Geografía De Los Fondos Marinos
tania170123 de Mayo de 2013
6.088 Palabras (25 Páginas)420 Visitas
II. Marco teórico
EVOLUCIÓN DE LAS CUENCAS OCEÁNICAS
Cuenca Oceánica
Una cuenca oceánica (o cubeta oceánica) es una depresión muy extensa, relativamente uniforme, de contornos casi redondeados, que constituyen el fondo de los océanos. Hidrológicamente, una cuenca oceánica puede ser cualquier lugar de la Tierra que está cubierta por agua del mar, pero geológicamente, las cuencas oceánicas son amplias depresiones geológicas que quedan por debajo del nivel del mar.
Geológicamente, hay otros accidentes geomorfológicos submarinos como las plataformas continentales, las profundas fosas oceánicas, y las cordilleras submarinas (por ejemplo, la dorsal mesoatlántica) que no están consideradas como parte de las cuencas oceánicas; mientras que hidrológicamente, las cuencas oceánicas incluyen flanquear las plataformas continentales y mares epicontinentales de poca profundidad. Las cuencas de los océanos alcanzan profundidades de 6.000 m., pero tienen sus bordes limitados por la base del talud continental, situado a unos 2000 m de profundidad. En cada océano la cuenca suele hallarse subdividida en dos o más partes por la dorsal oceánica.
Algunos consideran que las cuencas oceánicas son el complemento a los continentes, con la erosión dominando estos últimos, y los sedimentos así derivados acaban en las cuencas oceánicas. Otros consideran que las cuencas oceánicas son más bien llanuras basálticas, que como depósitos de sedimentos, puesto que la mayor parte de la sedimentación se produce en las plataformas continentales y no en las cuencas oceánicas definidas geológicamente.
Hidrológicamente, algunas cuencas oceánicas están tanto por encima como por debajo del nivel del mar, como ocurre con la cuenca de Maracaibo en Venezuela, aunque geológicamente no está considerada como una cuenca oceánica debido a que se encuentra en la plataforma continental y subyace a una corteza continental.
La Tierra es el único planeta con una hipsografía bimodal, reflejando las diferentes clases de corteza, corteza oceánica y corteza continental. Los océanos abarcan el 70% de la superficie terrestre. Debido a que los océanos quedan más abajo que los continentes, los primeros sirven como cuencas sedimentarias que recogen el sedimento producto de la erosión en los continentes, conocidos como sedimentos clásticos, así como los sedimentos de precipitación. Las cuencas oceánicas sirven también como depósitos de esqueletos de organismos que secretan carbonato y sílice como los arrecifes de coral, diatomeas, radiolaria y foraminíferos.
Geológicamente, las cuencas oceánicas pueden activamente cambiar el tamaño o estar inactivas, dependiendo de si hay una placa tectónica en movimiento limítrofe asociada con ella. Los elementos de una cuenca oceánica active y en crecimiento incluye una elevada dorsal oceánica, colinas abisales a los lados hasta las llanuras abisales. Los elementos de una cuenca oceánica active a menudo incluyen la fosa oceánica asociada con una zona de subducción.
El océano Atlántico y el océano Ártico son Buenos ejemplos de cuencas oceánicas activas y en crecimiento, mientras que el mar Mediterráneo se está hundiendo. El océano Pacífico también es una Cuenca oceánica active, que se hunde, incluso aunque tiene tanto una dorsal que se extiende como fosas oceánicas. Quizá el major ejemplo de una Cuenca oceánica inactiva es el golfo de México, que se formó en los tiempos jurásicos y que desde entonces no ha hecho sino recoger sedimentos. El mar de Japón y el mar de Bering son también Buenos ejemplos de cuencas oceánicas inactivas.
Sección diagramática de una cuenca oceánica, mostrando los diversos rasgos geográficos.
Evolución de una cuenca oceánica
El desarrollo de una nueva cuenca oceánica empieza con la formación de un rift continental, una depresión alargada en la que toda la litosfera se ha deformado.
Parece que los rifts continentales se forman en gran variedad de entornos tectónicos y pueden terminar con la separación de un continente.
En los lugares en los que la ruptura continúa, el sistema de rifts se convertirá en una cuenca oceánica joven y estrecha, como ejemplifica el mar Rojo en la actualidad. Al final, la expansión del fondo oceánico tiene como resultado la formación de una cuenca oceánica madura limitada por bordes continentales. El océano Atlántico es una estructura de este tipo. A continuación, observaremos este modelo de evolución de las cuencas oceánicas mediante ejemplos actuales que representen los varios estudios de la ruptura.
1. Rift de África oriental: Un ejemplo de rift continental activo es el rift de África oriental, que se extiende a través del África oriental a lo largo de unos 3.000 kilómetros. Más que constituir un solo rift, el rift de África oriental está formado por varios valles interconectados de algún modo que se separan en una sección oriental y otra occidental alrededor del lago Victoria (Figura 1) Todavía se debate si este rift se convertirá en un centro de expansión, donde la subplaca Somalí se separará del continente africano. No obstante, se cree que el rift de África oriental representa el estadio inicial de la fractura de un continente.
El período de fracturación más reciente empezó hace unos 20 millones de años cuando una corriente ascendente del manto instruyó en la base de la litosfera Figura El ascenso ligero de la litosfera calentada hizo que la corteza adoptara forma de domo. Como consecuencia, la corteza superior se rompió a lo largo de fallas normales de gran ángulo y produjo bloques hundidos o grabens, mientras que la corteza inferior se deformó por el estiramiento dúctil ( Figura 2). Como se muestra en la Figura1, en los valles hundidos, se formó una serie de lagos limitados por acantilados inclinados de miles de kilómetros de altura. Por tanto, este sistema de rifts continentales es muy parecido a los rifts que se encuentran a lo largo de los centros de expansión lentos, como la dorsal Centroatlántica.
En su fase de formación inicial, el magma generado a través de la fusión por descompresión de la pluma ascendente del manto instruye en la corteza. Una parte del magma migra a lo largo de las fracturas y es expulsado hacia la superficie. Esa actividad produce coladas extensas basálticas en el interior del rift, así como conos volcánicos, algunos de los cuales se forman a más de 100 kilómetros del eje del rift. Son ejemplos de ello el monte Kilimanjaro, que es el punto más elevado de Africa y se eleva casi 6.000 metros por encima de la llanura de Serengeti, y el monte Kenia.
2. Mar Rojo Las investigaciones sugieren que si se mantienen las fuerzas tensionales, un valle de rift se alargará y se hará más profundo, hasta que finalmente se extenderá y alcanzará el borde del continente y de este modo, éste quedará dividido en dos partes Figura 2 En este punto, el rift continental se transforma en un estrecho mar lineal con una desembocadura en el océano, similar al mar Rojo.
El mar Rojo se formó cuando la península Arábiga se separó de Africa, proceso que empezó hace unos 30 rnillones de años. Los escarpes de falla inclinados que se elevan hasta 3 kilómetros por encima del nivel del mar flanquean los bordes de esta masa de agua. Por tanto, los escarpes que rodean el mar Rojo son parecidos a los acantilados que limitan el rift de África oriental. Aunque el mar Rojo sólo alcanza profundidades oceánicas (hasta 5 kilómetros) en algunos puntos, las bandas magnéticas simétricas indican que ha tenido lugar una expansión del fondo oceánico durante los últimos 5 millones de años.
3. Océano Atlántico Si la expansión continúa, el mar Roio se ampliará y desarrollará una dorsal oceánica elevada parecida a la dorsal Centro atlántica (Figura 2). Conforme se añade nueva corteza oceánica a las placas divergentes, los bordes continentales fracturados se alejan lentamente el uno del otro. Como consecuencia, los bordes continentales fracturados que habían estado situados encima de la región de la corriente ascendiente, se desplazan hacia el interior de las placas en crecimiento. Por consiguiente, a medida que la litosfera continental se aleja de la fuente de calor, se enfría, se contrae y se hunde.
Con el tiempo, estos bordes continentales se hundirán por debajo del nivel del mar. Simultáneamente el material erosionado de la masa continental adyacente se depositará encima de la topografía fallada del borde continental sumergido. Al final, este material se acumulará y formará una cuña de sedimentos relativamente poco modificados y rocas sedimentarias. Recordemos que los bordes continentales de este tipo se denominan bordes continentales pasivos. Ejemplos de bordes continentales pasivos rodean el océano Atlántico, incluidos el norte y el sur de América, así como las zonas costeras del oeste de Europa y África. Puesto que los bordes pasivos no están asociados con los límites de placa, experimentan poco volcanismo y escasos terremotos. Recordemos, no obstante, que éste no era el caso cuando estos bloques litosféricos componían los flancos de un rift continental.
No todos los valles de rift continentales desarrollan centros de expansión completos. Un rift abortado recorre el centro de los Estados Unidos y se extiende desde el lago Superior hasta el centro de Kansas. Este valle de rift, que había sido activo, está lleno de rocas volcánicas que fueron extruidas sobre la corteza hace más de 1.000 millones de años. Todavía se desconoce el motivo por el que un valle de rift desarrolla un centro de expansión activo mientras otros están abandonados.
Fig 1. Valles
...