MEDIO AMBIENTE

MEDIO AMBIENTE Y SU CONTAMINACIÓN

AUTOR

Patrullero DIDIER TORO CARDONA

Docente

Intendente JHON HENRY CAMACHO RODRIGUEZ

DIRECCIÓN NACIONAL DE ESCUELAS

ESCUELA DE TELEMÁTICA Y ELECTRONICA

“TENIENTE CORONEL JORGE MAULEDOUX BARÓN”

Bogotá D.C.

2014

Mi madurez de hombre a veces me pone a pensar y me pregunto: ¿fuimos creados a imagen y semejanza de Dios? Y tal vez por eso me respondo: no creo que Dios sea tan maligno, tan homicida, tan patibulario. No vislumbro a Dios haciendo prácticas nucleares en la mar profunda, ni soltando bombas químicas y biológicas; mucho menos, vendiendo agua en botellas y produciendo biocombustibles y CO2.

Es una lástima que el hombre sólo se limite a observar la destrucción terrenal desde la óptica perspectiva. Creo que si Dios no nos amara tanto, hace rato nos hubiera implosionado, para evitarle al universo la contaminación por partículas terrestres. Una simple actitud ambientalista, finalmente, es lo que Dios nos pide a los seres humanos, una simple acción de entendimiento que si no cuidamos nuestros recursos nuestros hijos no gozaran de salud y vida.

Creo profundamente la salvación del hombre, en la reivindicación de los sueños y las esperanzas. Creo y no soy pesimista o nihilista o ecléctico o epicúreo, simplemente creo en la generosidad y la solidaridad del hombre. Aunque en ocasiones se deja ver más en el ser humano, el egoísmo y el odio como componentes de la despreciable raza.

El capitalismo salvaje de hoy, es odio humano reconcentrado. El cuerno africano muere de hambre y sed. A nadie le importa. Los presidentes de las grandes potencias ya no se preocupan por la contaminación ni por los gases de efecto invernadero, porque no pueden contradecir a sus amos, los grandes dueños del capital internacional, la oligarquía transnacional. Esos son los verdaderos dueños del planeta. Qué le importa a los petroleros arrasar. Qué le importa a las multinacionales acaparar el agua comprando las fuentes hídricas para venderla embotellada. Qué le importa a toda esa indecencia destruir el aire y las plantas y los amaneceres.

No es el mundo actual un acto de generosidad. Es un acto de odio. ¿O no es odio producir biocombustibles sin importar el hambre mundial? El hombre en poco tiempo morirá de hambre. A Millones les pasarán por sus caras toneladas de alimentos no para el estómago sino para la producción de biocombustibles y oro. Los biocombustibles causarán hambre mundial, no hay duda. Esa nueva forma de riqueza no tiene ética.

¿Será que el calentamiento global es un fenómeno espontáneo? Gracias a la locura humana moriremos calcinados o ahogados. Cientos de burócratas disfrazados de ambientalistas derrochando presupuestos de sus naciones. Mientras le damos gusto a los dueños de las grandes industrias químicas, a los carros, al dióxido de carbono, en aras del capital, la capa de ozono sigue su destrucción mientras el polo norte se derrite.

No creo que sea la especie humana la más depredadora porque sea creada a imagen y semejanza de Dios. No hay duda de la existencia de una catástrofe ambiental y social, de un futuro desalentador. ¿Qué haremos con 90 millones de refugiados ambientales en los próximos años? ¿Con 250 millones de damnificados? ¿Dónde están las políticas públicas? ¿De qué sirven las evidencias científicas sobre el desastre que se aproxima?

En ese sentido es criminal traer niños al mundo. ¿Qué podemos ofrecerles aparte de vergüenza? ¿De cinismo? ¿De odio? No debería llegar un niño más al mundo. Pobrecitos. Niños inocentes lanzados al cáncer, las inundaciones, los cataclismos, las sequías y el hambre. Niños convertidos en carnada para la lobosidad del hombre. La realidad del mundo actual es cruel en extremo.

Si bien es cierto que el planeta es nuevo y que libera energía a través de movimientos telúricos, también lo es que el cambio climático es culpa de la ferocidad capitalista. Ya no controlamos nada del planeta. Creemos que los recientes terremotos de China, Japón y Turquía, y los tsunamis y las inundaciones en otras partes del mundo, son simples accidentes. ¡No señores! El planeta está lastimado por el hombre. La naturaleza tiene normas que están siendo transgredidas.

Las acciones delictivas cometidas contra el medio ambiente en nuestro país, Los que año tras año dejan cifras exorbitantes de muchos millones de euros y que coadyuvan a financiar las actividades de grupos terroristas, milicianos y demás grupos armados en contra de nuestro país.

La crisis que actualmente sufre el sistema medioambiental, ha ido en deterioro constante de las actuaciones de buen riego de entidades importantes como las Naciones Unidas y se ha identificado planamente en concesiones y asambleas expuestas por estas mismas entidades.

Un ejemplo claro de cómo se deteriora aún más el medio ambiente en el mundo actual es ondear sobre, las guerrillas, terroristas y grupos al margen de la Ley que operan en nuestro país y que obtienen en promedio millones de dólares anuales por su actividad constante en la minería ilegal.

*Según las estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la ONU y la Interpol, los crímenes contra el medioambiente, que incluyen la explotación forestal, el tráfico de animales, la pesca ilegal, la minería ilegal y el vertido de residuos tóxicos, generan unos beneficios de entre 70.000 y 213.000 millones de dólares cada año (51.400 y 156.400 millones de euros).

El crimen organizado está haciendo beneficios increíbles al explotar nuestros recursos naturales para alimentar sus actividades ilícitas, amenazando la estabilidad y el futuro desarrollo de algunas de las regiones más pobres del planeta.

El impacto ambiental que actualmente atraviesa nuestro país no es el mejor, el tráfico ilegal de los recursos naturales, la minería ilegal despoja a las capitales en desarrollo de miles de millones de dólares en beneficios perdidos para llenar los bolsillos de los criminales*.

* Abogado y escritor colombiano; director y fundador de la Revista MEFISTO de Arte, Literatura

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