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Geografia


Enviado por   •  23 de Marzo de 2013  •  2.838 Palabras (12 Páginas)  •  330 Visitas

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Valor absoluto de vida humana e inviolabilidad: Expone que la vida humana no es sólo proceso orgánico, sino ser con derechos y dignidad, es decir, con cuerpo y espíritu

El nexo inseparable entre vida/libertad/verdad: Básicamente, asocia éstos términos como algo inseparable, y en el momento que se rompe éste nexo se violan los derechos humanos de dignidad

Conocer para curar, no para manipular: La finalidad de la investigación es y será siempre curar, salvar vidas, quitar dolor, etc, no para “jugar a ser Dios” y decidir sobre la persona

No todo lo que es técnicamente posible, es moralmente admisible: Debido a avances científicos que permiten unas técnicas muy avanzadas, se crean leyes y tratados bioéticos, sobre usar, no usar o como usar éstas técnicas.

Las leyes de los Estados tienen que tutelar el bien de las personas: El Estado es el que tiene que crear leyes para proteger al ciudadano, y castigos para el que las viole

Principio de la acción con doble efecto: Expone la doble intencionalidad de algunos actos, por ejemplo, daños colaterales de un tratamiento, y habría que exponer si esos daños son admitidos o no admitidos.

Procreación humana: El autor introduce el tema desarrollando la procreación como algo biológico, que no vamos a desarrollarlo en ningún apartado, porque si no esto sería la Biblia en pasta, así que nos centraremos en el código bioético. La procreación para la persona no es sólo un proceso biológico, sino un proceso de amor entre dos personas que tendrá como fruto la procreación. Una persona humana no es macho o hembra, sino hombre o mujer, y eso influye en la sexualidad. La sexualidad no es algo biológico o egoísta, como instrumento que tiene para su fin placer, sino como decía antes un acto de amor y comunión entre dos personas de distinto sexo que tendrá o no como fruto de ese amor un nuevo ser; y es por eso que la fecundación artificial no es moral, ya que no forma parte ese proceso de amor y comunión. El autor continúa explicando más procesos biológicos, hasta que dentro de la fecundación artificial expone los temas éticos. No tiene respeto por el ser humano, porque muchas veces se extrae el material genético y se fecunda fuera, dando lugar a varios embriones, de los cuales luego se desecharán los que menos adaptados estén. Esto puede llegar a convertirse en una fábrica, ya que valga la redundancia, se fabrica un niño como si fuera un producto cualquiera, lo que hace que se trastoque el principio de familia, ya que los padres son simplemente portadores de material genético. Espero que no lleguemos (y si llegamos prefiero no verlo) a tener lo que decían en las noticias: niños a la carta. A continuación éste es el apartado del “caballo de batalla del s. XX”: Juicio ético sobre los anticonceptivos. Aunque el acto sexual se haga con amor y comunión, se ponen medios, ya sean naturales o artificiales, para que el fruto de ese amor no se lleve a cabo, lo que no tendría sentido, ya que el fin es el de la procreación, si las condiciones son adecuadas. Para terminar el juicio ético sobre esterilización de las personas. Viola la libertad de la persona y su no disponibilidad parar la procreación, desde mi punto de vista hace que la persona se quede “coja” en cierto modo. Hay un apartado que no quería dejar: tanto en la anticoncepción como en la esterilidad puede que formen parte de un protocolo médico para curar o salvar vidas, y entonces sería una acción con doble efecto.

Genética humana: La manipulación genética de un ser humano viola varios derechos de la persona, ya que no es lo mismo “curar” que “modificar” a una persona, viola el respeto de identidad de la especie humana (no estamos autorizados a “construir hombres”). No nos podíamos ir sin tratar la clonación, ¡ya nos imaginamos a Dolly corriendo por ahí! La clonación con animales con fines de investigación es lícita, no con seres humanos, ya que se violan varios derechos expuestos en anteriores apartados, además nadie tiene derecho, quiera o no quiera, a tener “fotocopias” suyas. Otra vertiente de la clonación es con fines terapéuticos y células madre. El problema ético es como y cuando se han extraído éstas células madre, si son células obtenidas en laboratorio si es lícito, ya que no pertenecen a ningún ser humano; lo ilícito es extraer esas células de organismos vivos (células madre adultas), porque es aquí donde puede haber una selección genética humana (ilícita por supuesto).

El embrión humano: Aunque haya dicho antes que no iba a desarrollar los temas biológicos del libro, ahora no tengo más remedio que decir unas pocas palabras para introducción del tema. El óvulo, en el momento de ser fecundado por el espermatozoide es considerado como uno de nosotros, porque en futuro se desarrollará formando un embrión que a su vez será un nuevo ser humano, por lo tanto desde el momento de ser fecundado tienen los derechos de todos nosotros. Por lo tanto, el embrión es una persona, ni menos ni más que nadie, es absurdo el decir eres una “subpersona” o “prepersona” como dice el autor (más que absurdo a mi ver). Me fastidia llevarle la contraria a Aristóteles, ya que según él el embrión sería una persona en potencia, pero bueno, yo siempre he sido más de Platón. Con lo que acabamos de decir podemos introducir el siguiente tema que es el aborto, ya que si nadie es ni más ni menos que nadie, nadie tenemos derecho a privar de la vida a alguien, sobre todo alguien que aún no puede decidir por sí mismo, como es un embrión, que es tan persona como nosotros. Con el diagnóstico prenatal ilícito estoy diciendo más de lo mismo, ya que no se le puede privar a nadie de la vida por el simple hecho de que en un chequeo médico ponga que se tiene alguna tara física, psíquica o lo que pueda tener, es un aborto y no hay más que decir. Y ya por último las intervenciones en embriones humanos, que siempre serán lícitas cuando se tenga el consentimiento de los padres y no se le dañe en ningún momento. Y no hay nada más que decir.

La vida humana en fase terminal: de los cuatro temas que constituyen este apartado, la eutanasia y el encarnizamiento terapéutico quisiera tratarlos juntos. Tanto uno como otro son una práctica cruel (y por supuesto ilícita) hacia el ser humano y su dignidad. Ni es lícito dar muerte a una persona porque ya no se pueda valer por sí misma, sólo tenemos que pensar que el día de mañana todos seremos viejos y nos tendrán que atender, y de eso no se salva nadie, aparte siempre tendremos el apoyo moral de la familia y por supuesto de los amigos (los verdaderos amigos). Lo mismo en el encarnizamiento, si no es lícito matar a alguien o dejarlo morir o como lo quieras llamar, tampoco lo es aumentar su agonía, y menos a cualquier precio o por propaganda. De los cuidados

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