Entre la Vocación de Servicio Público y Mentir

Entre la Vocación de Servicio Público y Mentir

Vivo en la ciudad de Arica, en Chile. Una pequeña ciudad que con el tiempo sólo ha sobrevivido a cada Gobierno de turno. En el año 2012 asumió como alcalde de la ciudad el sr. Salvador Urrutia Cárdenas (Oftalmólogo) prometiendo el renacer de esta linda y hermosa ciudad, lo cual no sucedió, y para peor aún, no se evidenció cambio alguno en todo su mandato.

Como un joven profesional, no creo ni apoyo los partidos políticos, ya que ninguno me representa, es por esto que al momento de la elección, no voté por nadie, y no me equivoqué.

Cometo estas dos situaciones, primero la poca vocación de servicio público de una persona que fue elegida democráticamente; y segundo el descontento con la política. ¿A qué me refiero con esto? El asumir un cargo público se trata de planificación y trabajar esforzadamente por una ciudad que está decaída económicamente, ante lo cual se promete mucho y no se hace nada. Esta situación de mentira, me hizo analizar en variados temas, y uno sobre todo, la Responsabilidad Social, ya que en la última década, en la región de Arica, han sido cuatro los parlamentarios, tres los alcaldes, más de una decena de concejales y una veintena de funcionarios públicos, de todos los partidos, los que han sido indagados por delitos como fraude al Fisco, cohecho, negociación incompatible, estafa, desvío de asignaciones parlamentarias y falsificación de documentos, entre otras faltas que han sido revisadas por la Contraloría General de la República y el Ministerio Público.

Todo lo anterior, demuestra el nulo compromiso con la comunidad, poco cuidado y preservación del medio ambiente, baja competitividad y relación con los usuarios y un bajísimo desempeño social, y sobre todo una baja calidad de vida en el municipio. Estas debilidades quedan demostradas en la opinión de la ciudadanía, ya que en cada entrevista que aparece en las redes sociales o la prensa, el descontento es mayor hacia ciertos funcionarios públicos

A modo personal, y por todo lo aprendido, la Responsabilidad Social es un elemento útil y eficaz para mejorar notablemente el modelo productivo de una empresa o servicio público, porque une los criterios de eficiencia, sostenibilidad y prosperidad con el añadido valor de la diversidad, igualdad de oportunidades, respeto, tolerancia, ética y moral.

La RSE por si constituye una gran oportunidad de mejorar los beneficios y bondades de las empresas, ya sean grandes o pequeñas. Varios estudios demuestran que las empresas  que avanzan y progresan en las políticas de RSE obtienen más productividad lo que repercute directamente en los resultados.

Si se hubiera aplicado este concepto en la municipalidad, el cual hasta el día de hoy desconozco si lo aplican, la imagen de dicho servicio público será de una total veracidad, ya que se sabe que los municipios poseen un aceptable desempeño social, el cual, sin embargo, puede y debe mejorar cada día, para así poder asegurar el bienestar de toda la comunidad donde actúan y de cada uno de los funcionarios municipales que se desempeñan en cada una de las instituciones y departamentos.

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