Minería ilegal: crimen ambiental en la Amazonía venezolana

Minería ilegal: crimen ambiental en la Amazonía venezolana

        La minería ilegal se ha disparado en Venezuela en la última década y en mayor proporción desde la firma en 2016 del decreto del Arco Minero del Orinoco, abrió la extracción de oro y otros minerales con concesiones a empresas extranjeras y nacionales, con la intención  de regularizar la minería ilegal, un mal endémico en el sur del país.

        Bajo la impunidad y en medio de una de las peores crisis económicas del país, la minería ilegal se expande y no se salvan las áreas legalmente protegidas.

        A pesar de décadas de lucha contra el extractivismo sin normas, la minería ilegal continúa creciendo como un fuerte vector de destrucción y contaminación de la Amazonía venezolana. La avidez por minerales está por todas partes en esa selva tropical. Aunque la extracción minera siempre ha existido en la región, la proliferación actual no se compara con ningún otro momento de la historia.

        Al menos 2.312 puntos y 245 áreas de extracción ilegal de minerales, principalmente de oro, diamantes y coltán, han sido detectados en la Amazonía mediante un mapeo realizado por la Red de Información Socioambiental Georreferenciada Amazónica (RAISG), que reúne a organizaciones de la sociedad civil de seis países amazónicos: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. mayoría de los puntos de extracción se encuentran en Venezuela (1889), seguidos por Brasil (321), Ecuador (68) y Perú (24). Entre las áreas, 132 están en Brasil, 110 en Perú y tres en Bolivia.

OBJETIVO GENERAL

El objetivo general del estudio de este tema, es ofrecer una visión general del impacto de  la minería ilegal en el territorio amazónico,  tanto en las áreas naturales protegidas y territorios indígenas.

OBJETIVOS ESPECIFICOS:

• Contaminación del ambiente y los seres humanos
• Fallas en la Energía Hidroeléctrica
• Comunidades Indígenas
• Afectación en el ámbito de la salud pública

DESARROLLO:

- Contaminación. del ambiente y los seres humanos
        Las operaciones mineras para extraer oro en Venezuela utilizan mercurio y cianuro. El material de desecho que consiste de rocas y arcilla que contiene mercurio se arroja
directamente a los ríos. El curso de los ríos está contaminado. Los peces y el resto de la
fauna de los ríos se envenenan. Los animales y seres humanos que beben estas aguas
se contaminan. Estos contaminantes fluyen y se esparcen aguas abajo.
El pueblo Pemón de Canaima y de la Gran Sabana y los pueblos Ye’kwana y Sanema
de la cuenca del rio Caura tiene cinco veces más concentración de mercurio en la sangre
y tejidos, que los niveles permitidos por la Organización Mundial de la Salud. Pero no
solo las poblaciones indígenas, sino los mismos mineros son portadores de cantidades
excesivas de mercurio, que transmiten a sus hijos que por lo general viven en sus
comunidades de origen.

- Ecología Hidroeléctrica.

        El suelo que es removido en las operaciones mineras se convierte en sedimentación en los ríos. Esos sedimentos tienen un efecto adverso sobre la generación de energía
hidroeléctrica. Más del 60% de la producción de energía hidroeléctrica depende de las
cuencas de los ríos Caroní y Paragua. Organizaciones no gubernamentales han
estimado que aproximadamente el 70% del curso del rio Caroní ha sido severamente
modificado por las operaciones mineras para extraer oro.

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