Ensayo #9 – DAVID BRUCE Nicole Machado – 20/05/16

Ensayo #9 – DAVID BRUCE

Nicole Machado – 20/05/16

David Bruce estudio en la Escuela de Medicina de Edimburgo, cuando egreso, entro en el Servicio Médico del ejercito inglés, pero no porque le interesara salvar las vidas de los soldados, sino porque quería casarse, y tanto el cómo su novia no contaban con mucho dinero para el matrimonio. Y como resultado obtuvo un sueldo anual de miles de dólares, convirtiéndose en médico militar, donde lo trasladaron a la isla de Malta junto con su novia.

En esa isla había una enfermedad misteriosa muy grave, era conocida como la fiebre de Malta, donde lo que ocasionaba era que a los soldados les ocasionaba dolores insoportables en las tibias. A Bruce le parecía que no era suficiente consolar a los soldados enfermos y darles unas simples píldoras y comprendió que debía buscar el origen de esta fiebre. Monto un laboratorio en un lugar abandonado, sin saber mucho de lo que hacía, empezó a elaborar medios de cultivo a base de caldo de carne y agar, donde coloco al microbio de la fiebre de Malta para que creciera.

Mistress| Bruce era la esposa de Bruce, donde en muy poco tiempo se convirtió en su ayudante de laboratorio y fue su mano derecha durante treinta años, durante varios intentos fallidos de poder cazar a el microbio de esta fiebre, por fin lo lograron  y como recompensa de tanto esfuerzo los trasladaron a otro país. Encontraron que este microbio se encontraba en las ubres de las cabras pero no sabían cómo llegaba hasta la sangre de los soldados ingleses.

No tardaron mucho en dar el primer paso: en la sangre de uno de los caballos enfermos Buce observó entre los glóbulos rojos, que estaban amarillentos y un poco aplastados, muchos microbios unidos moviéndose todos al mismo tiempo y haciendo deslizar la preparación en el campo visual del microscopio, llegó a un espacio libre de aquel hervidero de células sanguíneas, y fue ahí donde descubrió la causa de todo ese problema de animalitos de pequeño ser. En el espacio libre del campo visual fueron apareciendo, cada vez más y más, de estos animales microscópicos, que no se movían así nomas, como hacen los microbios corrientes, sino que actuaban como pequeños dragones inteligentes; cada uno de ellos se acercaba de un glóbulo rojo a otro, donde lo que hacían era atacarlo y tratando de meterse dentro de él., Hasta que de pronto salía disparado en línea recta a esconderse debajo de la masa de células sanguíneas que formaban el borde del espacio libre.

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