La relación médico-paciente.

Relación médico paciente.

La relación médico-paciente surgió mucho antes que la disciplina se considerara una disciplina, esta relación ha ido transformándose a lo largo del tiempo, donde antes el enfermo era visto de manera objetiva y de trato únicamente en el aspecto biológico, dejando de lado los factores sociales, psicológicos y económicos del paciente y no se le daba el lugar que merecía ni los derechos correspondientes al paciente.

Fue en los siglos XIX y XX donde se logro la asistencia médica igualitaria. El enfermo toma conciencia de su derecho a la asistencia, aún en los casos leves, el enfermo no puede ser visto sólo según la estrecha idea científica sino que ha de incluir a la persona enferma con su subjetividad. Este cambio intenta recuperar el poder de la palabra como factor terapéutico, lo cual hace resaltar la relación entre médico y paciente. A este modelo contribuye Freud quien fue el pionero en dar énfasis de la importancia en la relación médico-paciente al introducirlo de manera subjetiva. Considera que en la práctica médica, la relación médico - paciente es fundamental, pues permite al paciente contar lo que le pasa y relacionarlo con su historia familiar, su trabajo y su vida cotidiana.

Últimamente un grupo de autores resaltan la importancia de los factores sociales en los procesos de salud – enfermedad. Estos factores sociales pueden ser económicos, ambientales, jurídicos.

La relación médico-paciente (RMP) es la base de la atención médica, ya que tiene un objetivo y carácter existencial, terapéutico y pedagógico para el paciente. La relación eficaz con los pacientes supone uno de los valores máximos de la asistencia clínica.

Esta relación está formada por dos personas y el vínculo entre ellas es la palabra. El enfermo es una persona por tanto su relación con el médico debería ser interpersonal. Debe ser interpersonal esta relación pero no total y exclusivamente interpersonal. El médico para ser buen médico tiene que necesariamente que “convertir en objeto contemplable el cuerpo del enfermo”.  En este vínculo interpersonal el comportamiento del médico sobre todo con sus palabras influye en el paciente y el de éste en el médico. Esta relación está formada por el médico, el enfermo y la enfermedad.

La alianza terapéutica entre el médico y el paciente se establece tras la relación de confianza que se define en la primera consulta médica, que resulta el pilar fundamental de el desarrollo de la relación eficaz entre el paciente. Por lo tanto la respuesta al tratamiento que le dé el paciente se verá influenciada por el buen establecimiento del trato con el paciente. Cuanto mejor sea la relación en términos de respeto mutuo, conocimiento, confianza, valores compartidos y perspectivas sobre las enfermedades y la vida, y el tiempo disponible, mejor será la cantidad y calidad de la información sobre la enfermedad del paciente que se intercambiará en ambas direcciones, mejorando la precisión del diagnóstico y aumentando el conocimiento del paciente sobre la enfermedad o dolencia.

La consulta médica representa uno de los escenarios donde la relación médico-paciente se desarrolla. El lugar donde se desarrolle la consulta brindara matices específicos ya que no es lo mismo desarrollar la consulta en un lugar privado que al estar en una sala de emergencias.

Aquellos elementos que facilitan al médico una buena relación médico-paciente son: Conocimientos médicos sólidos, autoconfianza, control emocional, cordialidad, empatía y flexibilidad.

Una buena relación médico-paciente beneficia al médico porque se realiza como persona y como profesional; al paciente que se siente ayudado y se va a aliviar más rápido; a la sociedad porque la salud de la población es bienestar; a la institución que cumple con un imperativo ético que es trabajar bien, e incluso a las compañías de seguro les evita gastos innecesarios.

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