Formas Precelulares

La aparición de las primeras formas precelulares sucedió en un planeta con altas temperaturas y de atmosfera reductora. Experimentos demostraron que desustancias poco complicadas se podían extraer vesículas, de las cuales se propuso que eran heterotróficas, alimentándose de la abundante materia orgánica que se hallaba en el océano para aquel entonces. Más adelante se probó que esas vesículas podían comportarse como células vivas, mostrando difusión selectiva hacia la esfera originando coacervados diferentes entre sí cuando se funcionaban dos desiguales, esto llevo a plantear que los seres vivos provenían de precursores proteínicos y se estableció que cuando los coacervados se mezclan con lípidos tienden a formarse membranas lipoproteínas primitivas. Igualmente, se encontró que de la misma forma en la que sintetizaban aminoácidos podían también obtenerse bases nitrogenadas las cuales a altas temperaturas se organizaban formando un ácido nucleico peptídico (PNA), lo que comprobó que este material genético no requiere de enzimas para su síntesis.

Los coacervados envolvieron a este material genético incorporándolo y originando los primeros cromosomas de ARN, nacieron así las primeras células procariotas sin núcleo definido. Este ARN codificaba una enzima la cual sintetizaba material genético en el orden inverso al que conocemos de ARN a ADN. Así la célula pasó de tener un material genético corto e inestable a tener un cromosoma largo y estable. Los compartimientos celulares y la doble membrana nuclear deben haberse formado por la invaginación de la membrana celular que abrazó al material genético y originó a los organelos membranosos y el núcleo, habían aparecido las células eucariotas.

Las primeras células deberían haber sido heterótrofas, cuando el alimento comenzó a escasear sucedió una mutación y las células desarrollaron un nuevo complejo enzimático que podía sintetizar azucares con base en compuestos inorgánicos como el ácido sulfhídrico y dióxido de carbono.

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