Educacion

GALVEZ, Grecia,

“LA DESCRIPCION DE LAS FIGURAS GEOMETRICAS

EN EL APRENDIZAJE DE LA GEOMETRIA”

Durante los primeros años de la enseñanza básica los niños observan, manipulan y denominan diversas figuras geometrías, como cuadrados, círculos, triángulos, etc. Sin embargo, generalmente los alumnos se basan solo en la percepción global de estas figuras para identificarlas. No son capaces de especificar, por ejemplo, las diferencias entre un cuadrado y un rectángulo, a pesar de que pueden decir que el primero se parece a una ventana y el segundo a una puerta. Además, con frecuencia centran su atención en características accidentales de una figura, como su posición, para inculcarla o excluirla de una cierta clase. Por ejemplo pueden pensar que una ventana tiene la forma de un cuadrado, mientras que un rombo no lo es pese a que si rotamos la figura podemos verificar que son congruentes.

Se espera que a través de estas actividades los alumnos desarrollen su capacidad de analizar figuras geométricas y, relaciones espaciales.

Para ello se les pide que describan, mediante un texto escrito que no incluya dibujos, una figura dada. Otros alumnos que no han visto antes esta figura, tratan de construir una igual, a partir de la descripción hecha por sus compañeros. La sobre posición de ambas figuras permite decidir si la comunicación entre autores y receptores del mensaje fue o no efectiva. La repetición de este proceso, alternada con debates, dirigidos por el profesor, promueve la toma de conciencia, por los alumnos, de aquellas de las características de las figuras que son relevantes para su reproducción exacta (cantidad y medida de ángulos, lados, diagonales, etc.). El desglose de la s figuras en sus elementos constitutivos se va produciendo de una manera natural, correspondiendo al profesor la sistematización de los conocimientos que los alumnos van adquiriendo.

El análisis de los trabajos de los niños que se relata en el informe no se propone como un modelo de lo que los profesores tendrían que hacer en cada clase. el ritmo de las actividades escolares no lo permitiría. La responsabilidad de observar, analizar y producir conocimientos validos sobre la realidad escolar no puede recaer exclusivamente sobre sus actores. Somos los que, desde afuera nos acercamos al mundo de la escuela para conocerlo, tienes que tenemos que cargar con el mayor peso, en la sistematización de los datos recogidos. Sin embargo, esta sistematización perdería su sentido si llegara solo al circulo de los investigadores en educación o, pero aun, a sus archivos. De la misma manera en que los alumnos valoran los conocimientos que adquieren en la medida en que descubren como y donde utilizarlos, esperamos que los profesores que lean este trabajo lo

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