La Artrosis
jerelly5 de Junio de 2013
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La enfermedad que ataca silenciosamente
La artrosis es la enfermedad que ataca lenta y silenciosamente nuestro sistema óseo. En una edad promedio de 25 a 60 años de 100 pacientes un 20% puede padecer artrosis sin sospechar que la padezca. Pero ¿Qué es la artrosis? Es una enfermedad degenerativa de las articulaciones la cual produce un desgaste del cartílago, también puede ocurrir cuando la viscosidad del liquido sinovial disminuye y no permite que haya la lubricación correcta de la articulaciones produciendo un choque entre el hueso. Esta enfermedad puede producir una incapacidad funcional. La edad no es la única causa de este padecimiento, aunque la pérdida del cartílago articular es más frecuente al ir entrando en años. Entre los factores de riesgo se hallan las anomalías en el ajuste de las superficies de la articulación, la debilidad de los músculos de las extremidades inferiores, la desigual longitud de estas o la desviación de la columna. También predisponen a la artrosis los traumatismos en las articulaciones, sean fruto de un accidente o de trabajos en los que se realizan movimientos repetitivos que usan en exceso la articulación. Una vez iniciado el deterioro, el sobrepeso puede agravarla.
Existen dos tipos de artrosis que se pueden clasificar en función de las causas que la han producido. La artrosis primaria que es aquella que aparece sin factores causantes conocidos. Las localizaciones más frecuentes de la artrosis primaria son: manos, pies, rodillas, cadera o columna, entre otras, y la artrosis secundaria que en este caso sí se puede apreciar una causa para la aparición de la patología. Pueden ser enfermedades congénitas (de nacimiento); traumatismos, algunas enfermedades del metabolismo; endocrinas, como la diabetes o el hipoparatiroidismo; alteraciones inflamatorias neurológicas o vasculares.
Este tipo de trastorno lo podemos detectar por medio de una radiografía que según cierta investigación científica de traumatología dice que: “aproximadamente un 70% de este grupo se encuentra afectado y llega a ser casi universal por encima de los 75 años, aunque solo un 15% de los hombres y un 22% en las mujeres tendrán síntomas”. La primera señal que da esta enfermedad es el dolor, el cual aparece o aumenta con la actividad o ejercicio y disminuye o desaparece con el reposo. En otros casos el dolor se une a las deformaciones de los huesos provocando contracturas musculares. El deterioro muscular ayuda a que la enfermedad sea más severa, puesto que corta los movimientos naturales de la articulación y produce más dolor. Otro síntoma de la enfermedad es la rigidez de la articulación que impide que los movimientos se desarrollen sin dolor. Las zonas cervical y lumbar de la columna también pueden verse afectadas por esta enfermedad.
Una manera de prevenir la artrosis es teniendo una dieta sana y equilibrada, realizar ejercicio físico moderado (acorde con la edad y el estado físico de la persona), evitar la obesidad. También es necesario limitar los esfuerzos físicos intensos, tales como cargar objetos pesados o desempeñar actividades laborales que exijan un esfuerzo físico intenso. En caso de padecer la enfermedad, se deben evitar los movimientos que producen dolor, ya sea utilizando preferentemente otras articulaciones o limitando el uso de las enfermas. Sin embargo, esto no quiere decir que se deba tender a la situación de inmovilidad de estas últimas. Hacer ejercicio con las articulaciones enfermas es fundamental tanto para mantener la movilidad como para fortalecer los músculos y así evitar que la articulación quede flácida.
Una de las manera de cómo podemos manejar esta enfermedad sería con tranquilidad ha pesar de ser una enfermedad que no tiene cura. El tratamiento que se le da al paciente es efectivo, claro siempre y cuando él ó los pacientes sigan las recomendaciones e indicaciones del médico. Al ser una enfermedad
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