Nexos Agua, Energía, Alimentos y ODS

Nexos Agua, Energía y Seguridad Alimentaria, La Inequidad Como Factor De Riesgo en el cumplimiento de los ODS

Por. C. L. Muñoz

Febrero 2022

La búsqueda constante por el mejoramiento de las condiciones de calidad de vida de los seres humanos, es un indicador del desarrollo humano y como este se relaciona con su entorno, ya que de allí es donde obtiene los recursos y la energía necesarias para la vida y la producción de bienes y servicios. Sin embargo, todos los productos y residuos resultantes de estos procesos regresan al medio ambiente y la capacidad de este para asimilarlos y/o degradarlos es limitada, así como su capacidad de producción de materias primas y/o energía, esto por supuesto es la razón para una preocupación profunda y generalizada, por el uso racional de los recursos y la preservación del entorno para las generaciones presentes y las futuras. A este concepto se le puede llamar desarrollo sostenible. (Del Saz, 2008)

Con la publicación del informe  de la Comisión Mundial del medio ambiente y el desarrollo en 1987, se han celebrado diferentes eventos que incluyen acuerdos, cumbres, reuniones para garantizar la sostenibilidad en las naciones y su planeación a futuro, como lo han sido la Cumbre para la tierra de Río 1992, el protocolo de Montreal  sobre la preservación de la capa de ozono en 1987, el Protocolo de Kyoto, por lo que el cambio climático hace parte de la agenda política de los países como termómetro del desarrollo económico y la sostenibilidad.

Para los ecologistas se puede establecer un símil entre  el crecimiento ecológico y el crecimiento económico, comparando al crecimiento de la población humana con el crecimiento de las células cancerígenas, las que al crecer de manera descontrolada terminan por matar a su huésped, (Murray, 1973) al lograr una difusión efectiva de esta analogía y las consecuencias que trae el crecimiento poblacional desmedido en los ecosistemas, se abriría la posibilidad  de lograr un  crecimiento económico sostenible en donde la competencia razonable que permita el avance de las economías, dicho esto también cabe resaltar que el crecimiento económico requiere así como en los ecosistemas los ciclos biogeoquímicos, una movilidad, transformación y reciclaje de materias primas que son al fin quienes alimentan a las industrias productoras, quienes generan los empleos, las divisas y mueven a los países.

Desde la perspectiva de los recursos naturales la disponibilidad de agua, energía y alimentos es necesaria para garantizar el bienestar de las poblaciones, dentro de la “Agenda 2030” de las naciones unidas se plantean la gestión de estos recursos como Objetivos del Desarrollo Sostenible, incluyendo distribución, saneamiento del agua, acceso a fuentes de energía no contaminante y la seguridad alimentaria (ODS 6 – 7 -2). (Schorr & Quiles, 2017) los países participantes se comprometen entonces a generar mecanismos internos que garanticen el cumplimiento de estos objetivos como la base de un desarrollo económico basado en la sostenibilidad.

La relación entre los recursos agua, energía y alimentos, se ve reflejada en diferentes informes en los que se estima por ejemplo que aproximadamente el 70% de los recursos hídricos son empleados en el sector agrícola para la producción de alimentos y a su vez un 15% del recurso hídrico es empleado en la producción de energía, además el sector agrícola consume alrededor del 30% de la energía producida a nivel mundial (FAO, 2011). En sur América este porcentaje es mucho mayor debido a que la principal forma de energía es producida por las Hidroeléctricas (Embid & Martín, 2017.).

El agua En el planeta tierra solo un 2.5% del agua disponible corresponde a agua dulce y de esta pequeña cantidad un 70% corresponde a los glaciares, la nieve o el hielo y un 30% corresponde a aguas subterráneas que son de muy difícil acceso, tan solo el 1% está disponible para el consumo humano, de este el 69% de se emplea para la agricultura, el 19% para el sector industrial y tan solo un 12% para el sector municipal (Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental, 2016) Estas cifras nos muestran a gran escala como estamos frente a la disponibilidad del recurso hídrico a nivel mundial, esto suponiendo por supuesto principios de equidad en los que se garantiza que todas las poblaciones tendrán el mismo derecho a ese 1%, sin embargo, al menos 844 millones de personas, no cuentan con suministro de agua potable, cifra que incluye a 159 millones de personas que dependen de aguas superficiales. (OMS 2019)

La agricultura es garante de la seguridad alimentaria, pues a mayor número de habitantes en el planeta mayor es la cantidad de alimento necesaria. Los suelos son clave para la seguridad alimentaria, ya que entre otros usos mitigan el cambio climático, actúan como filtros de agua y son fuente en la producción de alimentos. Por tanto, su contaminación afecta en diferentes niveles ya que al alterarse su composición y reducir la disponibilidad de materia orgánica necesaria para la producción de alimentos se produce una reacción encadenada en donde no es posible asegurar el desarrollo sostenible de las naciones.  (United Nations, 2009)

En cuanto a la energía y los ODS se encuentra “Garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos”, esto implica un acceso globalizado a servicios que provean energía a bajo costo, confiable, eficiente y limpia en términos de sostenibilidad ambiental, acorde con las necesidades y características de cada región.  aparece la de garantizar el acceso universal a servicios energéticos asequibles, fiables y modernos; lo tanto se espera que los gobiernos territoriales inviertan y promuevan nuevas infraestructuras que presten el suministro cubriendo cada vez más un número mayor de habitantes. (Embid Y Martín, 2017)

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