Educación

Refleja la importancia de los valores en la educación, resalta el gran compromiso que tiene el proceso de educar, un gran optimismo para que ejercer esa gran labor, porque educar es creer en la perfectibilidad humana, en la capacidad innata de aprender y en el deseo de saber que la anima, que pueden ser sabidos y que merecen serlo, que podemos mejorar unos a otros por medio del conocimiento.

Pese al hecho de sentir desanimo e impotencia, a depresiones, a desalentada fatiga acompañada por la sensación de sufrir abandono en una sociedad exigente pero desorientada e independientemente de las autoridades y el sistema que nos compone, poder hacer a un lado este tipo de situaciones nos podría en una cúspide satisfactoria en uno mismo, sin esperar que se reconozca NUESTRA LABOR DOCENTE.

Tener una educación como válida y valiosa, como acto de coraje, un compromiso, desafío, dedicación, aportar valores en las personas, pero sobre todo hacer que amen estudiar, que encuentren un significado siendo aplicable a su vida diaria.

Para hacer un buen maestro de vocación, con ética moral y profesional, y lo mejor MANTENER UNA ACTITUD POSITIVA.

Hemos escuchado hablar de “formar hombres y mentes libres”; libres en reflexión, análisis, para adquirirlo no tendremos otra forma más que habituar a los alumnos a leer, investigando, encontrarle sabor y felicidad aprendiendo cosas nuevas.

Dentro de las ciencias de la Educación, nos encontramos para formar moral, personas de bien, que gusten por saber más; un buen docente integra características diversas que permitan motivar, entender, aprender, aplicar y mejorar, ser líder, dinámico, formador, innovador, que sepa trabajar en equipo y colaborativo.

Un docente de telesecundaria, no solo planea las asignaturas, es psicólogo, es amigo, hasta llegar a suplir un poco la figura de papá y mamá, es el confidente, aplica valores para formar hombres y mujeres de bien.

De forma grupal e individual conocer a los alumnos para poder planear, desarrollar competencias, e incluso complementar una mejor rúbrica para la evaluación, es tomar en cuenta particularidades que nacen en las actividades diarias, adecuando planeaciones, tomando en cuenta su entorno social, familiar y económico; para poder despertar en los alumnos lo mejor de ellos,

Tenemos que enfrentarnos a diversas circunstancias con los alumnos para que aprendan, ya que se encuentran en la fase de cambio como adolescentes, aparte de tener el “sueño americano”, recordemos que los alumnos se encuentran en comunidades rurales, donde lo único que esperan es concluir la Telesecundaria para poder salir del país e irse a trabajar, por lo que; no tienen un interés de hacer vida en su lugar de origen, y la escuela la ven como obligación familiar, en otros casos por los estímulos económicos que les ofrecen a las familias con las becas “progresa”,

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