Estabilidad Columna FracTURADA
kokaina11 de Noviembre de 2013
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Estabilidad de la columna fracturada
Concibe dos tipos de fracturas vertebrales de acuerdo al grado de estabilidad en que han quedado después del traumatismo.
1. Fractura estable: Es aquélla en la cual el daño vertebral se reduce a la lesión de uno solo de los tres pilares señalados; generalmente corresponde al pilar anterior, en las fracturas por flexión-compresión. La fractura es estable, su contensión es sólida, no hay daño neurológico y su tratamiento es simple.
La situación es similar en los casos en que la lesión sólo compromete el arco posterior.
2. Fracturas inestables: Son aquellas en las cuales existen por lo menos dos pilares comprometidos; como ocurre, por ejemplo, en las fracturas por estallido, en donde existe compromiso de la columna anterior y posterior.
Por supuesto, si son tres pilares los comprometidos, el grado de inestabilidad será mucho mayor.
Son fracturas de pronóstico extremadamente grave y generalmente complicadas por problemas neurológicos. Por su inestabilidad, obligan a la corrección de la desviación de los ejes del tallo vertebral, a la estabilización de las fracturas y a reparar los daños neurológicos.
Grado de las lesiones
De acuerdo con el grado o magnitud de las lesiones, Denis las clasifica en dos grupos:
• Fracturas con lesiones menores.
• Fracturas con lesiones mayores.
Fracturas con lesiones menores
Son fracturas estables, en que el segmento fracturado corresponde a apófisis transversas, que son las más frecuentes, a apófisis espinosas o de la "pars articular", que son las más raras del grupo.
En general son todas ellas poco frecuentes, provocadas por contusiones directas: puñetazo en el box, caídas de espaldas con golpe directo en la región lumbar, o por contractura violenta de la musculatura lumbar.
Fracturas de lesiones mayores
Se producen como consecuencia de traumatismos de gran energía, que llegan a fracturar las estructuras óseas de uno o varios de los pilares vertebrales.
Es tal la variedad de lesiones que pueden comprometer la estructura esquelética de la columna, que se han debido clasificar en cuatro distintos grupos. A pesar de ello, debe quedar muy en claro que este intento de ordenación no logra incluir a muchas otras, en las cuales la especial estructura de la fractura no se corresponde con ninguno de los cuatro grupos diseñados:
1. Fracturas por flexión-compresión
Tal vez sean las más frecuentes y las de menor gravedad dentro de las de este grupo.
Se producen por un mecanismo de flexión-compresión del pilar anterior de la columna. La vértebra es aplastada en su mitad anterior, adopta una forma en cuña más o menos acentuada. Las columnas media y posterior no se alteran, confiriéndole a la columna la estabilidad propia de este tipo de fractura.
En forma muy ocasional, en angulaciones extremas, puede haber ruptura ligamentosa o aun alguna fractura aislada del arco posterior; la estabilidad sigue sin alteración. No se acompañan de compromiso neurológico.
La tomografía axial computada es muy precisa al determinar el segmento del cuerpo vertebral comprometido:
• Compresión vertebral anterior, con fractura de la cara ventral de la vértebra.
• Aplastamiento de la cara vertebral superior, o craneal.
• Aplastamiento de la cara vertebral inferior, o caudal.
• Aplastamiento de ambas caras vertebrales.
• Aplastamiento de una de las caras vertebrales laterales.
2. Fracturas por estallido (Fractura de Burst)
Representan un 30% de las fracturas de este grupo.
Se producen al soportar una carga ejercida a lo largo del eje vertical de la columna; la fractura es por aplastamiento y generalmente se mantiene el paralelismo y horizontabilidad de las caras craneal y ventral del
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