Energías renovables, la estrategia energética del sigo XXI

Energías renovables, la estrategia energética del sigo XXI

En medio de una lucha global, por el dominio de la industria energética, las grandes compañías que dominan el mercado, se mantienen gracias a la explotación de energías no renovables, lo cual no solo genera graves daños al medio ambiente, sino que presionan en diferentes países, para que dicha industria prevalezca. Situación que afecta a las pequeñas empresas que le están apostando a las energías limpias y renovables.

Quienes muestran un mayor compromiso social en medio de la preocupación internacional por temas como el calentamiento global, los desastres naturales, el agotamiento de los recursos del planeta, la crisis ambiental y de la producción de alimentos y las enfermedades relacionadas con la contaminación del aire han generado una necesidad urgente de invertir en el desarrollo de opciones que impacten en menor medida el medio ambiente y le permitan al ser humano seguir avanzando.

Sin embargo, las cifras siguen siendo preocupantes, pues de acuerdo a cifras del Banco Mundial y de la Agencia Internacional de Energía (AIE),  todavía el 80 por ciento de la energía que se  genera y consume en el mundo proviene del petróleo, del gas y el carbón, situación que ha planteado múltiples retos a diferentes gobiernos con el fin de contrarrestar las consecuencias del uso de la energía proveniente de los combustibles fósiles, y mover al mundo con elerngia limpia que no cause daño y deterioro.

 
Hay casos emblemáticos, como el de Alemania, nación que alcanzó en mayo del 2016 un hito mundial, ya que las fuentes de energía solar, eólica, hidroeléctrica y de biomasa (es decir, aquella obtenida a partir de los desechos orgánicos) lograron un 87% de la energía generada en el país.

Otro caso es el de Portugal, quien también ha logrado que su producción eléctrica ya provenga en un 75 por ciento de energía no fósil.

En América Latina hay algunos casos interesantes, como el de Uruguay, que se convirtió en el país del continente con mayor proporción de electricidad generada a partir de energía eólica, con un 22 %, así como Costa Rica, quien consiguió durante los primeros 7 meses del 2016 que el 96,9 % de su red eléctrica se abasteciera de energías limpias; logrando que el 75 % se generará en sus 4 plantas hidroeléctricas, el 12 % por geotérmicas y el resto por las eólicas, las solares y otras fuentes. Solo el 3,1 % provino de plantas a base de  combustible fósil.

De acuerdo al estudio de la Red de Políticas Renovables (REN21), que reúne a más de 500 organizaciones y gobiernos del mundo, reveló datos interesantes, ya que el mercado de la energía solar en el planeta se ha incrementado en un 25%. También destacaron que durante el 2015 se registraron inversiones mundiales por 286.000 millones de dólares en energías renovables. 

El caso de la energía en Colombia

Colombia es un país privelegiado, por su ubicación georgrafica, ya que se ubica en la zona ecuatorial y cuenta con climas y ecosistemas variados. Lo que le brinda un gran potencial para desarrollar energías limpias a partir del viento, agua, el sol, así como los residuos de biomasa, como los de la caña de azúcar, aceite de palma, arroz y plátano.

Tambien ccorren el riesgo de depender de la energía generada por las hidroeléctricas, que continuamente se ven afectados por los fenómenos climáticos que terminan ocasionando largos periodos de sequía y por los efectos negativos por el represamiento de grandes ríos, por lo que depender de esta fuente se ha convertido en un riesgo nacional.

Tan solo el año pasado, Colombia sufrió de un gran apagón por cuenta del fenómeno del Niño, conocido como la crisis energética 2015-2016. (http://www.dinero.com/edicion-impresa/caratula/articulo/racionamiento-energia-colombia-fenomeno-el-nino/215309)

Por ello, algunas agencias como la Asociación de Energías Renovables (Ser Colombia), insisten en la necesidad de complementar la generación de energía con alternativas independientes, como la eólica, solar, geotérmica, mareomotriz y de biomasa, lo que permitiría para cubrir las necesidades energéticas.

Actualmente el país necesita con celeridad, la regulación de energías renovables. por ello, de acuerdo a la agencia, “Ser Colombia”, que agrupa a más de 23 compañías que les apuestan a las energías renovables, el 93 por ciento de la explotación y producción energética está constituida por recursos de origen fósil, un 4 por ciento de hidroenergía y un 2 por ciento de biomasa y residuos. Aunque en el 2014 se aprobó la Ley 1715 para promover las energías no convencionales en el país, solo hasta marzo de este año la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) la reglamentó y estableció que industrias de diversos sectores que producen su propia energía puedan vender sus excedentes a precio de bolsa, que sube en épocas de sequía”. (http://www.alame.org/en/colombian-renewable-energy-conference---barranquilla---agenda.html)

También hay incentivos fiscales, ya que se exonera del pago de aranceles a quienes importen equipos para el montaje de una planta solar u otras de energías no convencionales, como la eólica, lo que ha motivado que más compañías y propiedades privadas y comerciales estén generando su propia energía a través de paneles solares.

Pese a los esfuerzos y la presión social y de un sector de la industria energética, sobre todo aquella que promueve energías limpias, en Colombia requieren que se defina una hoja de ruta concreta para el aprovechamiento de los recursos energéticos de origen renovable, considerando que de acuerdo a los datos oficiales, de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), quienes recuerdan que solo quedan reservas suficientes para cerca de 170 años en el caso de carbón, 7 para el petróleo y 15 años para el gas natural. (http://www1.upme.gov.co/Paginas/default.aspx)

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