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La Ciencia Social La técnica Y El Progreso


Enviado por   •  12 de Octubre de 2013  •  562 Palabras (3 Páginas)  •  371 Visitas

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La Ciencia Social la técnica y el progreso

Uno de los fenómenos ideológicos de la modernidad ha sido sin duda el nacimiento de la fe en el progreso. La creencia en un progreso indefinido, la persuasión de que las ciencias de la naturaleza resolverían todos los problemas y responderían a todas las preguntas, nos ha hecho pensar que la técnica era el nuevo camino de la salvación y la consecución de sentido. El hombre actual aparenta creer que una vez que se resuelvan todos los problemas políticos, sociales y económicos ya no habrá más problemas. Pero es sabido que muchos hombres tienen cubiertas sus necesidades ordinarias, e incluso todo tipo de necesidades extraordinarias, y de todas maneras lo pasan muy mal.

Al compás del progreso de la ciencia y la técnica las posturas con respecto a lo que el hombre es esencialmente se han multiplicado y han definido al hombre de maneras variopintas. El idealismo dialéctico le ha dicho que es un escalón hacia un espíritu universal. Feuerbach ha afirmado que el hombre es Dios. El ateísmo marxista lo define como un proletario que lidere el sendero hacia la abundancia de bienes y al paraíso comunista. Nietzsche lo ha proyectado a un superhombre que sin ayuda divina logra convertirse en un héroe y en santo secular. El marxismo humanista de Bloch dice que en el futuro el hombre será Dios. El existencialismo sartriano lo define como una pasión inútil que debe inventarse a sí mismo. Heidegger subraya que el hombre no tiene esencia sino que sólo tiene existencia y que es el ser hacia la muerte. Freud lo ha enclaustrado en una predeterminación provocada por un laberinto de instintos inconscientes del que sólo el psicoanálisis lo puede liberar. El estructuralismo antihumanista de Foucault y de Levi Strauss le dice que el hombre en sí ha muerto, que ya no existe. Los paleontólogos evolucionistas lo empardan a un orangután verborrágico. El principio antrópico inmola a cada individuo en si para que la especie trepe la escalera de la evolución hasta llegar a los semidioses del futuro. Los credos orientales lo exaltan a la condición de ser una partícula divina del Todo divino que es el universo. La New Age, las psicologías modernas del ego y algunos cristianismos tergiversados le dicen que cada problema humano tiene una solución humana. A través de competir y avanzar, Keynes, Samuelson o la economía moderna de la Escuela de Chicago, lo proyectan una vida pródiga en suntuosidad y consumo insaciable, a la salvación del mundo a través del progreso económico.

Pasión inútil, ser para la muerte, carnívoro agresivo, mono que ha tenido éxito, bestia razonante, robot mejorable, mecanismo autoconsciente programado para la preservación de sus genes y equipado con un ordenador locuaz; las definiciones del hombre sobre sí mismo han sido diversas e incluso contradictorias, algunas veces exaltándose altaneramente y otras veces

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