ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Laboratorio choque en dos dimensiones


Enviado por   •  30 de Marzo de 2019  •  Informes  •  1.063 Palabras (5 Páginas)  •  107 Visitas

Página 1 de 5

Julián Eduardo Jaramillo Pérez- New Cambridge School

¿Es el fracking una acción antrópica para una sociedad sostenible?

La demanda energética y por ende, la necesidad de incrementar la producción de recursos fósiles ha sido a mi parecer el combustible de tan polémico debate. ¿Fracking o no fracking? Estamos en una fase del capitalismo donde las relaciones de consumo - producción son priorizadas sobre la relaciones socio-ambiéntales. Y qué mejor retrato de esto que el círculo de explotación de energías fósiles: nuestra economía está condicionada por el valor del barril de petróleo y la capacidad de su extracción y comercialización. Esto explica la necesidad que tienen los países de tecnificar y aumentar la explotación de este recurso no renovable. Y aunque es innegable su gran contribución a fenómenos ambientales como el calentamiento global, los países muestran pocos esfuerzos por desarrollar fuentes energéticas alternativas y renovables.

Es en la necesidad generada de tecnificar y aumentar la producción de energías fósiles, y en el contexto de una incipiente crisis energética causada por el agotamiento de recursos fósiles de fácil acceso; que aparece el fracking como una “bendición” como dirían defensores de esta técnica. Aunque para mi parecer, el fracking más bien apareció como una manera de seguir atándonos al factor fósil, desincentivando el desarrollo de energías renovables.

En vez de concentrar los esfuerzos globales en el desarrollo de una industria energética con menos impactos ambientales, se ha decidido (tal vez por inercia, tal vez por el beneficio de unos pocos que controlan el monopolio de las energías fósiles) concentrar los esfuerzos globales en   aumentar la producción, rompiendo, gracias al fracking, barreras de extracción antes inconcebibles. Dejando como efectos secundarios contaminación del  agua tanto por aditivos químicos como por fugas de metano, riesgos para la salud, la seguridad y el medio ambiente (Martins, 2013).

Es por ende que el fracking expone las tendencias más destructivas del desarrollo capitalista contemporáneo. Al analizar las relaciones de producción con un enfoque hombre - ambiente - materia,   podemos ver que es una acción antrópica no sostenible. “El fracking es una tecnología desarrollada en función de las exigencias de autovalorización del capital sin consideración alguna por el cuidado del medio ambiente ni las personas” (Roffinelli, G.2015). Las empresas y naciones con economías basadas en la energía fósil se dieron cuenta de lo que pasa cuando se explota exponencialmente un producto no renovable… que se agota.   Y la crisis que en mi opinión se suponía que era un llamado a cambiar el fósil, por una matriz energética renovable y sostenible, se convirtió en cambio, en una oportunidad de vender a las naciones productoras la técnica del fracking.

Basado en las anteriores evidencias y en muchas más que estoy seguro que surgirán en la mesa de discusión, el fracking es perjudicial para el ambiente y su sostenibilidad. Aunque hay que tener otras perspectivas en consideración: la Agencia Internacional de la Energía estima que las reservas no convencionales representan ya la mitad de la base estimada los recursos (2011). Por ende, es comprensible que esta técnica despierte interés en un contexto marcado por la escasez de los combustibles fósiles de fácil acceso. Por este motivo, analizar la postura económica a favor del fracking es pertinente.

Tomemos el caso de estados unidos, importante desarrollador de esta técnica. “EE.UU. ha venido superando niveles récord de 10 Mbd, donde se estima que el aporte del fracking es cercano al 60%. Según la Agencia Internacional de Energía, Estados Unidos podría consolidarse como el principal productor de petróleo hacia finales de 2018, desplazando a Arabia Saudita y Rusia” (Clavijo, 2018). Según estas estadísticas, es innegable el aporte del fracking a la economía del país. Estados Unidos, con su vasta industria petrolera, cuenta no sólo con más de una década de experiencia en fracking para hidrocarburos no convencionales sino con prácticamente un monopolio en el dominio de la tecnología (Martins, 2013).  En el caso de en vías de desarrollo, exportadores de materia prima, como Colombia se evidencia que el aprovechamiento de los yacimientos de roca generadora (extraídos mediante la técnica conocida como fracking), ampliará la autosuficiencia del país. Lo cual tendría consecuencias económicas positivas, ya que La importación de petróleo tendría consecuencias nefastas para la economía del país (Portafolio, 2017). A este panorama también se le debe agregar el aumento de la demanda de energía fósil y la poca voluntad de las naciones de cambiar sus patrones de consumo y producción de energía (Urresti, A., & Marcellesi, F. 2012).

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (7 Kb)   pdf (87.6 Kb)   docx (9.9 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com