Generación Espontanea

• El cracionismo

• Generación espontanea

• Teoría biogenética

• Teoría cosmozoica/panspermia

• Teoría abiogenética

El creacionismo

Hasta mediados del siglo pasado era una opinión generalizada. Basada en el capítulo del génesis del antiguo testamento, y postulada por el arzobispo Ussher Gregor CuVier, sostenía que todas las formas vivas fueron originadas en un acto de creación único. Además esta idea dictaba que cada una de las distintas especies se habían originado separadamente unas de otras y que no habían experimentado modificación alguna en el transcurso de las generaciones sucesivas (“teoría” fijista).

Generación espontanea

El fundador de esta teoría fie Aristóteles, que, hacia mediados del siglo IV a.C. se dedicó al estudio de las ciencias naturales. El filósofo sostenía que algunas formas de vida, como los gusanos y los renacuajos, se originaban en el barro calentado al sol, mientras que las moscas nacían en la carne descompuesta.

Es una hipótesis, en parte, abiogenética; puesto que según ésta idea la vida surge de materia inorgánica (como por ejemplo de los elementos, tierra, agua aire, fuego) pero también de materia orgánica no viva (ésta última idea no se compara con la abiogénesis).

Francisco Redi (1968), Lazzaro Apallanzani (1769) y Louis Pasteur (siglo XIX) refutaron esta hipótesis con demostraciones experimentales.

Francisco Redi

Fue un médico y experimentador, realizó un experimento en 1668 en el que colocó cuatro vasos en los que puso respectivamente diferentes variedades de carnes. Preparó luego otros cuatro vasos con los mismos materiales y los dejó abiertos, mientras que los primeros permanecían cerrados herméticamente. Al poco tiempo algunas moscas fueron atraídas y comenzaron a alimentarse y a poner huevos en los alimentos dejados, en los que transcurrido un lapso de tiempo comenzaron a presenciarse algunas larvas. Esto no se verificó, en cambio, en los vasos herméticamente cerrados, ni siquiera después de varios meses.

Redi realizó un segundo experimento, siendo la única variante el reemplazar el vaso hermético por uno también cerrado, pero por una red, permitiendo así la entrada de oxígeno para así comprobar de esta manera la posibilidad de que, con aire, surja espontáneamente una generación de vida. Los resultados fueron idénticos…

Con éstas experiencias, Redi demostró que las larvas de carne putrefacta se desarrollaron de huevos de moscas y no por la trasformación de la carne. Estos resultados fortalecieron a la biogénesis, teoría que sostiene que el origen de u ser vivo solamente se produce a partir de otro ser vivo.

A pesar de todo, la hipótesis de generación espontánea no fue revocada, y continuó, sobreviviendo hasta bien entrado el siglo XVIII, gracias al apoyo de los medios religiosos partidarios del pensamiento teológico de Aristóteles.

Lazzaro Spallanzani

En 1745, John Needham, sacerdote católico y biólogo inglés, realiza un experimento en el cual calentó varias muestras que contenían caldo de cordero, los selló y volvió a caletear, observando luego de varios días formas vivientes. Este experimento sirvió para reafirmar la idea de la generación espontanea después de las experiencias realizadas por Redi.

En 1979, el científico italiano Lazzaro Spallanzani, quien también fue sacerdote, repitió el experimento de Needham, tomo en cuenta además aspectos que su colega había pasado por alto (sello hermético, temperatura, tiempo, etc.) pero antes de cerrar herméticamente el recipiente lo calentó durante largo tiempo. Dos semanas después no se detectó ningún organismo vivo, demostrando así que los organismos hallados por Needham estaban en el caldo previamente y, simplemente, se habían multiplicado

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