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Eutanasia


Enviado por   •  21 de Octubre de 2014  •  3.438 Palabras (14 Páginas)  •  156 Visitas

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INTRODUCCIÓN

Por eutanasia se entiende lo siguiente: “ 1.-Muerte sin sufrimiento físico, buena muerte y, en sentido estricto, la que así se provoca voluntariamente. 2.-Doctrina o teoría que justifica laacción de facilitar la muerte sin sufrimiento a los enfermos sin posibilidades de curación y que padecen dolores físicos”

Esto lo veremos desde tres puntos de vista diferentes entre sí como son el punto de vistacientífico, punto de vista ético y punto de vista de la Doctrina Social de la Iglesia.

Es un tema sumamente polémico en el que su argumento central es el que a continuación se detalla:

¿Puede una persona ayudar a morir a un enfermo incurable?

Obviamente, este argumento plantea a su vez una serie de interrogantes sociales y éticos de igual o mayor dimensión que los planteamientos científicos.

Veremos como la eutanasia puede ser un alivio para el que la pide y un suplicio para el que la ejecuta.

VISIÓN CIENTÍFICA DE LA EUTANASIA

Desde un punto de vista científico la eutanasia en nuestra sociedad actual la iremos descubriendo siguiendo los puntos que trataremos a continuación.

Un primer punto es el aumento numérico de los casos de eutanasia. En los últimos años miles de personas han recurrido a la eutanasia para acabar con su vida. En su inmensa mayoría han sido enfermos terminales de cáncer los que recurrieron a esta forma de acabar con sus vidas.

Otro punto característico de hoy es el incremento de las formas de eutanasia. De aquellas más clásicas, para los enfermos terminales, atormentados por el dolor, pasamos ahora a las formas más modernas de eutanasia: se da por ejemplo la eutanasia de los niños nacidos con deformidades, la eutanasia a enfermos parapléjicos, también una eutanasia prenatal, que interviene sobre el feto antes de su nacimiento; así como la eutanasia de los ancianos inválidos.

Pero hay un tercer punto con aún más relevancia: la actitud que se asume en relación a estos casos de eutanasia. Hemos pasado de una actitud de condena y rechazo muy clara, precisa y fuerte, a una actitud de tolerancia con relación a los casos más graves; más aún, hemos ido más lejos y la actitud más difundida parece ser la de la aceptación. No faltan personas que extienden más esta actitud y se empeñan en favorecer y promover la eutanasia. Es cierto que usualmente se apresuran a decir que se trata de los casos más graves, pero luego la gravedad se define en las formas más elásticas o contradictorias.

Otro punto de la eutanasia hoy se relaciona con las motivaciones interiores que mueven a solicitar la eutanasia. Una de las más difundidas es la así llamada piedad ante los sufrimientos indecibles e insoportables. Pero hay otra motivación más: la de quien habla de una vida que en algunos casos no tiene valor. Otros van más lejos y piensan que los enfermos y los ancianos significan un problema muy grave para nuestra sociedad, porque constituyen un peso, no sólo económico, sino también psicológico.

Quisiera señalar también esta otra motivación. En una sociedad capitalista como la nuestra nos encontramos con personas que piensan que con su vida ellos pueden hacer lo que quieran. Es un pensamiento muy extendido en las economías más avanzadas.

Actualmente la eutanasia se encuentra legalizada en algunos países, los enfermos terminales pueden pedir que se les someta a una muerte asistida sin dolor alguno. Estos deben encontrarse con plenas capacidades mentales y ejercer este “derecho” libremente. En definitiva, la ley les autoriza a ser “ejecutados”.

2. Este es el rostro actual de la eutanasia, estos son algunos elementos que lo pintan. Sería interesante, a este punto, investigar las diversas causas que explican esta perspectiva cultural, cada vez más presente en nuestra sociedad. Sintetizándolo en una palabra, podremos hablar de una banalización extrema de un valor fundamental de la existencia humana, tal como es el de la vida y de la muerte. Todo esto puede parecer muy lejano a nosotros y en cambio es mucho más cercano de lo que se piensa. Para demostrarlo quisiera mencionar una noticia muy reciente, de mitad de enero: el nacimiento en Turín de una asociación, que se llama Exit y que toma el nombre de una asociación nacida en Holanda y que tiene como objetivo legalizar la eutanasia.

Quien ha hecho surgir esta asociación es un funcionario de la Iveco, Emilio Coveri, de 45 años. En dos meses, esta neonata asociación ha recibido el pedido de adhesión de 364 personas. Ya ha sido anunciada para el 1 de abril una asociación, que se llamaría Ocaso feliz (Tramonto felice). Es aún más preocupante leer las declaraciones de estos turineses: "Soy católico, aunque no practicante" y "Para mí la eutanasia es una obra de caridad".

Ante este fenómeno, quisiera brevemente trazar un cuadro en relación a la moral de la eutanasia. ¿Qué dice la moral humana y racional, y qué dice la moral cristiana? El mío es un juicio muy preciso, es el juicio ético y moral. Quisiera presentar tres momentos de este juicio moral sobre la eutanasia.

Ante todo, debo distinguir con mucha claridad la eutanasia del ensañamiento terapéutico. En segundo lugar, me detendré de manera específica en la eutanasia verdadera y propiamente dicha. Finalmente, concluiré con algunos compromisos morales prácticos.

3. Hay que distinguir con mucho cuidado dos problemas: el de la terapia de un enfermo que se encuentra en fase terminal y el de la eutanasia verdadera y propiamente dicha. Esta distinción no sólo es legítima, sino necesaria, porque los dos problemas responden a dos lógicas tan diversas entre ellas, que son irreductibles. El problema de la terapia del enfermo en fase terminal está comprendida en la lógica del sí a la vida; a veces, esto sí tiene a ser demasiado exagerado: nos encontramos en el caso del ensañamiento terapéutico. El problema de la eutanasia está comprendido más bien en el problema del no a la vida. He aquí por qué el argumento de esta tarde ha sido titulado: "Eutanasia hoy: un desafío a la cultura de la vida". Hoy, se habla mucho del así llamado ensañamiento terapéutico. Quien ha tenido familiares enfermos terminales, más de una vez se ha encontrado ante este dilema: "¿debemos continuar con la terapia o ha llegado el momento de renunciar a estas terapiassofisticadas?", dejando que el pariente muera en santa paz.

El ensañamiento terapéutico es un intento de retardar lo más posible la muerte, gracias a una intervención médica. Debo decir que respecto a algunos años atrás, cuando el ensañamiento terapéutico era deseado, hoy la impresión que se recibe es

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