PENSAMIENTO SOBRE LA TEORIA DEL ORIGEN DE LAS ESPECIES

PENSAMIENTO SOBRE LA TEORIA DEL ORIGEN DE LAS ESPECIES

Silvia Hincapié Díaz 903

El libro sobre el origen de las especies escrito por Charles Darwin, se enmarca en dos ideas fundamentales. La primera es la concepción de que la riquísima gama de las especies actuales de animales y plantas procede de antepasados comunes muy sencillos, a partir de los cuales emergen innumerables cambios insensibles producidos a lo largo de las eras geológicas; noción que no era nueva en el momento de la escritura del libro; pero que se complementa con una segunda idea que desarrolla el autor, como novedad: Cuando propone el mecanismo de la selección natural en virtud del cual  evolucionan las especies, comprobada por una suma de hechos en que opera dicha selección (1985, Darwin, Ch.).

La idea inicial nos muestra un trabajo hecho desde la construcción de conclusiones basadas en la observación y práctica de actividades como la ganadería y la agricultura, donde los organismos son tan moldeables que demuestran como  un alto grado de cualidades útiles para sobrevivir pueden determinar las especies en el hecho de salvaguardar sus cualidades o sus características comunes. 

La segunda idea que Darwin toma con más atención remite el mecanismos de selección natural a los seres humanos, explicando que el cruzamiento entre especies  perfecciona (evoluciona) todas aquellas características de la descendencia madre. Pienso que eso explica el riesgo que asumimos como especie al tener una variedad de resultados al cruzarnos, ya que manifiesta no solo mutaciones generales evolucionadas; sino también salvaguarda negativas de patógenos como virus, enfermedades e imperfecciones causando fragilidad en nuestro sistema inmune.

Desde esta teoría podríamos pensar que  todo organismo no competente tanto para su ambiente como en su evolución resultante de esta selección natural, es un individuo frágil (1985, Darwin, Ch. p 219) para la naturaleza?, Un solo camino le restaría al tipo de individuos no aptos: su desaparición?,  para así evitar que estos sean un determinante en las conformaciones de la evolución.

Entiendo que la raza humano como máxima exponente de la evolución contempla el raciocinio y desarrollo cerebral como una forma de supervivencia, pero  también el hecho de adaptarnos a un ambiente no solo produjo en la evolución nuestra corporeidad materializada en una perfección anatómica que permita la supervivencia, sino también formas de salvaguardar a los seres más frágiles y poco aptos para su propia supervivencia. Será que la evolución de los sentimientos, emociones y afectos puede poner en peligro la evolución de la humanidad, cuando por amor, compasión y respecto se mantienen formas de evolución de mutación genética poco apta para sobrevivir?; la espiritualidad, como la relación con lo trascendente, no se indica como una forma de perfeccionamiento humano sino como una necesidad, sin formas de verdad demostrable, sino un bien social inmaterial que opera en este tipo de salvaguarda de lo humano. Por ello pienso que un apego más que físico a nuestra descendencia detendría el pensamiento de Darwin sobre la selección natural y prolonga formas de vida imperfectas, mutadas, o con problemas físicos que sobreviven y aun  mas se reproducen, en  lo que convendría preguntarnos si la evolución que plantea por cruzamiento entre individuos representa en verdad un bien, en este momento, para la humanidad?, sobre todo entre nuestra especie.  

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