ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Evolucion De Las Armas De Fuego


Enviado por   •  27 de Octubre de 2012  •  5.598 Palabras (23 Páginas)  •  1.078 Visitas

Página 1 de 23

Introducción

La historia de las armas de fuego, entendiéndose como tales las armas que utilizan los gases de la deflagración de la pólvora para arrojar proyectiles, resulta extensa y compleja.

Desde sus remotos orígenes el hombre hizo uso de su fuerza muscular para arrojar proyectiles, perfeccionando esta habilidad imprescindible para su supervivencia con la invención de dispositivos como arcos y hondas que almacenaban dicha fuerza muscular y la liberaban a voluntad.

Con la aparición de la pólvora, la fuerza bruta es reemplazada por una mezcla de sustancias químicas que al ser encendida, es capaz de impulsar proyectiles orientados en una dirección determinada merced al uso de un tubo o caño obturado en uno de sus extremos.

Evolución de las Armas de Fuego

Jarrón de fuego

Una de las primeras referencias auténticas que poseemos sobre un arma de fuego se halla en una ilustración aparecida en un manuscrito inglés del año 1326, De Officiis regum (sobre los deberes de los reyes); actualmente este códice se guarda en la biblioteca de Cristo, en Oxford. Este manuscrito también se conoce por Manuscrits de Milemete.

Dicho manuscrito contiene una ilustración en la que aparece un aterrorizado guerrero con una mecha atada al extremo de un palo, prendiendo fuego a un cañón en forma de vasija, del que sobresale por su boca una especie de punta de flecha que apunta a la puerta de una edificación fortificada.

Bombarda

La bombarda, considerada actualmente como el arma de fuego portátil más antigua de todas, era una pieza de artillería muy primitiva que acabaría siendo precursora del cañón. Podía llegar a tener un peso aproximado de nueve kilogramos.

Las bombardas se construían de duelas y aros de hierro forjado; estaban compuestas de caña y recámara postiza, las que se unían entre sí con tosco afuste por medio de cuerdas; eran de longitud de ánima muy corta y disparaban como proyectil una pelota de piedra toscamente labrada.

Pronto, sin embargo, se hicieron de ánima más larga y, al acabar el siglo XIV, se efectuó un importante progreso al comenzar a sustituirse la pelota de piedra o bolaño por la de hierro colado, lo cual permitió disminuir el calibre.

Bolaños usados como munición de las bombardas en el sitio de Algeciras de 1342.

Bombardilla

El uso del arma era una tarea compleja, ya que debía introducirse la pólvora, luego colocar la bala con cera, estopa o papel para sostenerla en su posición, ajustando el conjunto con una baqueta, colocar un poco de pólvora en el cebo y luego apoyar el artefacto en el suelo en un ángulo apropiado, ó si el arma disponía de un soporte de madera que hacía las veces de mango, sostenerlo y apuntarlo hacia el blanco con una mano, mientras que con la otra se daba ignición, produciéndose el disparo con gran retroceso y cubriendo al tirador con espeso humo.

El soporte de madera permitía controlar el retroceso y además proteger la mano del tirador del calor del caño de metal.

Las dimensiones y peso de estas armas eran variable, pero en general poseían un ánima de unos 35 mm. de diámetro, una longitud de 30 ó 40 cm. Y un peso aproximado de 10 kg.

Eran armas rudimentarias, poco eficientes, y de escasa precisión, su uso en combate era más psicológico (por su sonido y llamarada) que eficaz.

Culebrina

La culebrina era una pieza de artillería propia de los siglos XVI y XVII, se caracterizaba por tener un largo tubo que llegaba a medir hasta 35 veces su calibre. Se usaba tanto para tierra como para artillar navíos y se distinguían varios tipos.

La culebrina que va desde las 16 hasta las 24 libras también es un arma potente, sobre todo la de 24 libras que siempre era de longitud legítima (más de 32 veces su calibre). Eran de bronce fundido, de ánima lisa y de avancarga. Su alcance máximo era de 4 500 m, pero el eficaz de unos 400m; 300 m para la media culebrina y 250 para el sacre. A partir de estas distancias, el proyectil no tenía suficiente precisión ni energía. Las culebrinas no tenían recámara, pues ésta era la prolongación del ánima hacia atrás. El espesor de las paredes variaba a lo largo de la boca de fuego, pues

exteriormente la pieza no era cilíndrica, sino constituida por varios cuerpos, cilíndricos ó troncocónicos de diferente grosor unidos por bases comunes, con el máximo espesor en la culata, que va disminuyendo hacia la boca.

Doble culebrina Siendo la mayor llegaba a disparar balas de 32 libras de peso. Este tipo de culebrina se usaba para destruir objetivos a larga distancia y derribaba sin ningún problema fortalezas y murallas; era un arma contundente y muy potente pero requería mucha pólvora para cargarla y además era muy pesada, llegando incluso a las 6 toneladas.

Doble culebrina

Media culebrina o ''verso'' cuyo calibre era de 9 a 12 libras y la más usada debido a que se manejaba con más facilidad.

Tercio de culebrina o sacre tenía un calibre de entre 6 y 8 libras.

Cuarto de culebrina o falconete comprendía los calibres de entre 2 y 5 libras. Esta pieza pertenece a la artillería menor y normalmente se colocaba sobre los muros y en especial en las bordas de los barcos sobre unas horquillas y en el extremo llevaban una barra alargada para apuntar con una mano y con la otra dar fuego al oído. A mediados del siglo XVII la culebrina se sustituyó por el cañón debido a que éste requería menor consumo de pólvora al ser más corto y por lo tanto menos pesado, por lo que habitualmente eran de gran calibre llegando a las 42 libras en los cañones navales.

Cañón de mano

Se trata de versiones simplificadas de los cañones de gran tamaño, a los que se denominaba “cañones de mano” por ser portátiles.

Fabricados de hierro o bronce, aparecen hacia el año 1350, existiendo ejemplares hallados en Suecia (Bombardilla de Loshult) y Alemania

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (26.8 Kb)  
Leer 22 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com