La Globalización Como Fenomeno Multifacetico
Rosara15 de Octubre de 2012
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LA GLOBALIZACIÓN COMO FENÓMENO MULTIFACÉTICO
El término globalización comenzó a utilizarse a principios de los años 80 en las escuelas norteamericanas de gestión de empresas: Universidad de Harvard, Universidad de Columbia, Universidad de Stanford, entre otras. Se empleaba para dar cuenta de los beneficios de la liberación y la desregulación como formidables instrumentos de incremento económico a escala mundial.
Sin embargo, la significación de este término es tratada desde mucho antes por Carlos Marx y Federico Engels cuando en el Manifiesto Comunista de 1848, al analizar la tendencia del desarrollo capitalista expresaron:
“Mediante la explotación del mercado mundial, la burguesía dio un carácter cosmopolita a la producción y el consumo de todos los países cuya introducción se convierte en cuestión vital para todas las naciones civilizadas, por industrias que ya no emplean materias primas indígenas, sino las venidas de las más lejanas regiones del mundo, y cuyos productos no solo se consumen en el país sino en todas partes del globo.”
Aunque en este caso se utiliza el término globo, de manera general los clásicos del marxismo, al hacer referencia a este proceso, utilizan la palabra mundialización, de acuerdo a la importancia que en su época va adquiriendo el comercio mundial, la tendencia del capital a salir de sus fronteras nacionales y al hecho de que el capitalismo fue el primer régimen que creó en la historia un mercado mundial.
“... la expansión del comercio exterior, aunque en la infancia del régimen capitalista de producción fuese la base de él, a medida que este régimen de producción se desarrolla, por la necesidad interna de él, por su apetencia de mercados cada vez más extensos, va convirtiéndose en su propio producto.”
La magnitud alcanzada por este proceso a finales del siglo XX, condicionan su popularidad y junto a ella la diversidad de criterios manejados al respecto, que han ocasionado un intenso debate sobre el alcance y la definición de la globalización, donde se pueden distinguir tres posiciones importantes:
—La corriente economicista o convencional: Para esta, la globalización es un fenómeno exclusivamente económico y en consecuencia incluye tantos elementos microeconómicos cómo factores de las relaciones económicas internacionales.
—La corriente que defiende la primacía de la política sobre la economía: Esta plantea que los contenidos del proceso de globalización son predominantemente políticos y culturales.
—La corriente que ve la globalización como un fenómeno multifacético que abarca diferentes dimensiones (económica, social, política, cultural, tecnológica, entre otras), aunque el factor económico es el fundamental.
La corriente economicista es que separa artificialmente la esfera económica de los otros aspectos de la sociedad y acepta el marco socio—político como algo dado y marginal en el cual se incluye tanto el ámbito de las instituciones sociales políticas y culturales, como la distribución del poder y los derechos de la propiedad, los recursos y otros dones de los individuos, los grupos y las sociedades nacionales.
La globalización neoliberal y su impacto en la cultura.
Dimensión Social.
Las sociedades están siendo cada día más afectadas por factores culturales externos de cada nación, debido a la revolución en las comunicaciones y a las tecnologías de la información.
Existen aquí también visiones contrapuestas, algunos sostienen que la globalización es un proceso homogenizador de las culturas creando valores universales, otros sostienen que es precisamente lo contrario, un elemento que acentúa y exacerba las diferencias étnicas y culturales, siendo una de las posibles causas de los conflictos sociales futuros.
Dimensión Política.
Existe un cierto consenso que el proceso de la globalización esta ocasionando una pérdida progresiva en la soberanía y jurisdicción propia de los Estados teniendo presente que sus elementos constitutivos esenciales son su territorio, el pueblo, su poder organizado y soberano.
El territorio ha perdido, relativamente, su importancia como factor de poder en el concierto internacional. La soberanía del Estado tiende a ser limitada y condicionada voluntariamente, por los respectivos gobiernos, en pro de políticas mundiales que los benefician. Sin embargo, el territorio ha aumentado su importancia como fuente de identidad cultural y como base fundamental de la nacionalidad. El territorio marítimo con el nuevo derecho del mar, ha aumentado significativamente su importancia a causa de los recursos renovables y no renovables que contiene, algunos de ellos de carácter o importancia estratégica.
Al cambiar la configuración tradicional del Estado-Nación está cambiando simultáneamente su accionar en la política internacional y en este ámbito donde están apreciando algunos de los efectos de la globalización más visibles, tanto en la formación de nuevos bloques de carácter político y económico, en la preeminencia que han adoptado algunas organizaciones internacionales, los cambios que han ocurrido derecho en el internacional y, en general, en todas las relaciones internacionales.
Otros teóricos sostienen que el Estado-Nación no está en proceso de deterioro, en realidad está evolucionando y tiene funciones nuevas y más complejas que cumplir para interactuar en forma eficiente en un mundo más abierto e interdependiente, y que el Estado se ha convertido en el principal agente de la globalización, habiendo reemplazado su principal función de "Estado Benefactor" por la de "Estado Competidor", cuyo propósito esencial es aumentar la actividad del mercado para crecer económicamente.
Según nuestro criterio, ambos enfoques son demasiados estrechos y limitados para ofrecer una definición adecuada de la globalización. En cambio la tercera definición (con la cual coincidimos completamente) le da un enfoque más amplio, multifacético y riguroso permitiendo que adquiera una mayor relevancia. Los que defienden este punto de vista reconocen que la globalización es, ante todo, un fenómeno multifacético porque tiene diferentes dimensiones: económica, financiera, política, tecnológica, cultural, institucional, entre otras, siendo la principal, la dimensión económica, por tanto es necesario entender a la Globalización como el proceso de internacionalización de la economía que tiende a abarcar las más importantes relaciones económicas, políticas, sociales, culturales y ecológicas del mundo de hoy.
Es necesario reconocer que, en esencia, la globalización es un proceso objetivo, resultado de la evolución del sistema capitalista mundial, una nueva etapa del proceso de expansión internacional de las relaciones capitalistas de producción. Esto supone, entre otras cosas, que la “mundialización” exprese un nivel superior de desarrollo de las fuerzas productivas, lo cual se manifiesta en el papel determinante desempeñado por el más reciente progreso científico técnico en el seno de las tendencias globalizadoras.
A la par de este proceso, hoy se desarrolla como política económica de alcance mundial el Neoliberalismo, el cual permite el desempeño que asumen las actuales tendencias globalizadoras donde el aperturismo, la desregulación, las privatizaciones y el individualismo se convierten en las características fundamentales de este proceso que ha significado enormes contrastes para la humanidad: una hiriente opulencia para una exigua minoría y esperanza remota para grandes mayorías, haciendo realidad de esta manera la sentencia marxista de que: “La burguesía suprime cada vez más el fraccionamiento de los medios de producción, de la propiedad y de la población. Ha aglomerado la población, centralizado los medios de producción y concentrado la propiedad en manos de unos pocos”.
Dimensión Económica.
El producto geográfico bruto global, en términos reales, se ha multiplicado por un factor de 19 entre el año 1900 y el año 2000, lo que implica una tasa de crecimiento anual del 3% promedio comparado con un crecimiento del 1.4% anual de la población en el mismo período.
En los momentos actuales la distancia entre desarrollo y subdesarrollo es más grande que nunca, globalización, pobreza e inequidad son los tres ingredientes más notorios del orden mundial de nuestros días, que tiene como base el desmantelamiento del papel económico del estado nacional, lo que provoca la imposibilidad del desarrollo desde el punto de vista interno acelera y la penetración en los países atrasados de grandes flujos de capital transnacional sin controles internos.
Todo esto ha creado una brecha abismal entre riqueza y pobreza, no sólo entre países desarrollados y subdesarrollados, sino dentro de las propias naciones, lo que nos permite Según CEPAL, el índice de pobreza para América Latina se elevó de un 41% en 1990 a un 45% en el 2000, en tanto que en el mundo 1200 millones viven en condiciones de pobreza extrema. Adicionalmente, el índice de desigualdad del afirmar que en el mundo globalizado actual, a la manera neoliberal se han globalizado muchas cosas, excepto la riqueza y el desarrollo y es por ello que podemos afirmar que “Esta camisa de fuerzas neoliberal aplicada a la globalización ha creado un monstruo que recorre el mundo”.
Se han globalizado las imágenes consumistas, las apetencias derivadas de los instintos primarios y la filosofía de que lo único válido es el éxito, entendido como acumulación de riquezas, es por ello que coincidimos con la sentencia del grupo de estudiosos que afirman:
• “nunca el mundo fue tan desigual en las oportunidades
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