El nivel de educación de los ciudadanos

Rivas (2008), afirma que:

“el alto índice de ciudadanos que literalmente son analfabetas, que no saben leer ni escribir lo suficiente para funcionar como ciudadanos productivos pues de veintiún millones de norteamericanos adultos, diecisiete no saben leer. Así, dos millones de analfabetas funcionales surgen en los Estados Unidos cada año… en muchas escuelas, las actividades de lectura y escritura se limitan al uso de un solo texto y a realizar forzados ejercicios de vocabulario”. (p.58).

Esta cita refleja que la crisis de la educación es un fenómeno mundial que se ha manifestado con mayor o menos intensidad en todos los países a partir de la década del 60. En el mundo futuro, la competitividad y la lucha por los mercados mundiales se decidirán en términos de recursos humanos, por lo que la educación tendrá allí un papel crucial.

En América Latina el docente plantea que el logro de la lectura y escritura sólo es posible, cuando el educando alcance la habilidad de decodificar los elementos que conforman el texto escrito y después descifrar el significado o contenido. Es necesario saber que no existe un método infalible y específico, ya que cada niño posee características intelectuales y personales distintas, lo que sugiere el uso de métodos combinados.

Cabe destacar que la situación educativa en América Latina enfrenta una grave crisis que ha sido de especial interés en la comunidad internacional, tal como lo señala Fuenmayor (2007):

“Una de las principales causas de la problemática educativa en América Latina ha sido las dificultades en las competencias de lectura y escritura debido a que las estrategias metodológicas utilizadas no son las más apropiadas” (p.38).

Por otro lado, esta problemática no es ajena a Venezuela, sobre todo en áreas como matemáticas y lengua, ha sido preocupación constante de los sectores interesados en el campo educativo. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por mejorar la calidad de las mismas, los resultados obtenidos en el proceso de comprensión lectora y de producciones escritas, no son nada agradables.

En este sentido, uno de los grandes objetivos que propone la educación, es que los y las estudiantes logren junto con el aprendizaje, la adquisición del lenguaje oral y escrito. Que sin duda alguna, representa un aspecto fundamental para los conocimientos de los educandos sobre todo en los primeros años en los cuales presentan serias dificultades para narrar un texto, graves problemas para organizar la información escuchada, poca facilidad para identificar ideas principales ocultas en la información, debilidades que muchas veces se conservan a lo largo de la educación básica.

Aunado a ello, está la inexistencia, muy marcada de la escasez de hábitos de lectura por parte de los niños y niñas, y una gran dificultad en la realización de producciones escritas espontáneas, quizás porque el proceso pedagógico no está centrado en sus intereses o porque el docente no utiliza estrategias motivadoras de dinámicas de grupo o tal vez por no acondicionar el aula con espacios que propicien o motiven el acto de leer, donde los alumnos y alumnas puedan publicar sus producciones.

Por otro lado, puede asegurase que el Estado Sucre no escapa a esta realidad educativa, tal como lo expresa Guevara (2006) cuando dice que:

“los niños y niñas sucrenses, cursantes de los primeros grados de Educación Básica presentan bajo dominio de la lectura y la escritura, ya que en las aulas de clase no se orienta al niño hacia la construcción de un aprendizaje. Por tal motivo, presentan escaso desarrollo del razonamiento abstracto y de otros procesos cognitivos fundamentales para el ejercicio de las facultades, cultivo desmesurado de la memoria mecanizada, limitado desarrollo de la capacidad para acometer la crítica, la reflexión, pensamientos creativos ”(p.13).

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