Efectividad de las estrategias de prevención de la deserción de básica y media en el Departamento del Quindío a la luz de la gestión pública
cesarcastelDocumentos de Investigación20 de Mayo de 2016
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Efectividad de las estrategias de prevención de la deserción de básica y media en el Departamento del Quindío a la luz de la gestión pública[pic 1]
Carolina Sánchez Hurtado
Escuela Superior de Administración Pública
Especialización en Gestión Pública
Armenia, 10 de Mayo de 2016
Resumen
El presente ensayo tiene como propósito abrir un debate en torno a la efectividad de las estrategias de prevención de la deserción de básica y media en los municipios del Departamento del Quindío desde la gestión pública.
El problema de la deserción en Colombia ha sido abordado desde la institucionalidad como una de las prioridades en el Gobierno nacional y departamental, ya que desde esta mirada se han diseñado políticas e implementado planes y programas para lograr el regreso de los niños a la escuela, con el fin de que culminen sus estudios, sean formados integralmente y se conviertan en líderes de su desarrollo y el de sus comunidades a futuro.
El Departamento del Quindío ha hecho grandes esfuerzos pero a pesar de la implementación del Programa de Alimentación Escolar – PAE y del programa de asignación de subsidios para transporte, la gestión se queda corta, por cuanto que los índices de deserción en el departamento aumentaron considerablemente este último año.
Queda la reflexión para que desde la administración pública se haga una revisión particular en los planes y programas orientados a la reincorporación del niño a la escuela, para que de esta manera se contribuya de manera importante a su desarrollo, a su formación integral, que aporten en la construcción de una sociedad que requiere cada vez más actores sociales comprometidos con su comunidad.
Palabras clave: deserción, gestión pública, comunidad educativa,
Efectividad de las estrategias de prevención de la deserción de básica y media en el Departamento del Quindío a la luz de la gestión pública
La deserción escolar en Colombia ha sido una problemática que se ha presentado a lo largo de la historia y que ha puesto a la institucionalidad gubernamental a diseñar políticas y estrategias de retención para erradicar el analfabetismo, extender el período de tiempo que los niños asisten a los centro educativos, lograr que su ingreso inicie en edades acorde con el sistema educativo y perdure hasta finalizar su educación superior, adicional a ello se han asignado recursos suficientes para llevar a cabo esta labor y se han implementado programas que garanticen que esto va a suceder, pero en muchos casos ha sido en vano y los resultados no han sido los mejores.
Lo anterior ha permitido cuestionar qué tan contundentes han sido los planes y programas que desde la administración pública se han llevado a cabo o mejor aún qué tan efectivas han sido las estrategias de prevención de la deserción para básica y media, específicamente en el Departamento del Quindío?
Las transformaciones que ha tenido el Sistema Educativo Colombiano para básica primaria y secundaria en los últimos 25 años, ha sido una de las grandes preocupaciones que ha tenido el Gobierno Nacional por garantizar la prestación de un servicio educativo efectivo y eficaz, de acuerdo con las diferencias regionales, como es el hecho de haber descentralizado los servicios de educación básica e involucrar a los diferentes actores del proceso al interior de los municipios y ciudades del país. Es así como la Ley General de Educación (1994), establece que el Estado debe “facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación”, imprimiendo sentido a la voluntad local para fortalecer el sistema, generando estrategias que permita que en los estudiantes y en sus familias se fortalezca su sentido de pertenencia hacia el sistema educativo, que les facilite las herramientas para permanecer en él, se construyan verdaderos ciudadanos para que a futuro ellos sean los líderes que contribuyan al desarrollo de su región .
La ley de educación (1994) considera a la familia como núcleo fundamental de la sociedad y asigna en ella la responsabilidad de la educación de sus hijos, es decir, matricularlos para que reciban este servicio, velar por su asistencia, cumplimiento, rendimiento y comportamiento, al igual que desde su seno educarlos dentro de un proceso formativo para una educación integral, que parte de la familia y se consolida en la escuela.
Así mismo define la educación formal con el fin de incentivar en el educando aquellos conocimientos, habilidades, aptitudes y valores para darle solidez a su desarrollo integral, formando su personalidad, su capacidad para asumir deberes y derechos, fortalecer sus valores, estimular su autonomía y responsabilidad y, en especial formar una conciencia educativa duradera, que le garantice que este proceso integral requiere de un esfuerzo individual, familiar e institucional para que sea duradero y se cumpla dentro de los términos establecidos para tal fin.
Es así como la Constitución Nacional (1991) en su artículo 356 establece como educación básica obligatoria la educación primaria y secundaria, considerando la educación básica, la orientada a preparar al educando, desarrollar sus habilidades para leer, comprender, escribir, escuchar, hablar y expresarse, profundizar su razonamiento lógico y analítico, consolidar sus valores.
En la educación básica en el ciclo de primaria, se busca formar valores, fomentar el deseo de saber y aprender, desarrollar habilidades, fortalecer su capacidad de expresión, realizar operaciones y potenciar la lógica y la solución de problemas, entre otros. En tanto que la educación básica de secundaria, se pretende estimular la comprensión textos y la expresión oral y escrita, el razonamiento lógico, plantear, interpretar y solucionar problemas, entre otros.
Por lo anteriormente expuesto, son infinitas las iniciativas del gobierno, en la búsqueda de ampliar considerablemente la cobertura e incentivar el mejoramiento y calidad de la educación colombiana, contribuyendo con ello a cerrar el distanciamiento entre el acceso y la calidad del servicio, buscando además que menos alumnos dejen la escuela a edades tempranas y se fortalezca una educación de excelente formación para enfrentar los cambios sociales, políticos, económicos y culturales de la nación.
Vale la pena mencionar como eje articulador del mejoramiento de la educación el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018, el cual ha sido estructurado bajo estrategias regionales de desarrollo, en el cual el Departamento del Quindío se enmarca dentro de la estrategia “Eje cafetero y Antioquia, capital humano innovador en territorios incluyentes”, cuyo propósito es cerrar las brechas que existen a nivel social, para este caso, en cuanto a cobertura se refiere, cuyos pilares centrales son la paz, la equidad y la educación.
Uno de los mayores retos que tiene el PND es que el compromiso de los actores sociales e institucionales involucrados en el desarrollo nacional, trascienda de tal manera que los gobiernos planifiquen con prospectiva, así como también garanticen una participación de la sociedad civil, la academia y el sector privado, considerando la educación como un instrumento que facilita la igualdad social, lo que permite acercar al país a “altos estándares internacionales y la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos”. (PND, 2014-2018)
Es así como en el artículo 52, propone que “la educación inicial es un derecho impostergable de los niños y las niñas menores de cinco (5) años de edad”, planteamiento realizado en coherencia con la Ley general de educación. El PND contempla la educación inicial como “un proceso educativo y pedagógico intencional, permanente y estructurado, a través del cual los niños y las niñas desarrollan su potencial, capacidades y habilidades por medio del juego, el arte, la literatura y la exploración del medio, contando con la familia como actor central de dicho proceso” (PND, 2014-2018)
Ante este interés que se tiene por una educación de alta calidad, inclusiva, sin fronteras , que busca que más niños pertenezcan al sistema educativo nacional y no abandonen las aulas, aumentando con ella los problemas de la sociedad, se requiere de una gestión pública permanente e integral que dinamice el sector y logre evitar que la deserción sea cada vez mayor y estos niños futuro del país puedan culminar su proceso educativo y se conviertan en líderes abanderados de un país que requiere incesantemente actores éticos, proactivos y formados para contribuir al desarrollo de una sociedad resquebrajada por la violencia, las condiciones de pobreza, la desunión en las familias, la pérdida de valores y la falta de la implementación de acciones para garantizar la sostenibilidad de la educación y la permanencia de los niños en las instituciones educativas, lo cual es compromiso de la familia, los centros educativos y la gestión pública local y nacional.
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