Las enfermedades causadas por bacterias y parásitos
christianremainzTesina14 de Marzo de 2012
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ESCUELA CULINARIA INTERNACIONAL
AQUINO MARTINEZ CHRISTIAN OMAR
MICROBIOLOGIA Y PARASITOLOGIA
SEGUNDO CUATRIMESTRE
ELENA DIAS FLORES
Introducción:
Las enfermedades que veremos a continuación son unas de las más conocidas y más peligrosas si no se llegan a tratar a tiempo ya que existen infinidad de casos que han llegado a la muerte, pero trataremos de resaltar lo mas importante de esta enfermedades
Cólera
El cólera es una enfermedad aguda, diarreica, provocada por la bacteria Vibrio cholerae, la cual se manifiesta como una infección intestinal El cólera ha producido varias epidemias, algunas de ellas de alcance prácticamente mundial, como la que, partiendo de la India (zona de Bengala), asoló Europa y América a principios del siglo XIX. En enero de 1991 surgió una epidemia de cólera en varios países del norte de América del Sur que se difundió rápidamente. El brote más reciente de cólera esta registrado en Haití, a causa de los estragos del terremoto producido en enero de 2010.
Síntomas:
Aparición brusca sin periodo de incubación (Farreras: periodo de 2-3 días que varía desde 5 h hasta 5 días) a diferencia de la salmonelosis.
• Dolor abdominal por irritación de la mucosa.
• Diarrea acuosa con un número elevado de deposiciones (hasta 30 o 40 en 24 h). Este dato orienta bastante al diagnóstico de este cuadro.
• Las deposiciones tienen un tono blanquecino con pequeños gránulos. Se les llama «agua de arroz». Esto es a consecuencia de la liberación de productos de descamación, fragmentos de fibrina y células destruidas. Además, debida a los iones secretados son isotónicas, es decir, con una osmolaridad similar a la del plasma (esto ocurre en las formas más graves). Cabe destacar que esta diarrea tiene un ligero olor a pescado, o un olor fétido.
• La diarrea se acompaña con vómito, lo que provoca una rápida pérdida de agua y electrolitos (potasio, sodio, magnesio, cloruro, hidrógeno fosfato, bicarbonato), ocasionando una rápida deshidratación.
• No causa fiebre (o ésta es moderada) debido a que el cuadro se produce por la enterotoxina y no por el germen.
Por todo lo anterior nos encontramos ante un paciente que podría presentar uno o varios de los siguientes:
• Apatía, decaimiento.
• Disfunción sexual.
• Pérdida de memoria.
• Diarreas, defectos en la flora intestinal.
• Frialdad y cianosis.
• Calambres musculares.
• Hipotensión manifiesta (por la gran pérdida de líquidos), pulso débil (el riego está dificultado en tejidos periféricos), taquicardia.
• Manos arrugadas, por la deshidratación subcutánea.
• Aumento de la viscosidad sanguínea por pérdida de líquidos. Esto, en sujetos predispuestos, puede derivar en complicaciones como ictus, infartos, claudicación intermitente, isquemia, entre otras.
• Deshidratación tormentosa.
Excepto en sus formas más avanzadas se mantiene el estado de consciencia indemne. Cuando la pérdida de electrolitos es intensa pueden sobrevenir vómitos como consecuencia de la acidosis e intensos calambres musculares fruto de la hipopotasemia. En estos casos graves aparecen signos intensos de deshidratación, hipotensión y oliguria.
Tratamiento:
Sueros
Solución salina. Hay que dar una gran cantidad de sueros, hasta 1 L/h (serán necesarios entre 15 y 30 L/día). El problema es que esta gran cantidad de líquido puede tener consecuencias hemodinámicas nocivas como sobrecarga del corazón etc. pero que es necesaria. Para ello nos valdremos de varias vías:
Oral: suero goteando en la boca, que aunque sea lento al cabo del día puede aportar una cantidad importante.
Intravenosa: ideal para reponer altos volúmenes de líquidos, en especial en pacientes con un estado de deshidratación grado II-III o en estado de shock hipovolómico, lo que es común observar en los pacientes con diarrea secundaria al Cólera o en cuyo caso sea imposible la hidratación del paciente por vía oral.
Estos sueros deberán contener sodio, cloro, potasio y bicarbonato dependiendo de lo que necesite en cada momento (se calcula en función de las pérdidas). Como fórmula de sueros orales preparada tenemos la limonada alcalina, pero si no tenemos eso a mano habrá que darle lo que sea (agua con limón, bebidas isotónicas e incluso carbonatadas) (OMS: 1L de agua 2,6g NaCl, 1,5g KCl, 2,9g citrato trisódico y 13,5g glucosa),
Antibióticos
Están indicados para erradicar la bacteria, pero, el manejo inicial del paciente está basado en la reposición enérgica de líquidos, ya que la deshidratación es la que puede llevar a la muerte del paciente. Reducen la duración de la diarrea, los requerimientos de líquidos y el periodo de excreción del vibrio. Se utilizan las tetraciclinas (500mg/6h 3días), las quinolonas y el trimetoprim sulfametoxazol (cotrimoxazol) (320mg/12h 3días
Caso real:
Un hombre de 38 años de edad con peso de 71 kg relata que su padecimiento actual se inició con anorexia, dolor abdominal y diarrea. Un día después siguió con náusea intensa, vómito y diarrea muy abundante y líquida. Ingresó al hospital con hipotensión postural y deshidratación. Se pudo aislar Vibrio cholerae toxígeno de sus heces. El paciente mejoró rápidamente al reponerle agua, electrólitos y administrarle tetraciclina por vía oral.
Hepatitis c
La hepatitis C es una enfermedad infectocontagiosa que afecta al hígado, producida por infección con el virus de la hepatitis C (VHC).
Tras una fase aguda inicial en la cual, como mínimo, un 20% de infecciones se curan solas, la enfermedad se cronifica. Se considera que la fase aguda dura entre 3 y 6 meses, pero se alarga la fase crítica hasta 1 año para incluir en ella curaciones espontáneas que se han producido en el segundo semestre de evolución. Los síntomas físicos como ictericia son raros, y el cansancio asociado a las hepatitis puede pasar inadvertido. Sin embargo, una atenta mirada hacia el pasado permite distinguir el periodo posterior a la infección por una cierta baja del ánimo y la osadía. Esta fase crónica puede alargarse 20 y 30 años sin más síntomas que algunas alteraciones de los marcadores hepáticos. Después puede empezar una fase de fibrosis del hígado algo más rápida que llega a desembocar en cirrosis en unos años y posteriormente en cáncer de hígado.
Síntomas:
La mayoría de las personas no presentan ningún síntoma. Sin embargo, algunas pueden sentirse como si tuvieran un “estado gripal”.
Algunos síntomas son:
• Cansancio
• Náuseas
• Prurito, picor o picazón en todo el cuerpo.
• Fiebre
• Pérdida del apetito.
• Sensación de dolor en la zona hepática.
• Diarrea
• Tos seca
Algunas personas presentan
• Oscurecimiento de la orina.
• Excrementos de color claro.
• Color amarillento de los ojos y la piel (ictericia).
Es aconsejable acudir al médico en caso de tener algunos de estos síntomas o de sospechar padecer hepatitis C
Tratamiento:
El tratamiento farmacológico más eficaz se basa en la asociación de interferón administrado por vía subcutánea, con otro fármaco antiviral llamado ribavirina por vía oral. A lo largo de los años han existido varias formas de administrar interferòn: una vez al día, 3 a 5 veces por semana etc, pero las formas pegiladas actuales permiten que sólo sea necesario un pinchazo a la semana. Los efectos secundarios del interferón son numerosos, la mayoría incluidos en lo que se llama síndrome gripal. Al cabo de los meses provoca pérdida de masa muscular. Todos estos síntomas revierten al finalizar el tratamiento. El más temible efecto secundario de la ribavirina es que produce modificaciones que afectan a la reproducción; los hijos de un paciente recientemente tratado con ribavirina pueden nacer disminuidos psíquicos o con deformidades físicas (efecto teratológico). Por esta razón los médicos aconsejan no engendrar hasta 6 meses después de finalizado el tratamiento, y la Asociación Española de Enfermos de Hepatitis C sugiere alargar este periodo a un año, para más seguridad.3 El efecto adverso más frecuente es la anemia que en muchos pacientes obliga a administrar eritropoyetina para normalizar los valores del hematocrito.
El porcentaje de éxito (eliminación del virus en sangre mantenida hasta un año después de terminado el tratamiento) es algo superior al 50% dependiendo del tipo de virus. El virus 1b es el más difícil de curar y requiere tratamiento de un año. La respuesta es aproximadamente 50% para el genotipo 1 y 80% para los genotipos 2 y 3. En estos últimos se realiza tratamiento durante 6 meses. La hepatitis C puede evolucionar hacia una cirrosis o incluso a un tipo específico de cáncer de hígado. Existe dos nuevos fármacos para el tratamiento de la hepatitis C, que probablemente estarán disponibles a finales del año 2011. Telaprevir y Boceprevir se añaden a las combinaciones de interferón pegilado y ribavirina y consiguen mejorar la proporción de pacientes curados que pasa del 50% en los genotipos 1 y 4 a aproximadamente el 80% cuando se añade uno de ellos. También son útiles para tratar pacientes que han fracasado a pautas anteriores. El fracaso del primer tratamiento no implica la evaluación para un futuro trasplante. Primero hay que revisar
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