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El riesgo de incendios forestales

Ulises QuevedoTrabajo19 de Marzo de 2019

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El riesgo de incendios forestales

- Elemento constitutivo del medio natural: incendios naturales (rayos, ignición espontánea,…: regeneración de la masa forestal)

- El control del fuego por parte del hombre: alimentación, energía,…, obtención de tierras agrícolas y pastos (rozas y quemas de rastrojos). También en las últimas décadas descatalogación de masas forestales y obtención de suelos aptos para urbanizar; obtención de biomasa para producción de pasta de papel; intereses cinegéticos; puestos de trabajo relacionados con incendios,…

- Las consecuencias inmediatas: disminución de la cubierta vegetal, aumento y aceleración de los procesos erosivos, pérdida de biomasa y empobrecimiento del horizonte superficial del suelo; emisión de gases y humos nocivos y cambios en la distribución de las especies

- Entre 1992 y 2001 se han quemado en España 1.366.671 has (el 5% de la superficie forestal total del país). En el contexto mediterráneo nuestro país ocupa el 2º lugar en número de incendios, el 1º en superficie quemada y el 1º en volumen total de pérdidas económicas. Se producen unos 10.000 conatos al año (< 1 ha), unos 8.000 incendios (> 1 ha) y unos 30 grandes incendios (> 500 has). En Canarias, entre 1980 y 1990 se registraron 692 incendios, con un número total de 23.822 has quemadas

1. El fuego y sus elementos

- El fuego es el fenómeno que se produce cuando se aplica calor sobre un cuerpo combustible en presencia de aire (oxígeno)

- Una vez que se ha iniciado el fuego, el calor proporcionado por la combustión produce la energía necesaria para que el proceso continúe y se propague. Hablamos entonces de un incendio. Si este fuego se propaga a través del monte consumiendo combustible vegetales, se denomina incendio forestal

- La condición indispensable para el inicio y el mantenimiento de un fuego es la presencia simultánea de los tres elementos señalados, que configuran el denominado “triángulo de fuego”: combustible aire y calor

- Combustible. Es todo aquello que puede arder y que en el caso de un incendio forestal es básicamente combustible vegetal.

- Aire. Aporta el oxígeno necesario para la combustión

- Calor, que provoca la ascensión de aire caliente, succiona el aire frío a ras del suelo, activando así la combustión

- Tanto para extinguir como para prevenir los incendios es inevitable eliminar o intervenir en alguno de estos elementos

2. Tipos y partes de un fuego

- Los fuegos (entendidos como incendios forestales) se clasifican en tres tipos:

- De suelo o superficie, que se extienden afectando al estrato vegetal más combustible (hierbas, hojarasca, matorrales)

- De copas, que se extiende afectando a las copas de los árboles

- De subsuelo, que se desarrolla por debajo de la superficie, consumiendo materia orgánica seca y raíces. Es uno de los más peligrosos porque no se ve y puede reaparecer en cualquier lugar. No produce llamas, pero puede reavivarlas si encuentra un respiradero (p.e. una madriguera)

- Los fuegos de suelo son los más frecuentes, pues afectan a un combustible que arde con facilidad y es muy propicio para la propagación de un incendio. Los fuegos de copas se producen cuando los de superficie alcanzan las ramas y las partes más altas de los árboles, pero se propagan más rápidamente que las de suelo, debido a la mayor incidencia del viento a esa altura. Los de subsuelo se manifiestan habitualmente después del incendio de superficie

- Por lo que respecta a las partes de un incendio, estas son los siguientes:

- Cabeza o frente principal, por donde el fuego avanza más rápidamente y con más

intensidad

- Flancos o contornos laterales

- Cola o lugar donde el fuego progresa con menos intensidad

- Islas. Son zonas sin quemar dentro del perímetro de un incendio

- Focos secundarios, situados en los extremos del incendio. Se originan como consecuencia de chispas y otros materiales en combustión desplazados por el viento o por pequeñas explosiones

3. Causas de los incendios

- Para prevenir los incendios es preciso conocer las causas que los originan, con el fin de poder actuar contra ellos. De todos los incendios que se producen en España se puede conocer o, por lo menos, lanzar algunas conjeturas, sobre el 60-70% de los mismos, mientras el resto es desconocido. Sin embargo, hay regiones en el planeta en las que el número de incendios de causa desconocida alcanza una cifra superior al 80%, lo que dificulta una prevención eficaz

- De forma general se establecen dos tipos de causas:

a) Las causas estructurales son las que facilitan la aparición y desarrollo de los incendios. Entre ellas sobresale la abundancia de matorral, la escasez de población rural, el desconocimiento de los valores forestales o el descontento por la política forestal

b) Las causas próximas son las que llevan el fuego directamente al monte y pueden clasificarse a su vez en los siguientes tipos: negligencias, fenómenos naturales, accidentes, ánimos de destruir el monte o desconocidas

3. Causas de los incendios

- Negligencias. Son descuidos en la utilización del fuego en el monte. Puede producirse por quemar pastos para regeneración de pastizales o extensión de áreas agrícolas; quema de cultivos para preparación del terreno (residuos agrícolas, rastrojos, ..); quemas en fincas forestales (aprovechamiento de leña, carboneo), hogueras de excursionistas, fumadores, y otros (basureros, vidrios,...)

- Fenómenos naturales, como los originados por rayos, y con menor frecuencia por volcanes y por combustión espontánea de vegetales o residuos en el monte

- Accidentes o sucesos que producen desprendimientos de energía, que dan lugar a combustión sin que hubiera voluntad de iniciar un fuego: ferrocarriles, líneas eléctricas, maniobras militares, motores de automóviles o aviones, cohetes,…

- Incendios causados con ánimos de destruir el monte. Para calificarlo como tales hace falta tener pruebas fundadas. Algunos indicios comunes: momento de inicio del fuego (noche) o lugar (no transitado), o inicio por varios focos. En general, las causas de estos incendios radican en la obtención de pastizales para el ganado, intereses madereros o cinegéticos, especulación del suelo, obtención de trabajo en la extinción, resentimientos contra la administración o particulares, eliminación de especies arbóreas “dañinas”, rencillas, gamberrismo, enfermedad,...

- Causas desconocidas

4. Factores que influyen en el comportamiento del fuego

- Los incendios forestales se comportan de acuerdo con el ambiente en el que se desarrollan. Los factores básicos de estos ambientes son tres: el combustible forestal, la topografía y el tiempo atmosférico. Estos factores, sus reacciones y combinaciones determinan el comportamiento de los incendios

a) Combustible forestal. Los factores que más influyen en el comportamiento del fuego son la cantidad, las dimensiones, disposición, grado de humedad y las especies. En los ecosistemas mediterráneos, las asociaciones vegetales muestran la influencia del fuego desde tiempos remotos. Por su adaptación a las sequías son frecuentes las especies con un elevado contenido en resinas o aceites, cuya concentración aumenta en verano y las hace altamente combustible. Existen incluso formas de adaptarse al fuego de estas especies: diseminación de semillas en fuegos, gruesas cortezas que aíslan del fuego con relativa eficacia. Pero, en general, los incendios hacen cada vez más escasos algunas especies, pues en el Mediterráneo los fuegos repetidos sustituyen los árboles por matorral leñoso que, además, suelen ser típicamente pirófitos. Además, en este mismo ámbito, los cambios sociales y tecnológicos experimentados se han traducido en la interrupción generalizada de las extracciones de leña y brozas en el monte. Ello supone el incremento de la combustibilidad del monte, ya que el fuego encuentra material ligero y bien dispuesto cerca del suelo para que se inicie el incendio, y en cantidad suficiente para que se propague

4. Factores que influyen en el comportamiento del fuego

- En Canarias, la existencia de pisos de vegetación permite un comportamiento diferencial de las especies ante el fuego. Así, la laurisilva se caracteriza por presentar un combustible con gran cantidad de humedad, gran cantidad de combustible muerto, mucha continuidad en la horizontal y en la vertical por el elevado sotobosque, aunque una gran capacidad ignífuga (arde mal y tarda mucho en propagarse). El fayal-brezal tiene menor contenido en humedad, pero un gran contenido en raíces y capa orgánica de cierta profundidad, lo que le hace propicio a los fuegos de subsuelo. El pinar de pino insigne arde con facilidad por su continuidad horizontal, su alto contenido en resina y la compacidad de su madera. El pinar de pino canario arde con más facilidad por la presencia de tea, la existencia de codesos y brezos, pero se trata de una especie adaptada al fuego que rebrota transcurrido cierto tiempo y para el que el fuego natural suponía un mecanismo de ampliación del territorio mediante piñas explosivas y piñones provistos de alas. El retamar de cumbre presenta escasa continuidad espacial pero baja humedad, por lo que los incendios no resultan graves

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