Justificación económica de la intervención del estado
ecs1970Tutorial11 de Septiembre de 2014
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“JUSTIFICACIÓN ECONÓMICA DE LA INTERVENCIÓN DEL ESTADO”
J. STIGLITZ (1992)
EL SISTEMA DE EMPRESA PRIVADA
En la mayoría de las economías occidentales, la producción y la distribución de bienes recae principalmente en el sector privado más que en el público. Los que creen en el sistema de empresa privada piensan que este tipo de organización económica tiene ciertas características que lo hacen deseable: por sobre todo, permite asignar eficientemente los recursos (principio antiguo de la economía).
LA EFICIENCIA DE LOS MERCADOS COMPETITIVOS: LA MANO INVISIBLE
Adam Smith en “La riqueza de las naciones” (1776): la competencia inducía a los individuos en la búsqueda de sus propios intereses privados, a fomentar el interés público, como si fueran conducidos por una mano invisible. Lo único que busca es su propia ganancia y una mano invisible lo lleva a promover un fin que no estaba en sus intenciones. Y ello no es necesariamente malo para la sociedad. Al buscar su propio interés a menudo promueve el de la sociedad más eficazmente que si realmente pretendiera promoverlo.
IMPORTANCIA DE TEORÍA DE A. SMITH
Antecedentes en teoría mercantilista (riqueza se genera a partir de la acumulación de metales) de los siglos XVII y XVIII, con diferente visión sobre el papel del Estado. Para servir de la mejor manera posible a los intereses del pueblo era necesaria la intervención del Estado. Eran partidarios de una intervención firme para fomentar el comercio.
Aunque algunos países se habían beneficiado del activo papel asumido por el Estado, otros, en donde se había mostrado más pasivo, también habían prosperado. Smith: ¿puede una sociedad conseguir que aquéllos a los que se les ha encomendado el gobierno busquen el interés público? Según la experiencia, aunque a veces los gobernantes adoptaban medidas que parecían compatibles con el bien público, otras seguían una política que no podía conciliarse con él. A menudo, perseguían sus propios intereses a costa del interés público.
SMITH SOSTIENE
que no es necesario recurrir ni al Estado ni a ningún sentimiento moral para hacer el bien.
que se sirve al interés público simplemente cuando cada individuo hace lo que redunda en su propio beneficio.
que el egoísmo es una característica de la naturaleza humana mucho más persistente que la preocupación por hacer el bien, y por lo tanto, constituye una base más sólida para organizar la sociedad.
que las personas tiene más probabilidades de saber con una cierta precisión qué les resulta bueno que saber qué es bueno para el interés general.
FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA DE SMITH
si existe algún bien o servicio que la gente valora pero que actualmente no se produce, se estará dispuesto a pagar por él.
los empresarios, en su deseo de hacer dinero, siempre están a la caza de esas oportunidades.
si el valor que tiene un determinado bien para un consumidor es superior al coste de producción, el empresario tiene la posibilidad de obtener un beneficio, por lo que decidirá producirlo. Asimismo, si existe un método más barato para producir una mercancía que el que utiliza actualmente, el empresario que lo descubra podrá producirla a un precio más bajo que las empresas rivales y obtener así un beneficio (la búsqueda de beneficios por parte de las empresas es una búsqueda de métodos de producción más eficientes y de nuevas mercancías que satisfagan mejor las necesidades de los consumidores).
CONCLUSIONES DE TEORÍA DE SMITH
ninguna comisión gubernamental tiene que decidir si debe producirse o no una mercancía: se producirá si pasa la prueba del mercado. Si lo que los consumidores están dispuestos a pagar por ella es superior a sus costes de producción.
tampoco necesita comprobar si una determinada empresa está produciendo de manera eficiente ya que la competencia se encarga de expulsar a los productores ineficientes.
EXCEPCIONES: existen algunos casos importantes en los que el mercado no funciona tan bien como insinúan sus más ardientes defensores: la economía ha atravesado períodos en los que ha habido un elevado paro (desempleo) y recursos ociosos. Ej.: la Gran Depresión de los años treinta.
TEOREMAS FUNDAMENTALES DE LA ECONOMÍA DE BIENESTAR
En qué sentido y bajo qué condiciones conducen los mercados competitivos a la eficiencia económica: la respuesta se basa sobre los dos teoremas fundamentales de la economía del bienestar.
PRIMER TEOREMA
En determinadas circunstancias, los mercados competitivos dan lugar a una asignación de los recursos que tiene una propiedad muy especial: no existe ninguna reasignación de los recursos (ningún cambio en la producción y del consumo) que pueda mejorar el bienestar de una persona sin empeorar, al mismo tiempo el de otra.
Las asignaciones de los recursos que tiene la propiedad de no poder mejorar el bienestar de una persona sin empeorar el de alguna otra se denominan asignaciones eficientes en el sentido de Pareto/óptimos de Pareto (la eficiencia en el sentido de Pareto es el concepto al que suelen referirse los economistas cuando hablan de la
eficiencia).
SEGUNDO TEOREMA
Decir que la economía es óptima en el sentido de Pareto no dice nada sobre cómo se lleva a cabo la distribución de la renta. Si no satisface la distribución de la renta que genera el mercado competitivo, no es necesario dejar de utilizarlo. Lo único que hay que hacer es redistribuir la riqueza inicial y dejar actuar al mercado competitivo.
MERCADO DESCENTRALIZADO (VS. CENTRALIZADO)
Todas las asignaciones eficientes en el sentido de Pareto pueden alcanzarse por medio de un mecanismo de mercado descentralizado. Donde las decisiones relacionadas con la producción y el consumo (qué bienes se producen, cómo y quién obtiene cada uno) son tomadas por la multitud de empresas y de individuos que integran la economía.
Mercado centralizado: en un mecanismo de asignación centralizado todas estas decisiones se concentran en las manos de un único organismo, la agencia de planificación central, o de una única persona, que se denomina planificador central. (Ninguna economía ha llegado nunca a ser totalmente centralizada, si bien en la URSS y en algunos países del Este las decisiones económicas estaban mucho mas concentradas que en las economías occidentales).
CONCLUSIÓN DEL SEGUNDO TEOREMA
para asignar eficientemente los recursos con la distribución deseada de la renta, no es necesario que exista un planificador central, sino que las empresas competitivas al intentar maximizar los beneficios, pueden hacerlo tan bien como el mejor de todos los planificadores posibles. Este argumento proporciona una importante justificación para el uso del mecanismo de mercado.
EN CONDICIONES IDEALES LA COMPETENCIA CONDUCE A LA EFICIENCIA
La eficiencia requiere que el beneficio marginal correspondiente a la producción de una unidad más de un bien (el beneficio adicional resultante de la producción de una unidad o más del bien) sea igual a su coste marginal, al coste adicional de la producción de una unidad adicional del bien.
El equilibrio del mercado se encuentra en el punto en el que la demanda es igual a la oferta.
RESUMEN
la condición que exige la eficiencia económica es que el beneficio marginal sea igual al coste marginal.
COMPETENCIA EN INNOVACIÓN
Cuando las empresas compiten, las que tienen más éxito pueden establecer monopolios temporales. Aún así, la amenaza de la competencia sigue obligándolas a ser eficientes; deberán continuar buscando oportunidades rentables, para que otras empresas no aprovechen esas oportunidades y les quiten el mercado.
LAS FALLAS DE MERCADO COMO JUSTIFICACIÓN DE LA INTERVENCIÓN DEL ESTADO
La economía es eficiente en el sentido de Pareto únicamente en determinadas condiciones.
Hay seis circunstancias o condiciones en las que el mercado no es eficiente en el sentido de Pareto. Se denominan fallos de mercado y sirven para justificar la intervención del Estado:
1- FALLO DE LA COMPETENCIA (MONOPOLIOS)
Para que funcione la mano invisible, ha de haber competencia. En algunas industrias (automóviles) existen relativamente pocas empresas que dominan una gran parte del mercado, lo que indica la ausencia de una fuerte competencia. Sin embargo, la mera presencia de unas pocas empresas no implica necesariamente que éstas no actúen competitivamente. Si hay un gran número de empresas que pudieran entrar en el mercado, es posible que las ya existentes no puedan actuar monopolísticamente, ya que tan pronto como intenten obtener beneficios monopolísticos cabe la posibilidad de que entren otras empresas en el mercado y presionen a la baja sobre el precio de venta.
Cuando los costes de producción son elevados, es posible que el mercado en cuestión sea pequeño desde el punto de vista geográfico. Si sólo existe una empresa en una determinada área, la competencia puede ser nula (o escasa)
La segunda dificultad
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