Mendel: Padre de la genética

Mendel: Padre de la genética

La obra comenzó contando acerca de cómo Dios es a quien le piden todas las cosas (ya que durante la obra los personajes se la pasan quejándose o diciendo que los ayude él). Éste, al mismo tiempo, empieza a contar la historia de Mendel, quien era un científico del siglo XIX, era un niño muy flojo, y por lo que decían no se levantó de su cama hasta después de varios meses hasta que por fin en 1843 recibió una carta en donde podía ser sacerdote.

Éste decide ir al monasterio, en donde más tarde fue aceptado y comenzó con sus estudios. Al principio decide estudiar a los ratones, pero cuando se hartó de éstos decidió ir al jardín donde pudo estudiar a los chícharos y cosecharlos. Tras estar día y noche queriendo saber cómo es que funcionan estos, finalmente pudo comunicarles a sus demás compañeros que si se cruzaba la planta de chícharos verdes con los amarillos, algunos pueden que salgan amarillos, pero después de varias generaciones puede suceder que estos sean verdes. Pero para comprobar esta teoría, fracasó varias veces durante evaluaciones en las que le hacía su profesor en donde al mismo tiempo comía los chícharos que había cosechado.

Más adelante publica las leyes de Mendel, en donde aparece a escena con un pizarrón y las va explicando junto con la cocinera y el ayudante del monasterio. Estas causaron un efecto en las personas en el que no comprendían lo que él decía, ya que él estaba muy adelantado para su época en cuanto a sus estudios o investigaciones.

Como un intermedio o para hacer un corte en la obra, el personaje de Dios contó una noticia relevante a nuestros días que había salido en el periódico, lo cual a todos nos causó cierta confusión.

Fue nombrado abad del monasterio, aunque él no quisiera, ya que era cierto que desde un principio quería convertirse en un sacerdote pero lo que despertó mas en él fue el estudio por la ciencia y en especial el tema de la evolución. Presentaron su escudo en donde aparecían unas flores blancas, las letras alfa y omega y unas manos agarradas.

Conforme pasaron los años, Mendel tuvo complicaciones médicas, como fue en el caso de su riñón, vivió desde 1822 hasta 1884. Pero después de su muerte hubieron varios científicos o botánicos como Hugo de Vries, Carl Correns y Erich von que comprobaron las leyes y lo que había pasado con los chícharos y concordaron que los principios de Mendel también aplicaban para los animales.

Al final de la obra salen a escena un par de jóvenes donde ven la estatua de Mendel, al parecer les habían dejado un trabajo de la escuela, donde ellos suponen o ni siquiera saben con exactitud el por qué Mendel empezó a trabajar con los chícharos, lo cual me hizo pensar en que nuestra generación ya no se interesa tanto en la historia de científicos o por qué es que surgieron todas las cosas que tenemos hoy en día.

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