un lado produjo el cierre de los párpados en ambos lados. En una lesión esto permite distinguir si esta afecta a la vía aferente o a la eferente, también permite probar la integridad de la rama oftálmica del trigémino.

“El nervio trigémino es un nervio mixto, sensitivo de la mayoría de los tegumentos del cráneo y cara, es motor de los músculos masticatorios (temporal, masetero y pterigoideo), interviene en la secreción salival y lagrimal. Se origina de dos núcleos motores (superior y masticador) ubicados en la protuberancia y 3 núcleos sensitivos (gelatinoso, medio y superior). Las raíces sensitivas y motoras se dirigen al peñasco y la primera penetra al ganglio de Gasser. A partir de este ganglio salen las tres ramas del trigémino: oftálmica (es sensitiva, inerva la frente, cuero cabelludo hasta el vértice craneal, el globo ocular, la córnea, la conjuntiva, etmoides y seno frontal), maxilar superior(es sensitiva, inerva párpado inferior, labio superior, mejilla, nariz, nasofaringe y techo de la boca) y maxilar inferior (es mixta, inerva la porción posterior de la región temporal, parte del pabellon de la oreja, conducto auditivo externo, mejilla, labio inferior, mentón, suelo de la boca, dos tercios anteriores de la boca y mucosa de la mejilla)”

Ilustración 2. Reflejo Cornenao. Imagen Tomada de: http://www.gastromerida.com/secciones/semiologia/neurologico/quintopar.html

Al tomar un baja lenguas y estimular el palatino, se observó una elevación del velo del paladar en el individuo y en la estimulación de la mucosa faríngea se produjo una elevación del paladar blando y nauseas. En ambos casos tanto en el reflejo del palatino como en el faríngeo, la vía de integración es el glosofaríngeo-vagal (IX y X), estos dos pares se exploran conjuntamente.

“El reflejo faríngeo o reflejo nauseoso es una contracción refleja de la parte posterior de la garganta, provocada por tocar el techo de la boca, la parte posterior de la lengua, el área alrededor de las amígdalas y la parte posterior de la garganta. Es, junto con otros reflejos digestivos tales como aero reflexiva, deglución faríngea, impide que algo entre en la garganta, excepto como parte de la deglución normal y ayuda a evitar que el individuo sufra de algún ahogo.”

Por otra parte, para la estimulación del reflejo nasal, se utilizó un copito de algodón con el que se tocó la mucosa nasal. La compañera experimentó unas cosquillas en el orificio nasal estimulado, lo que posteriormente le provocó un estornudo, debido a la irritación de la pituitaria que evalúa la función sensitiva trigeminal, lo cual fue descrito en párrafos anteriores. Sin embargo cabe señalar que este reflejo se da en el núcleo ambiguo del vago, con el núcleo del hipogloso y con los centros bulbomedulares que intervienen en los movimientos respiratorios y en el estornudo (reflejo estornutatorio).

En cuanto el reflejo fotomotor, este es una función del sistema nervioso parasimpático que controla la luz que es recibida al interior del ojo; la compañera presentó una contracción de la pupila en respuesta al estímulo luminoso al que fue expuesto. Ya que se proyectó la luz de una linterna sobre el ojo y se observó la disminución del tamaño en esta. Esto se debe a las vías aferentes del nervio óptico (par craneal II) y a las vías eferentes del nervio motor ocular común (par craneal III) (Alder, 2004)

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