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Generacion Espontanea


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2013  •  3.126 Palabras (13 Páginas)  •  2.328 Visitas

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1) objeciones y críticas de la generación espontanea.

Las primeras objeciones al espontaneísmo

En 1668, una de las primeras objeciones de la teoría de Generación Espontánea se debió al médico florentino Francesco Redi, quien pensaba que, luego de que el “Creador Supremo había engendrado los animales y las plantas”, no había vuelto a crear ningún otro ser vivo. Como estudiosos de los insectos, Redi realizo una serie de experimentos para demostrar que la “carne putrefacta” no originaba los gusanos que solían encontrarse en ella, sino que eran producto del desarrollo de los “huevos fecundados” depositados en la carne por moscas hembras.

Cuando un contemporáneo de Redi, el holandés Anton van Leeuwenhoeck en 1674, a través de microscopios simples que el mismo construyo, descubrió en diferentes muestras (por ejemplo de agua estancada) organismos que no se observan a simple vista, el debate acerca de la generación espontánea adquirió un nuevo impulso, esta vez en relación con los microorganismos.

Experimento de Redi

En un primer experimento, Redi metió un trozo de carne en un recipiente abierto y otro en uno sellado con cera. Observó que solo aparecían larvas en el frasco abierto, en el que las moscas podían entrar para poner huevos. El experimento recibió críticas, pues pudiera ser que las larvas no crecieran en el bote sellado porque no podía entrar aire. Por tanto, repitió el experimento y empleó un frasco abierto y otro cerrado con una gasa, que permitía la entrada de aire, pero no de moscas. De nuevo, en el frasco cerrado no aparecieron larvas. A pesar de este convincente experimento, se siguió sin rechazar totalmente la idea de la generación espontánea, pues ésta se hallaba fuertemente implantada en la sociedad de la época.

El final de la controversia espontaneísta – anti espontaneísta

En la segunda mitad del siglo XVIII, se produjo una aguda controversia entre dos sacerdotes católicos y naturalistas, el irlandés John Tuberville Needham y el italiano Lazaro Spallanzani. Ambos sacerdotes realizaron pruebas experimentales en las que se sometieron recipientes al calor y realizaron observaciones microscopicas con las que intentaron defender sus puntos de vista totalmente opuestos: John Needham, el espontaneìsmo, y Lazaro Spallanzani el antiespontanesìmo.

Con el propósito de esclarecer la confusión causada, el 30 de enero de 1860, la Academia de Ciencias de Paris instituyo un premio con el lema: “Para arrojar, mediante experimentos cuidadosamente dirigidos, nueva luz sobre la cuestión de la llamada generación espontánea”. En este momento entro en escena el gran sabio francés Louis Pasteur, quien si bien se hallaba efectuando otras investigaciones, decidió “dar un paso decisivo para resolver, sin la menor concusión, la célebre cuestión de la generación espontánea”.

Pasteur realizo una serien de experimentos, en los que utilizo diferentes influsiones (por ejemplo, caldo de carne, agua con levadura de cerveza) a las que siempre sometió a un tratamiento con temperaturas elevadas.

Pouchet y sus colaboradores, al considerar que el tribunal estaba en contra de sus ideas, no aceptaron participar del debate y se retiraron del concurso.

2) puntos fuertes de la hipótesis de la GE:

“Esta hipótesis plantea la idea de que la materia no viviente puede originar vida por sí misma”.

Aristóteles pensaba que algunas porciones de materia contienen un "principio activo" y que gracias a él y a ciertas condiciones adecuadas podían producir un ser vivo. Este principio activo se compara con el concepto de energía, la cual se considera como una capacidad para la acción. Según Aristóteles, el huevo poseía ese principio activo, el cual dirigir una serie de eventos que podía originar la vida, por lo que el huevo de la gallina tenía un principio activo que lo convertía en pollo, el huevo de pez lo convertía en pez, y así sucesivamente. También se creyó que la basura o elementos en descomposición podían producir organismos vivos, cuando actualmente se sabe que los gusanos que se desarrollan en la basura son larvas de insectos.

Esta hipótesis fue aceptada durante muchos años y se hicieron investigaciones alrededor de esta teoría con el fin de comprobarla. Uno de los científicos que realizó experimentos para comprobar esta hipótesis fue Jean Baptiste Van Helmont, quien vivió en el siglo XVII. quien realizó un experimento con el cual se podían, supuestamente, obtener ratones y consistía en colocar una camisa sucia y granos de trigo por veintiún días, lo que daba como resultado algunos roedores. El error de este experimento fue que Van Helmont sólo consideró su resultado y no tomo en cuenta los agentes externos que pudieron afectar el procedimiento de dicha investigación. Si este científico hubiese realizado un experimento controlado en donde hubiese colocado la camisa y el trigo en una caja completamente sellada, el resultado podría haber sido diferente y se hubiese comprobado que lo ratones no se originaron espontáneamente sino que provenían del exterior

3) experimentos de redi y spallanzini:

El experimento de Redi

Francesco Redi, médico e investigador, realizó un experimento en 1668 en el que colocó cuatro vasos en los que puso respectivamente un pedazo de serpiente, pescado, anguilas y un trozo de carne de buey. Preparó luego otros cuatro vasos con los mismos materiales y los dejó abiertos, mientras que los primeros permanecían cerrados herméticamente. Al poco tiempo algunas moscas fueron atraídas por los alimentos dejados en los vasos abiertos y entraron a comer y a poner huevos; transcurrido un lapso de tiempo, en esta serie de vasos comenzaron a aparecer algunas larvas. Esto no se verificó, en cambio, en los vasos cerrados, ni siquiera después de varios meses. Por tal motivo, Redi llegó a la conclusión que las larvas (gusanos) se originaban de las moscas y no por generación espontánea de la carne en descomposición.

Algunos objetaron que en los vasos cerrados había faltado la circulación del aire (el principio activo o principio vital) y eso había impedido la generación espontánea. Redi realizó un segundo experimento: esta vez los vasos del experimento no fueron cerrados herméticamente, sino sólo recubiertos con gasa. El aire, por lo tanto, podía circular. El resultado fue idéntico al del anterior experimento, por cuanto la gasa, evidentemente, impedía

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