Elon Musk causas y consecuencias de colonizar marte

Hay buenas razones para preocuparse por el futuro de la humanidad. ¿Tenemos un futuro, y si es así, cuánto y de qué tipo? Para la mayoría de las personas, es más fácil sentir estas preocupaciones existenciales por nuestra especie que hacer algo al respecto. Pero algunos están tomando medidas. El 27 de septiembre de 2016, el fundador de SpaceX, Elon Musk, hizo una afirmación audaz y directa: que, para sobrevivir a un evento de extinción inevitable, los humanos tendrían que "convertirse en una civilización espacial y una especie multiplanetaria". Los pulsos se aceleraron y los medios se desmayaron. Aparecieron titulares en la prensa de negocios y tecnología sobre el plan de Musk para salvar a la humanidad. Tanto los expertos como los legos debatieron los detalles de los cohetes, las naves espaciales y el combustible necesario para el viaje de Musk a Marte. La emoción era palpable, y fue evidente en la conferencia de prensa. Durante la sesión de preguntas y respuestas que siguió al anuncio, Musk dijo que su objetivo era inspirar a la humanidad. Un miembro de la audiencia gritó: '¡[Musk] nos inspira muchísimo!' Otro le ofreció un beso.

El plan de Musk para colonizar Marte es una señal de un problema social más antiguo y recurrente. ¿Qué sucede cuando los ricos y poderosos se aíslan de las preocupaciones cotidianas? Musk quiere innovar y dejar la Tierra, en lugar de cuidarla o arreglarla y quedarse. Al igual que muchos de sus compañeros en las clases innovadoras y disruptivas, Musk prefiere morar en la fantasía y la ciencia ficción, lejos del mundo del aquí y ahora. Musk es una utopía , en el sentido griego original: 'no lugar'. Asqueado por el mundo que todos compartimos, sueña con un lugar que no existe.

Su anuncio es paralelo a un momento anterior en la historia de los vuelos espaciales, las misiones Apolo de la década de 1960 para enviar hombres estadounidenses a la Luna. El mismo Musk hizo la comparación, cuando describió las misiones Apolo como "probablemente los mayores logros de la humanidad". El programa espacial de EE. UU. recibió un gran impulso de la competencia de la Guerra Fría con la Unión Soviética, especialmente el lanzamiento soviético del Sputnik en 1957. El extraordinario logro del Sputnik empujó a los líderes políticos y científicos estadounidenses a tratar de restablecer la supremacía científica y tecnológica del país. Las misiones Apolo comenzaron unos años más tarde, con la audaz declaración del presidente John F. Kennedy en 1961, y culminaron con el alunizaje tripulado del Apolo 11 el 20 de julio de 1969. El programa capturó la imaginación de la nación, de hecho, del mundo, y sigue siendo un inspiradora historia de trabajo en equipo

Musk creció lejos del racismo y la violencia sistemáticos que caracterizaron el apartheid en Sudáfrica.

El movimiento por los derechos civiles se tambaleó a fines de la década de 1960, mientras que la preeminencia de Estados Unidos en la exploración espacial persistió hasta la llegada del siglo XXI. Con el final de la Guerra Fría, el impulso político que impulsaba las inversiones en la carrera espacial también colapsó. Los presupuestos de la NASA fueron recortados, y la explosión del Challenger de 1986 y el Columbia de 2003El desastre del transbordador contribuyó al final del programa espacial tripulado. Mientras tanto, los presidentes George W. Bush y Barack Obama intentaron alejar el programa espacial de la dependencia de los contribuyentes estadounidenses. Su solución fue aumentar la confianza de EE. UU. en la colaboración internacional (después del lanzamiento de la Estación Espacial Internacional en 1998) y en asociaciones con empresas privadas. Fundada en 2002, SpaceX de Musk se ha convertido en una de las empresas espaciales privadas más poderosas.

¿Cómo se convirtió Musk en líder del sector más intensivo en capital y cargado de símbolos en la economía de alta tecnología de EE. UU.?

La biografía de Ashlee Vance, Elon Musk: Tesla, SpaceX, and the Quest for a Fantastic Future (2015), proporciona algunos detalles útiles. Musk, un niño privilegiado, creció en una de las casas más grandes de Pretoria en Sudáfrica, lejos del racismo y la violencia sistemáticos que caracterizaron al régimen del apartheid del país. Musk mostró una promesa técnica temprana: cuando tenía 12 años, creó un videojuego, Blastar, ambientado en el espacio exterior.

Sin embargo, no todo fue feliz en el hogar de Musk. Sus padres se divorciaron cuando él era joven, dejando a Musk a cargo de su padre abusivo. El niño desarrolló el hábito de despegarse de la realidad y entrar en un espacio onírico de imaginación. Más tarde, vislumbraría nuevas tecnologías en este estado. Cuando era niño, era conocido como un nerd distraído que corregía los errores de sus compañeros. Fue intimidado. En su adolescencia, Musk fantaseaba con escapar de Sudáfrica hacia los Estados Unidos. Después de graduarse de la escuela secundaria en 1989, siguió adelante con estos sueños, dejando atrás su país empobrecido y racialmente dividido.

Musk se mudó primero a Canadá y luego a los EE. UU., y obtuvo títulos en física y economía de la Universidad de Pensilvania antes de trasladarse a California con ambiciones empresariales. Con un regalo de $30,000 de su padre, en 1995 Elon y su hermano Kimbal crearon una compañía llamada Zip2, que combinaba directorios de ciudades, anuncios y mapas. Cuatro años después, Compaq compró Zip2 por más de $300 millones. La siguiente empresa de Musk fue la banca en línea y los pagos por correo electrónico. Un año después, la empresa de Musk, X.com, se fusionó con PayPal; Dos años después, eBay compró la empresa conjunta por $ 1.5 mil millones en acciones, de los cuales $ 165 millones se destinaron a Elon.

Desde sus inicios en los negocios, Musk desarrolló una reputación de dureza. Reprendió a un empleado que se perdió un evento de la empresa para asistir al nacimiento de su hijo: 'Tienes que averiguar cuáles son tus prioridades. Estamos cambiando el mundo y cambiando la historia, y o te comprometes o no. La autora canadiense Justine Musk, su primera esposa, le contó a su biógrafo:

Elon no es alguien que diría: 'Te siento. Veo tu punto de vista. Debido a que él no tiene esa dimensión de 'te siento', había cosas que parecían obvias para otras personas que no lo eran para él.

El mismo Musk admite que, en sus primeros años como líder, asumió que 'otras personas se comportarán como tú'. Se frustró cuando se dio cuenta de que la gente no se comportaba como él. Carecía de una habilidad natural para empatizar con las experiencias y puntos de vista de otras personas.

Con los pagos de Zip2 y PayPal, Musk había llegado al mundo machista de las riquezas de Silicon Valley. Pero nunca se durmió en los laureles, ni estuvo dispuesto a vivir la vida de un playboy. (A Musk le gusta decir que es '10 por ciento playboy, 90 por ciento ingeniero'). Se enfrentó a una elección: ¿qué hacer a continuación? Soñó en grande. En su discurso de graduación de Caltech en 2012, explicó:

Pensé, bueno, ¿cuáles son algunos de los otros problemas que probablemente afectarán más el futuro de la humanidad? No desde la perspectiva, '¿Cuál es la mejor manera de ganar dinero', lo cual está bien, pero en realidad era '¿Qué creo que afectará más el futuro de la humanidad?'

Musk tuvo dos proyectos: primero, crear tecnologías de energía sostenible, lo que lo llevó a involucrarse con Tesla Motors. En segundo lugar, para ir a Marte, lo que llevó a SpaceX. Existe una profunda distancia moral entre los tipos de problemas que Tesla Motors y SpaceX buscan resolver.

Tesla Motors, fundada en 2003, originalmente lanzó un automóvil deportivo de lujo eléctrico enchufable: el Roadster. Tesla siempre ha trabajado para producir un modelo asequible que haga de los vehículos eléctricos una opción realista para las personas. Con un precio inicial de $35,000, el Tesla Model 3 es un gran paso en esta dirección. Los automóviles Tesla combinan nuevas tecnologías, como baterías de iones de litio mejoradas, con ideas sobre vehículos eléctricos que han permanecido inactivas durante generaciones. El resultado es un coche elegante con un rendimiento fantástico. También sucede que nos mueve hacia la energía limpia.

Musk y sus compañeros Teslans han hecho que los vehículos eléctricos sean geniales, sexys y relativamente asequibles. Eso es encomiable. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer para mover a la gran mayoría de los habitantes de la Tierra hacia la energía limpia. Y hay poca evidencia de que Tesla vaya más allá de los productos de nicho de gama alta. El Tesla Powerwall, por ejemplo, es un sistema de batería que suministra energía a los hogares fuera de la red eléctrica. Pero con un costo de por vida que es más alto que comprar energía de una empresa de servicios públicos, el Powerwall atrae principalmente a los propietarios adinerados que no pueden soportar la idea de estar sin sus dispositivos durante los cortes de energía. A pesar de todos sus ideales y las grandes posibilidades inherentes a ellos, Tesla sigue siendo una empresa que fabrica juguetes para gente rica.

Es en este contexto que se entiende mejor la fantasía de Musk de llevar la civilización humana a Marte. Un viaje a Marte requiere un avance tecnológico impresionante y una riqueza inmensa. Cataliza algo en lo más profundo de la imaginación humana. También está al menos tan alejado de las necesidades y experiencias de los humanos y de la propia sociedad de Musk... como la Tierra lo está de Marte.

Musk insiste en que los humanos, de hecho, "necesitan" ir a Marte. La misión a Marte, argumenta, es la mejor manera para que la humanidad se convierta en lo que él llama una "civilización espacial y una especie multiplanetaria". Esta aventura de otro mundo, dice, es necesaria para mitigar la "amenaza existencial" de la inteligencia artificial (IA) que podría acabar con la vida humana en la Tierra. Las preocupaciones existenciales de Musk y su mirada a otros mundos en busca de soluciones no son únicas entre la élite del mundo de la tecnología. Otros han expresado lo que podría entenderse mejor como una paranoia casi filosófica de que nuestro Universo es en realidad solo una simulación dentro de una computadora gigante.

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