La terrible era del plástico

19 de diciembre 2020

Entrega final texto argumentativo.

Valentina Ciara Rivière

La era del plástico trae con si cifras y realidades alarmantes para la vida en la tierra. Colombia produce un billón de toneladas de plástico al año, reciclando únicamente el 10 % de este, lo que quiere decir que todo el resto va a nuestras costas y suelos. El obsoleto sistema de reciclaje hace del país el primer contaminante del mar Caribe, teniendo vecinos como México que triplican su cantidad de habitantes. Consiente del profundo riesgo, el congresista liberal Juan Carlos Lozada lidera un proyecto que promueve la prohibición de platicos de un solo uso. Daniel Mitchell, director de Acoplásticos, muestra su inconformismo con el proyecto. El dirigente gremial aseguró que la industria plástica es indispensable para la economía colombiana, generando 220.000 empleos directos, con ventas y exportaciones anuales de 25 billones de pesos.

Sin embargo, es preciso comprender que el daño en un futuro cercano puede ser irreversible. Considerando que el 1,9 % de los empleos en el país son generados por la industria del turismo y que la economía de islas como San Andrés, Providencia y demás zonas costeras recae en la pesca: ¿Cómo responderá Acoplásticos y sus amigos, entre ellos el ministro de ambiente, cuando en el mar haya mas plásticos que peces?

Aún así parece que el interés del sector privado prima sobre el derecho colectivo colombiano a la salud y a vivir en condiciones optimas. La irresponsabilidad del gobierno que permite que esta industria cuadruplique su producción cada año sin exigir una retribución al ambiente es vergonzosa e irreverente. Pero no tanto como la posición de Mitchell, quien sostiene que la solución a este problema es el reciclaje. Respaldando las mentiras del DNP, el presidente de la empresa afirma que las cifras de reciclaje en el país son del 20%, poniéndonos por encima de países como Noruega que reconstruyeron su economía en función del reciclaje. Pues le cuento que el reciclaje ni en sus cifras más altas puede responder a modo resolutivo este problema abismal. Abra los ojos. Una gran parte de la producción masiva de plástico no puede ser reciclada por condiciones relacionadas a su tamaño, su combinación con otros materiales, colorantes, entre otras. Reciclado o no, el plástico tiene una durabilidad aproximada de mil años, desprendiendo a cada segundo micropartículas que usted y su familia ingiere y respira. Esto último, tiene graves consecuencias a nivel físico y comportamental en animales y humanos. Científicos alarmados afirman que los ignifugantes pueden interferir en el desarrollo cerebral de fetos y niños, así como otros compuestos que se adhieren a los plásticos pueden causar cáncer o malformaciones congénitas. Omnipresentes, estas partículas se degradan y fragmentan generando nano plásticos que pueden penetrar en las células, migrar a tejidos y órganos causando malformaciones y alteraciones en el correcto funcionamiento del organismo.

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