Dios, cuestión a zangar ESE DEBATE CON TU ABUELO EN NAVIDAD

ESE DEBATE CON TU ABUELO EN NAVIDAD

Hace mucho tiempo en una galaxia muy muy lejana… QUE NO HOMBRE. Tranquilidad, no estoy sentado en una silla delante de un ordenador para contaros la Guerra de las Galaxias, faltaría más. Estoy aquí para algo mucho más importante y satisfactorio para  vosotros. Llevo mucho tiempo intentando reflexionar sobre el origen de la especie humana y la vida en su totalidad. Mis investigaciones están llevándome a un callejón de difícil salida. Sin embargo, hasta en situaciones tan complicadas el cerebro humano tiende a crear estrategias para escapar de la situación. Por ejemplo, si por un desafortunado desenlace de los acontecimientos terminas arrodillado delante de un narcotraficante apuntando con su calibre 34 a tu miserable cabeza, estoy convencido que tu cerebro, como medida desesperada, te ordenaría lanzarte ante él, con un porcentaje de un 0,0000000001% de tumbarle antes de que apriete el gatillo. Como buenos animales que somos, dentro de nuestra forma de ser también empleamos nuestros instintos más primarios de supervivencia para sobrevivir, programados en nosotros desde antes que Jesucristo fuese un trocito de célula dentro de una paloma que se llamaba María (No he leído la Biblia, perdonen mi ignorancia y mis erróneos métodos de expresión).

Ay… el eterno debate que divide al jodido mundo en 2 bandos totalmente opuestos. El Barça-Madrid de la cultura y el comprendimiento de las cosas. Dios o Ciencia.

Permítanme aclarar una cosa. Si, escribo esto desde la más solemne subjetividad. Yo no creo en dios, y hasta que no se me presente como a Mahoma se le presentó Juan Gabriel no pienso creer en él. He de decir que la ciencia tampoco ha conseguido transformar todas sus investigaciones y teorías en una ley universal que demuestre al mundo que dios no es nada más que un cuento Cristiano. Sin embargo yo también puedo decir que estoy escribiendo esto junto a un unicornio rosado dentro de una nave extraterrestre de origen Plutoniana. A ver quien lo demuestra y quien no, solo tengo que encargarme de que nadie me vea mientras escribo esto.

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