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Dimensiones De La Sexualidad

SamaelLara30 de Mayo de 2013

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Dimensiones de la sexualidad

La sexualidad se puede observar desde ángulos distintos, aunque en la realidad siempre se mezclan. 1-Dimensión erótica: Todo aquello que se encamina a al estimulación erótica, al placer y a la descarga tensional.2-Dimensión afectiva: La capacidad de comunicarnos, de manifestar ternura y afecto, la sincronía emocional y los lazos quesee establecen entre las personas serían elementos importantes de esta dimensión.3-Dimensión reproductiva: La sexualidad es una parte integrante de la personalidad que nos permite comunicarnos, dar y recibir afecto y placer y tener hijos/as sólo en el caso de que se deseen, libre y responsablemente. Ser madre o padre es un hecho importante y bonito. Sin embargo deber ser fruto de una decisión madura y libre, ya que requiere seguridad, afecto, unas condiciones económicas mínimas....Y por último, no dejemos nunca de buscar soluciones, información, de leer, de contrastar opiniones y vivencias. Esta es la base que puede permitirnos optar y decidir. Cuando nacemos tenemos un potencial extraordinario en nuestro interior. Y sólo en la medida en que nos desarrollamos, estas posibilidades personales se concretan en capacidades reales. Y lo hacemos en esta sociedad que evoluciona, desecha tabúes y miedos ancestrales, supera poco a poco la discriminación y la intolerancia. La sexualidad se enriquece y se aprende a la largo de la vida, pocas cosas en el sexo son instintivas.

Sexualidad

La sexualidad es el conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológico-afectivas que caracterizan el sexo de cada individuo. También, desde el punto de vista histórico cultural, es el conjunto de fenómenos emocionales, de conducta y de prácticas asociadas a la búsqueda del placer sexual, que marcan de manera decisiva al ser humano en todas y cada una de las fases determinantes de su desarrollo en la vida.

Durante siglos se consideró que la sexualidad en los animales y en los hombres era básicamente de tipo instintivo. En esta creencia se basaron las teorías para fijar las formas no naturales de la sexualidad,[cita requerida] entre las que se incluían todas aquellas prácticas no dirigidas a la procreación.[cita requerida]

Sin embargo, hoy se sabe que también algunos mamíferos muy desarrollados, como los delfines o algunos pingüinos, presentan un comportamiento sexual diferenciado, que incluye, además de homosexualidad (observada en más de 1500 especies de animales) ,1 variantes de la masturbación y de la violación. La psicología moderna deduce, por tanto, que la sexualidad puede o debe ser aprendida

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La afectividad.-“La afectividad es considerada como una dimensión fundamental de la persona” (OECS 20). Ahora bien, la afectividad, es decir, la necesidad y capacidad de ser amada y de amar, que constituye el núcleo mismo de la persona humana y que es, por ese motivo, irrenunciable, es la dimensión más honda de la sexualidad humana. Por eso, bajo ningún pretexto y por ninguna razón puede desconocerse, olvidarse o -lo que sería peor aún- ahogarse esta dimensión esencial del ser humano, varón o mujer. Todas esas actitudes, no infrecuentes en la vida religiosa, llevan inevitablemente al deterioro de la personalidad afectiva, al desequilibrio y a la frustración. La virginidad consagrada no implica, de ninguna manera, la renuncia al amor, sino a los límites en el amor. Supone y exige una clara renuncia a todo lo que sea 'mediación', exclusivismo o polarización en el amor. Y es, por su misma naturaleza, una nueva forma de amar: la forma de amar propia del Reino. La virginidad es amor desinteresado, gratuito y personal. En ella se ama a cada persona por sí misma, por su inviolable identidad, se la ama sencillamente por amor, porque es ella, sin buscar nada a cambio. “La virginidad es vocación al amor…La virginidad implica, ciertamente, renuncia a la forma de amor típica del matrimonio, pero asume a nivel más profundo el dinamismo, inherente a la sexualidad, de apertura oblativa a los otros, potenciado y transfigurado por la presencia del Espíritu, que enseña a amar al Padre y a los hermanos como el Señor Jesús” (OEAH 31).

“En la virginidad y el celibato, la castidad mantiene su significado original, a saber: el de una sexualidad humana vivida como auténtica manifestación y precioso servicio al amor de comunión y de donación interpersonal. Este significado subsiste plenamente en la virginidad, que realiza en la renuncia al matrimonio el ‘significado esponsalicio’ del cuerpo mediante una comunión y una donación personal a Jesucristo y a su Iglesia, que prefiguran y anticipan la comunión y la donación perfectas y definitivas del más allá” (PDV 29).

Hay que reconocer, sin embargo, con absoluta lealtad, que muchas veces, en la vida religiosa y en la vida sacerdotal, por la forma de entender la castidad y el celibato -más en la línea de la renuncia ascética que en la línea de la oblatividad y de la generosidad en el amor- la afectividad de las personas ha sufrido un notable 'deterioro' o, por lo menos, no se ha desarrollado convenientemente. Pero, si esto sucede -hay que advertirlo- es precisamente porque no se vive la auténtica virginidad evangélica, al estilo de Cristo, aunque se practique escrupulosamente la 'castidad', como virtud reguladora del apetito genésico. Replegarse sobre sí mismo, cerrándose a los demás, con el pretexto de amar más a Dios y de guardar la 'castidad', es una lamentable confusión de ideas y de ideales y un pernicioso engaño, y hasta una ridícula caricatura de la virginidad consagrada, que atrae sobre ella el desprestigio y el descrédito. La 'castidad' así vivida es una 'falsificación' de la virginidad.

“Por otra parte, al hombre le cuesta mucho comprender y sobre todo hacer realidad, que el amor puede ser vivido en la donación total de sí mismo, sin exigir necesariamente la expresión sexual... Una de las mayores contribuciones que el religioso puede aportar a los hombres de hoy, es ciertamente la de manifestarles, más por su vida que por sus palabras, la posibilidad de una verdadera dedicación y apertura a los otros, compartiendo sus alegrías y siendo fiel y constante en el amor, sin actitudes de dominio ni de exclusivismo” (PI 13).

DIMENSIÓN SOCIAL

Dimensión Social

La esencia de la sexualidad es la relación con las demas personas, por su propio carácter, es para vivir las emociones desde el género sexual,es amar,generar vida, ayudar al desarollo de los demas,entrar a una relación cercana con Dios,incluyendo lo espiritual y tambien lo sexual.

La sexualidad tiene repercusiones sociales claras, en diferentes países se presenta el aumento de las madres solteras adolescentes, el aborto usado como medio de control natal, el abuso sexual a tantos niños y niñas que son hoy instrumentos del el negocio y difusión de la pornografía.

Por otra parte en Europa, algunos gobiernos dan incentivos económicos, a los padres de familia que tengan más de dos niños, siendo esto una manera tambien,de la dimensión social de la sexualidad.

La dimensión ética de la Sexualidad trata, de ayudar a la persona a pensar y a hacerse responsable de su vida, de su conducta, de sus proyectos, de sus valores.

Al valorar la Sexualidad y el cuerpo se aprende, que es importante darse permisos y tambien el negarse el permiso.En el marco del respeto a la persona y a la vida.

Los límites son positivos y necesarios para la maduración, ya que permiten conseguir lo que previamente hemos decidido como algo nuevo para nosotros, poner límites ayudarán a diferenciar entre una relación de amistad o de amante.

LA DIMENSIÓN SOCIAL DE LA SEXUALIDAD

El concepto de sexualidad comprende tanto el impulso sexual, dirigido al goce inmediato y a la reproducción, como los diferentes aspectos de la relación psicológica con el propio cuerpo (sentiese hombre, mujer o ambos a la vez) y de las expectativas del rol social. En la vida cotidiana, la sexualidad cumple un papel muy destacado ya que, desde el punto de vista emotivo y de la relación entre las personas, va mucho más allá de la finalidad reproductiva y de las normas o sanciones que estipula esta mal llamada sociedad.

Además de la unión sexual y emocional entre personas de diferentes sexos, existen relaciones entre personas del mismo sexo que, aunque tenga una larga tradición (ya existía en la antigua Grecia y en muchas otras culturas), han sido hasta ahora condenadas y discriminadas socialmente por influencias morales o religiosas.

Durante siglos se consideró que la sexualidad en los animales y en los hombres era básicamente de tipo instintivo. En esta creencia se basaron todas las teorías para fijar las formas no naturales de la sexualidad, entre las que se incluían todas aquellas prácticas no dirigidas a la procreación. Hoy, sin embargo, sabemos que también algunos mamíferos muy desarrollados presentan comportamientos sexuales diferenciados, que incluye, además de formas de aparente homosexualidad, variantes de la masturbación.

La psicología moderna deduce, por tanto, que la sexualidad puede o debe ser aprendida. Los tabúes sociales o religiosos, aunque a veces digan que llevan la razón en algunas culturas o periodos históricos, como en el caso del incesto, puede condicionar considerablemente el desarrollo de una sexualidad sana desde el punto de vista psicológico.

Nada tiene que ver la procreación con la sexualidad porque según Masters y Jonson, que investigaron por primera vez en un laboratorio los procesos biológicos

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