La física Del Buceo
luzluchi4 de Julio de 2013
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El buceo es el acto por medio del cual el hombre se sumerge en cuerpos de agua, ya sea el mar, un
lago o un río, con el fin de desarrollar una actividad deportiva, comercial o de investigación
científica o militar con o sin ayuda de equipos especiales.
El buceo deportivo se practica en dos modalidades: el buceo libre o en apnea y el buceo
autónomo con equipo o con escafandra autónoma, conocido popularmente como Scuba,
El buceo libre o en apnea consiste en realizar inmersiones manteniendo la respiración después de
una profunda inspiración en superficie. Puede practicarse sin ningún equipo especial, Es la forma de
buceo más sencilla y más antigua empleada por el hombre, y aparece en diversas regiones y
culturas para explotar fuentes de alimento (peces, crustáceos y moluscos), recursos útiles (algas,
esponjas, corales) y recursos de valor cultural o económico (perlas).
En el buceo autónomo el buzo utiliza una botella con aire a presión que le permite ir respirando el
aire almacenado, dotándolo de una autonomía considerable. Además del equipo básico y de la
propia botella, se emplea un arnés, un mecanismo de flotabilidad, un regulador (sistema de
válvulas, tubos y boquillas que permiten respirar el aire de la botella), y un sistema de lastre.
Ley de Avogadro
Establece la relación entre la cantidad de gas y su volumen cuando se mantienen constantes la
temperatura y la presión. El volumen del gas es directamente proporcional al número de moles.
Ley de Boyle-Mariotte
Establece que la presión de un gas en un recipiente cerrado es inversamente proporcional al
volumen del recipiente, cuando la temperatura y masa son constantes. Cuando la presión se hace
al doble, el volumen disminuye a la mitad.
Ley de Charles-Gay Lussac
A presión y masa constantes el volumen del gas es directamente proporcional a la temperatura, es
decir, si la temperatura aumenta al doble, el volumen del gas también aumentará al doble.
Licuefacción (gases)
Licuefacción o licuación de los gases es el cambio de estado que ocurre cuando una sustancia
pasa del estado gaseoso al líquido, por acción de la temperatura y el aumento de presión, llegando
a una sobrepresión elevada, hecho que diferencia a la licuefacción de la condensación.
AIRE
El ser humano vive sumergido en un mar de aire. Sin él, la vida no sería posible ya que es un recurso
natural indispensable para el desarrollo de la vida en la Tierra. De los gases que lo componen, el
oxígeno resulta imprescindible para el mantenimiento de las funciones vitales del hombre. Por ello,
este elemento no debe faltarle a ningún ser humano, de lo contrario, se vería afectado el buen
desarrollo del individuo.
La Tierra está rodeada por una capa de aire llamada atmósfera, que tiene unos 1000 km. de
espesor. Si la Tierra no tuviese atmósfera, la vida no sería posible.
El aire es un fluido que forma la atmósfera. Esta constituido por una mezcla de gases, vapor de agua
y pequeñas partículas de polvo (hollín, polen, tierra) que se pueden dividir en componentes
constantes y accidentales. Cuando está limpio y seco, es decir puro (en este estado solo se
encuentra a nivel del mar, en zonas alejadas de la actividad humana), contiene componentes
constantes: un 78% de nitrógeno, un 21% de oxígeno y el 1% restante formado por dióxido de
carbono y otros gases, tales como el argón, el neón, el hidrógeno y el helio. Los componentes
accidentales son aquellos gases y vapores característicos del aire de una determinada localidad:
los óxidos de nitrógeno procedentes de las descargas eléctricas durante las tormentas, el óxido de
carbono procedente de los gases de escape de los motores de combustión interna, etc.
Casi todos los seres vivos dependen del aire: el oxígeno es necesario para respirar y el dióxido de
carbono es empleado por las plantas en la fotosíntesis.
Propiedades del aire
Físicas:
· Es de menor peso que el agua.
· Es de menor densidad que el agua.
· Tiene Volumen indefinido.
· No existe en el vacío.
· Es incoloro, inodoro e insípido.
Químicas:
· Reacciona con la temperatura condensándose en hielo a bajas temperaturas y produce
corrientes de aire.
· Esta compuesto por varios elementos entre ellos el oxigeno (O2) y el dióxido de carbono
elementos básicos para la vida.
Los gases en el cuerpo humano
El ser humano sano y normal sólo produce un gas: Bióxido de carbono, que se elimina con la
respiración.
Los gases del aparato digestivo son producidos por aire que deglutimos, sólo o con la comida, o por
la acción de bacterias que viven en nuestro intestino, y que producen diferentes gases como
productos de desecho de su metabolismo.
Este elemento se encuentra en estado libre como componente del aire, del cual constituye un 21%
en volumen. En forma combinada se lo puede encontrar en el agua y en numerosos minerales. En
total representa el 49,5% en peso de la superficie terrestre, y por ello es el elemento más abundante.
En el cuerpo humano representa un 60% y se encuentra en todos los tejidos vivos.
El oxígeno del aire es necesario para la combustión y la respiración, por ello, por ser un gas esencial
para la vida humana, debe estar disponible para todos los individuos.
Su falta es asimilable a la carencia de alimento o agua, por lo tanto es administrado a personas con
problemas respiratorios y también a las personas que vuelan a altitudes elevadas, donde la baja
concentración de oxígeno no permite la respiración normal.
Aparato respiratorio y circulatorio
El aparato respiratorio aporta el oxígeno que necesitan las células del organismo y elimina el dióxido
de carbono de desecho. El aire inhalado pasa principalmente por la nariz, donde los cilios filtran el
aire, impidiendo que partículas extrañas entren en el aparato respiratorio. Luego el aire pasa por la
cavidad nasal, la cual se calienta con el paso de éste. Después de allí, el aire viaja por la faringe,
hacia la laringe, para continuar pasando por la tráquea. En este sector, a la altura de la cuarta
vértebra dorsal, la tráquea se divide en dos tubos más estrechos, llamados bronquios, que se dividen
de nuevo, una y otra vez, en bronquios secundarios, terciarios y, finalmente, en unos 250.000
bronquiolos, que conducen hacia los pulmones. Cada pulmón está formado por múltiples
conductos pequeños ramificados, denominados bronquiolos, que finalizan en reducidas cámaras
arracimadas llamadas alvéolos, pequeños sacos de aire, donde se realiza el intercambio de gases
con la sangre. Los pulmones contienen aproximadamente 300 millones de alvéolos, que
desplegados ocuparían una superficie de 70 metros cuadrados, unas 40 veces la extensión de la
piel.
La presión total del aire (presión atmosférica) es la suma de las presiones parciales de los gases que
lo componen. En una mezcla gaseosa, la presión parcial de cada uno de los gases es directamente
proporcional a la concentración en la que se encuentra. Por lo tanto, la presión total del aire
inspirado y espirado dependerá de las concentraciones de O2 y CO2.
El aire espirado contiene más CO2 y menos O2 que lo que tenía al llegar a los pulmones, mientras
que la cantidad de N2 no varía.
El intercambio gaseoso es posible gracias a la diferencia de concentración de gases, que se
encuentran tanto en los alvéolos como en los capilares que lo rodean.
En consecuencia, el intercambio de gases se produce por difusión, es decir, el pasaje de moléculas
de una zona de mayor concentración a otra donde ésta es menor. En este proceso interviene la
sangre, por ello se lo denomina hematosis.
Esta difusión comprende dos etapas:
· Entre los alvéolos y los capilares sanguíneos, donde la presión parcial del O2 en el aire inspirado
(105 mm Hg) es mayor que en la sangre de los capilares alveolares (40 mm Hg). Por lo tanto, el O2
se difunde desde los alvéolos hacia los capilares venosos, para ser distribuido a todas las regiones
del cuerpo por la arteria aorta. El CO2, por otro lado, es transportado por la arteria pulmonar y los
capilares arteriales, y se difunde a partir de estos hacia los alvéolos, desde donde es expulsado al
exterior.
· Entre los capilares sanguíneos y las células, donde el O2 es distribuido por medio de la
hemoglobina hacia todas las células del cuerpo. La sangre oxigenada contenida en los capilares
mantiene una presión parcial de O2 mayor que la que existe en las células (40 mm Hg). Por esta
diferencia de presión, es que el O2 se difunde desde los capilares arteriales hacia el líquido
intestinal intersticial, y luego a las células. Como producto de este metabolismo celular se
produce CO2. Como la presión parcial de este gas en las células (45 mm Hg) es mayor que en los
capilares venosos (40 mm Hg) el CO2 sale desde la célula, hacia el líquido intersticial e ingresa en
los capilares venosos, que lo transportan hacia los pulmones, para ser liberado en la espiración.
Las Vías Respiratorias
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